Un olé rotundo por la CAM, por el Centro de Asuntos Taurinos
y por los médicos que los atienden y que cuidan de su salud. Es de admirar la
nueva decisión que se ha tomado acerca de la plaza de Madrid de cara al
invierno; como primer paso le van a poner una tapadera, lo siguiente puede que
sea que también le pongan un lazo y que la manden certificada a Pernambuco, a
ver si así deja de dar dolores de cabeza esto de la Fiesta de los toros. En mi
opinión este es uno de los pasos más audaces y más decididos que han tomado los
responsables del coso. Anda que no les había costado encontrar un argumento más
o menos incontestable para poder acabar con la temporada madrileña, que por
otro lado es la única plaza en la que todavía se puede hablar de ello. Una
temporada en la que tanto la empresa Taurodelta como la Comunidad, esta por
omisión y dejación de responsabilidades, han puesto todos sus esfuerzos para
dinamitarla definitivamente.
Llevan años aireando las pobres entradas fuera de feria, que
es verdad, pero no dicen ni mu de cómo el aficionado acude a la plaza cuando
hay carteles medianamente interesantes. A ellos les de perlas ese justito
cuarto de plaza, para lanzarlo a la cara de políticos, prensa y aficionados,
quejándose de lo ruinosa que es la plaza los domingos y fiestas de guardar y
quieren hacer ver que solo interesan las ferias. Pero esto tampoco es exacto
señores Taurodeltos, porque vale que lancen por delante a Don Simón, que tiene
un arte para quejarse sin razón, ni argumentos, que no se puede aguantar;
prueben a pone un festejo un martes a las tres de la mañana y anuncien que será
una corrida en la que no se encenderá la iluminación. Seguro que casi venden
todo el papel, vamos, segurísimo, ¿saben cómo? Pues haciendo lo mismo que hacen
en San Isidro y en la Feria de Otoño, obligando a sacar la entrada a los
abonados, porque si no pierden el derecho a poder renovar el abono en años
sucesivos. Es más y el cartel puede estar compuesto con vacas de leche, Don
Simón, el tío Matilla y el padre Molés; colas kilométricas delante de la
taquilla de la calle de Alcalá. Porque no me dirán que para este festejo
abrirían al menos dos taquillas, una y zumbando, atendiendo al público una
señorita de Hamburgo que no sepa decir en castellano ni hola. Pero esto no es
nada nuevo, porque algo parecido es lo que vienen haciendo durante años. Si yo
contara las cosas que me han pasado en esos ventanales; hasta falsificador me
llegaron a llamar hace un par de años, todo por querer devolver una entrada. Mira
que les sentó mal. Pero tanto me convencieron de que era un chorizo
falsificador, que hasta yo mismo pedía, rogaba y gritaba con todas mis fuerzas
para que llamaran a la Policía, pero no, al final me llevé un chasco
monumental, era cuestión de las impresoras de la plaza, de la señorita que
cobró bien, pero vendió mal y el falsificador no era tal.
Pero ya sabemos de la generosidad, desvelos y espíritu
proselitista taurino de la empresa de Madrid, si no será esto conocido, que Don
Simón y el tío Matilla fueron corriendo a sumarse a la faena, esas cualidades
que les están empujando a organizar festejos sin caballos en Las Ventas, en los
meses de invierno. Ya puestos a perder, pues hala, hasta la camisa, todo sea
por levantar la industria del autobús, perdón, quería decir la Fiesta de los
Toros. Gracias al esfuerzo que las instituciones van a llevar a cabo, se va a
cubrir el ruedo venteño, lo que nos permitirá reencontrarnos con los compañeros
de afición en la grada. ¡Qué patinazo! No, no, disculpen, las gradas y
andanadas quedarán inutilizadas, tal y como dice el proyecto para cerrar la
plaza. Pero no pasa nasa, se pondrá un precio único de diez euros y apunto.
Igualito que en las nocturnas del verano, pero claro, ahí al menos queda la
posibilidad de sacarte una grada o andanada por menos de la mitad de esa
entrada general. ¿Pero, qué son diez euros? Nada, baratijas. ¿Qué igual los
habituales se lo piensan un poco más? Pues fenomenal, así dejarán de dar la
matraca con lo del trapío, la invalidez, las monas descastadas y todas esas
cosas que lo único que hacen es enturbiar una alegre tarde de toros. Total, si
es posible que en uno o dos años no se den estos festejos de invierno.
Entonces, ¿para que la tapadera? Pues realmente, uno no lo
sabe, tengo mi opinión, pero no la confirmación. Uno solo se puede guiar por la
intuición, tomando como modelo lo perpetrado por esta empresa desde hace años,
que la CAM les ha aplaudido a rabiar; lo primero es la pela, después la pela y
luego nada y a eso de la Fiesta, que le den dos duros, eso no es rentable. Nos
organizarán un ciclo insufrible, justificarán así el gasto de esa tapadera de
quita y pon, y en años posteriores ya sabrán cómo sacarle provecho a la
situación. El señor Chopera ya habla de dejar el engendro hasta primeros de
mayo, con lo que si igual aunque empiece la temporada en marzo, es posible que
empiece a haber festivos en blanco. ¿Quién nos asegura que no se contratará el
Circo de Manolita Chen de febrero a mayo, imposibilitando la celebración de
corridas? O que se aproveche la gira europea veraniega de Pepito de los
Palotes, comiéndose algunas fechas de julio o agosto.
Ese parece ser el porvenir de la plaza de Madrid y lo que es
peor, muy pocos alzarán la voz para protestar, entre otras cosas, porque en las
cabezas de los aficionados más jóvenes está instalada la idea de que nada tiene
importancia fuera de las ferias. Lo que nos habríamos perdido si eso hubiera
sido siempre así. Quizás César Rincón no se habría ganado un sitio en la feria
de aquel año en que se apropió de la llave de las Ventas, ni Curro Vázquez,
Roberto Domínguez, Ortega Cano, Julio Robles y tantos otros que toreaban
durante la temporada; Curro Romero habría desaparecido de los carteles de
Madrid años antes de su retirada; Antoñete quizá no habría podido resucitar;
los hermanos Campuzano, Frascuelo, Pauloba, El Inclusero, Andrés Vázquez, José
Fuentes, muchísimos buenos toreros que pasearon su valor y torería en los
veranos de Madrid. Pero también hay que tener en cuenta a las grandes figuras
de la historia, los que torean mejor que nunca se ha toreado, los que matan el
ganado más bravo y encastado que jamás haya visto ojo humano, esos señoritos
que vienen a Madrid de puntillas, pasan el trago de aguantar cuatro voces que
les incomodan y siguen ruta, pero es que ellos no quieren que haya nadie que
les pueda hacer sombra, igual que los empresarios no están por la labor de
tener que montar festejos de marzo a octubre, contratar toreros a precio de
saldo, ganado infame y haciendo regalos envenenados a la que quizás sea ahora
mismo la única afición medianamente estructurada del ámbito taurino. Esa
organización espontánea que propicia el encontrarse una vez a la semana, dos si
hay un festivo.
Pues ahí tienen la coartada perfecta para acabar de echarnos
de la plaza. Primero nos obligan a exiliarnos a otras localidades, abandonando
las nuestras de siempre, aunque si quieren, podemos contribuir a la tapadera
agarrando las esquinas de la cubierta desde gradas y andanadas. O que nos abran
unos ventanucos para asomarnos por turnos para ver que pasa en el ruedo, y el
que tenga el vozarrón más potente, que pase la novedad al resto. Y todo esto
está al alcance de la mano de un pliego, basta con que los responsables, sean
quienes sean, decidan cambiarlo porque se les pone en el cogote, para que se
nos derrumben los últimos restos de esta ruina. Eso sí, luego dirán que cumplen
lo que manda la CAM, el pliego, la ley o los Diez Mandamientos, pero,
¿recuerdan como acababa eso de “Quién hace la ley, hace la tra…”. Ya lo estoy
viendo en las noticias, Las Ventas es una tapadera, perdón, Las Ventas estrenan
tapadera.
4 comentarios:
Pero... ¿como que se van a quedar las gradas y la andanada inutilizada?... ¿acaso "la tapadera" solo va a cubrir los tendidos?... No sé Enrique, no entiendo nada, pero creia que estas cosas solo pasaban en el pueblo vecino de Lepe, ese que tratan en toda España de "palurdos" (humoristicamente hablando) y luego resulta que es uno de los mejores pueblos de España.
A ver si resulta que los de la CAM, Matilla y Don Simon van a ser naturales de Lepe... mas quisieran.
No sé, el cubrir las Ventas no es mala idea, pero hacerlo solo de los tendidos me parece una palurdada de aupa. Los Leperos al lado de estos son la Virgen del Rocio.
Bueno, que al final me está quedando el comentario muy onubense.
Un Abrazo de un palurdo de pueblo (al lado de Lepe, y a mucha honra).
Ay, Marín, ya te dije que Madrid es el sitio con más paletos, palurdos, zafios e ignorantes por metro cuadrado. Pero yo no veo esto como algo tan palurdo como tú dices; yo lo veo lleno de segundas intenciones y ninguna de ellas bien intencionada. Pero quién sabe, igual es la prueba evidente de que la plaza les viene grande. Un abrazo de palurdo a palurdo, pero con buen fondo y mejores intenciones que los espabilados estos.
Se me ocurre Enrique que os mantengais en vuestra grada y que aprovecheis el rellano que os proporcionará "la tapadera" para montar un garito con ambiente nocturno, cócteles de calidad y algo de música chunda chunda. Puestos a amortizar...
I.J. delPino:
Pues ahora que lo dices, no estaría nada mal. Bastaría poner unos cuantos cojines, para que la gente se acomodara, y montar una barra con un barman de esos que hacen malabares. Mira tú si al final la gente huye de la tapadera y se viene a la grada. Igual no es solo amortizar... Pero no, no, no será rentable, no, no, no vaya a ser que vean hueco los Taurodeltos.
Un saludo, y ya hablaremos.
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