jueves, 17 de octubre de 2013

¿Quién le pide cuentas a Molés?

¿Será Salamanca la tierra de la nueva voz del toro en la tele?

No sé a dónde vamos a ir a parar, el país que está como está, el toreo que anda que vale y una de las cuestiones que más preocupan y ocupan a los rumorólogos taurinos es que Manuel Molés abandona la televisión. Si tengo que ser franco, no es algo que me preocupe especialmente, aunque debería. No sé si a esos rumores se les puede dar crédito o no, el tiempo dirá y ya nos enteraremos cuando veamos otra cara retransmitiendo las corridas. Pero hay dos ideas que me rondan la cabeza, o quizá tres, que hoy tengo yo la mente muy despejada: ¿Alguien le pedirá cuentas a Manuel Molés por el daño que ha hecho a la Fiesta de los Toros maleducando al público y elevando a los altares a toreros vulgares y adocenados sin mérito aparente que les hiciera merecer este honor? ¿Quién será el sustituto y qué forma de actuación será la que le guíe, si tendrá que devolver favores, que medir el tratamiento a según que personajes o si realmente defenderá la integridad de la Fiesta? ¿Ha habido algún motivo o motivador que hayan hecho que Manuel Molés salga de la televisión?

Son muchas las acusaciones que los aficionados lanzan contra Manuel Molés; se dice que durante años ha “apadrinado” a toreros, especialmente a los emergentes, y a lo largo de las retransmisiones les subía a un pedestal y los mantenía el tiempo que se considerara oportuno, hasta extender la idea de que el diestro en cuestión era una figura del toreo. Luego la vanidad, la ceguera de los encumbrados o los intereses de terceros que movían los hilos desde la penumbra conseguían romper o emponzoñar idílicas amistades de otros días. También los hubo que por no acceder a los dictámenes de las televisiones, se encontraron de frente con el todopoderoso periodista, teniendo que aguantar críticas tan absurdas como encarnizadas, sin importarles que estos pudieran golpear la más gloriosa historia del toreo. ¿Recuerdan cuando se decía que era asunto de mal torero el que a este le cogieran los toros? ¿Qué pensarían allí arriba Joselito, Manolete, Sánchez Mejías, Granero, o los más recientes Antonio Bienvenida, Paquirri o el Yiyo? Y para estos menesteres se hacía acompañar por toreros retirados, sin importar que estos mancharan el nombre que se hicieron delante del toro. No creo que haga mucha falta citar nombres, creo que todos sabemos de quién hablo, por lo que no creo que sea necesario abundar sobre ello, especialmente cuando ya no está entre nosotros y cuando es tanta la admiración que provocó entre la afición, que ya se le ha perdonado todo lo posterior a su vida vestido de luces.

Se decía incluso, según la rumorología popular, que a veces no anda desencaminada, que hasta decidía sobre la confección de los carteles, lo cual no resulta descabellado, basta que tomemos el ejemplo de Madrid, que por momentos parecía que los sucesivos San Isidros estuvieran más dirigidos a captar audiencia y abonados por toda la geografía hispana. Aquellos carteles insólitos de tres manchegos en un cartel, tres toreros de esos que dicen que dan espectáculo, pero que no eran del gusto de Madrid, que en cambio tenía que aguantarse las ganas de ver a toreros y ganaderías por los que suspiraban año tras año. Aunque luego, micrófono en mano, ya se ocuparían otros de justificar ciertas presencias injustificables. Generosos con los poderosos y cicateros con los humildes, de mano dura con el aficionado crítico y bailándole el agua a los dadivosos que no molestan y que siguiendo los criterios televisivos, expresaban con palmas, vítores y pañuelos lo aprendido ante esa caja de imágenes espectaculares y a cámara  súper lenta. Pero uno no es nadie para juzgar, ni para afirmar lo que aparentaba ser o lo que se comentaba desde hace mucho, pero mucho tiempo. Si uno fuera periodista, quizá se callaría estos rumores, pero como no lo es, ni pretende informar tan siquiera, pues se puede permitir ese lujo.

Ahora nos queda la incógnita de saber quién será el que se adueñe del micrófono las tardes de toros por televisión, por la tele de pago, se entiende. Candidatos no faltan, incluso se oyen nombres de gentes que vendrán de Salamanca, incapaces de poner un toque altisonante al periodismo taurino en televisión. ¿Se imagina alguien que la nueva voz fuera la de un independiente? Alguien que no tuviera ningún problema en decir las cosas como son y en no disfrazar de arte el amaneramiento, ni de torería las contorsiones espasmódicas, ni mucho menos de poder y dominio los primeros auxilios a los moribundos animalejos de las macrofactorías de la Tauromaquia 2.0. Pero eso no creo yo que lo vayan a ver nuestros ojos mortales. Hagamos apuestas, no me extrañaría que fuera un peón del poder taurino, que remara a favor de las figuras, los ganaderos y todo personaje que tenga voz en esa nebulosa del poder. Eso sí, no esperen que vaya a sacar la cara ni por ustedes, ni por un servidor, nosotros a lo nuestro, a pagar y a callar, faltaría más. Que cambiaremos de cara, pero seguimos bajo el régimen tiránico y opresor de los que sólo piensan en llevárselo todo lo más rápido posible.


Pero todavía me rondan unos pajarillos por la cabeza; el origen de todo esto, ¿no estará en el mismo lugar y en las mismas personas? Porque quién nos dice que todo esto no ha partido por la incomodidad que alguien poderoso podía sentir con Manuel Molés al micrófono y que pidiera, u ordenara, que le cambiaran a ese señor ipso facto. Igual ese sentido estético que llevan dentro las figuras del momento les empuja a no querer ver el mismo rostro mostachudo de siempre, será porque no hace juego con su apolínea figura que ilumina las sombras de las noches taurinas, como si fuera el amanecer de un dios; ¿será Julián, Alejandro, José María, José Antonio, Sebastián, Miguel Ángel o quizá Jesús Manuel? Sea quien sea este demiurgo tauroartístico, habrá que agradecerle todo lo que venga en un futuro, pero después de haberse demolido los fundamentos clásicos del toreo, ¿Quién le pide cuentas a Molés?

10 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Señor Martín: Seguramente Molés dirá como el Guerra, "no me voy... me echan" y no le faltará razón.

Por otra parte, me asalta la misma preocupación que a Vuecencia en cuanto al "sustituto", porque por lo que ya suena en el río revuelto, los opositores adolecen de lo mismo que el defenestrado.

En fin, que solamente hay un invierno de por medio. Poco tendrá que pasar para que nos enteremos del desenlace de este culebrón.

Saludos.

Gil de O. dijo...

Aquél chavalín "graciosillo" qué a principios de los sesenta se incrustó en el equipo informativo, en el redactor era más complicado, de la efímera y honesta Revista Taurina -por esa honestidad vivió poco- FIESTA ESPAÑOLA, quién con tanta habilidad se manejaba a Don Antonio Maravilla, a Jardón, a Don Livinio y al propio Don Pablo Martinez, traía mientras se enteraba de los entresijos económicos de la Fiesta, las noticias a Redacción.

Su dueño y director Don Benjamín Bentura Remacha, tan contento, mientras le cavaba la tumba a nuestra querida Revista, en la que tantos nos forjamos, FIESTA ESPAÑOLA.

Supo enseguida donde Los Toros tenían el dinero. Ha sido hasta ahora quién mejor, y supongo que a su conveniencia, ha manejado los hilos de los presupuestos en las Grandes Ferias -la aportación porcentual de la Televisión era y es importantísima- y por influencia e intereses, los de otras muchas ferias que dependen de lo que sucede principalmente en los despachos de Las Ventas y la Comunidad de Madrid.

Su trabajo en la sombra ha hecho más daño que el de su repetidísima berborrea, en la que no hay puntada sin hilo. Se va, o se tendrá que ir pronto; es ley de vida. Entiendo que lo dejará todo perfectamente preparado; de hecho la compañera dirige lo marcha empresarial bien estructurada por Manolo Molés. El chollo lo ha fabricado él, y es de él.

Bien hubiese hecho en, como tú sugieres, llevar la Fiesta por otros derroteros. ¿Quién dice que de haber elegido la linea de la Verdad, si tan claro tuvo cual era el camino de los BILLETES, ahora no tendríamos El Toreo que todos soñamos? Ha tenido la Fiesta en sus manos.

Bueno Enrique, no te canso. Te entró poco, pero cuando lo hago me extiendo más de la cuenta, por lo que te pido disculpas.

Saludos de Gil de O.

Anónimo dijo...

Pues nada señor Martin, ....¿¿¿hechamos curriculum??? Iba a subir la audiencia que iba a dar miedo. Es broma, ma dao por ahi. Mejor que se vaya Moles, realmente los que ven el plus, es por que les gusta los toros, y tontos no son por que Moles, rara vez, dice lo que ve.
Un saluo.
Kaparra

Anónimo dijo...

Periodista,comentarista taurino:
Unico miembro de la cuadrilla que no hace el paseíllo y por los elogios de sus comentarios,resulta ser el que más se aprovecha de la fiesta.
El daño hecho a la fiesta es irreversible.
M.D.V.L.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Esto es como esperar a quién elegirá la novia, pensando que cualquiera que elija será un estúpido que no se la merece y que además será el que le dé mala vida a la chica.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Gil de O.:
Sabes que siempre esperamos tus intervenciones. Recuerdo un día en que un aficionado cabal de Linares, mi amigo Pepe Luis, te preguntó que quién era el mejor o el periodista que más sabía de toros, no lo recuerdo bien. Y con pesar hubo que reconocerle a este señor su saber, pero como vuelves a decir de nuevo, también sabía donde estaba el dinero y está claro que fue a por él.
Un saludo y no hay disculpas que valgan, todo lo contrario

Enrique Martín dijo...

Kaparra:
Si echamos nosotros un curriculum estoy convencido que nos corrían a gorrazos por osados. eso sí, no creo que nos dejaran ni empezar la primera corrida. Que se vaya y que lleve tanta paz como tranquilidad deje.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

M.D.V.L:
Pues sí, se podrá querer arreglar esto, pero el daño ya está hecho y es muy grande.
Un saludo

Anónimo dijo...

Hoy he entrado , por vez primera, en tu grada del seis, espero que tú sigas escribiendo y yo pueda regodeandome al compartir e identificarme con tu estilo y tu "vision desde la ALTURA ". Recibe un saludo ca
rgado de animo de Joaquín Cantero.

Enrique Martín dijo...

Joaquín:
Pues hoy tendré que marcar la fecha con un círculo rojo para que resalte. Ya adivinarás que supone mucho para mí, aparte de una dosis extra de ánimo y necesidad de superación para agradar medianamente a todo un aficionado. Pero el notar ese apoyo seguro que me dará fuerzas para seguir adelante y saber que uno no está solo.
Un abrazo