jueves, 19 de diciembre de 2013

Felicidades para todos los aficionados

¿Dónde está el toro, Barbitas?


Como dice la cancioncita de las caras de susto, ya llegó la Navidad, la época del año en la que nos ablandamos como un bizcocho mojado en chocolate hirviendo, con tantos buenos deseos, que si se cumplieran la mitad de ellos nos aseguraríamos una vida plenamente placentera para nosotros y para varias generaciones; pero, desgraciadamente es llegar el día de Reyes por la tarde y ya nos aparece la inquina, que si vaya porquería de regalo de los cuñados, que si la cuñada me regala un frasco de colonia para niños, que si la otra me ha regalado el mismo disco que le regalé yo el año anterior pero con otro papel de regalo, que si la suegra te regala una bufanda del Madrid y sabe de sobra que eres del Aleti, que si el antitaurino te regala las obras completas de Mosterín, tú le endilgas el Cossío en vena, y el desalmado de siempre que te aparece con un disco de Ismael Serrano o las obras completas de Perales. Ojito, que ahí hay algo más que inquina, casi hasta unas dosis de odio más que considerables.

Pero seamos buenos, abramos nuestros corazones y felicitemos a todo el mundo, aficionados, cabales y no cabales, taurinos, no tan cabales y nada cabales, a ganaderos y ganaderos, toreros y pegapases, veedores e invidentes, presidentes y orejadonantes, a esos mulilleros que salen con el freno de mano para forzar al usía a que dé la oreja, a esos banderilleros que estampan los toros contra las tablas, a los que hacen la rueda, a los que les cabe un resort entre él y la muleta, a los que se encaran con el público y con el Rey de Flandes, a los que corean a los maestros hasta que se les seca la boca, a los de los bocadillos gigantes, a los del baja tú y los del no traje traje, incluso a los que exigen el toro íntegro y el toreo verdadero, a todos.


Como en estos días uno se puede poner todo lo blandengue que pueda dar de sí y todo lo que aguante la nariz el pestuzo a moñez y a colonia rancia de bebé, que es como huele la ñoñería, que de primeras parece que gusta, pero al momento no hay quien la pueda soportar sin fruncir el entrecejo, pero uno va a abusar del momento, así que me aprovecharé también para agradecer la presencia y el apoyo que tantos aficionados me dan con cada entrada; y mira que uno a veces se pone respondón y que ve las cosas a su manera, pero es en esos momento cuantas más adhesiones recibo, eso sí, cada uno reafirmándose en su punto de vista, pero concediéndome el privilegio de poder opinar según mi propio parecer. Anda que eso no vale nada. Cuando hay acuerdo todo es más fácil, pero que uno diga lo contrario de lo que el lector piensa y que este valore tu sinceridad, es para sentirse muy orgulloso de los visitantes que uno tiene. Siempre intento que la grada esté limpita, calentita en invierno y con una brisita en los meses de calor, con sus letras todas bien colocaditas formando palabras, frases, párrafos y dando lugar a una idea. Pero cuando uno cree que ya está todo como los chorros del oro, empiezan a llegar los comentaristas, uno pone un cuadro en una pared, otro se trae un sofá y una mesa de centro, otro las sillas y la mesa de comedor, la alhacena, una alfombra, unos libros en las estanterías, las cortinas, el suelo pulido y brillante. Total, que uno se creía que ya lo había dejado todo más que niquelado y se encuentra que le han dejado la casa hecha un museo. Así son mis amigos, que aquí me he encontrado muchos. Amigos de verdad y de todas partes del mundo. Unos más callados, otros más participativos y todos empujando. Con unos comparto pastillitas de colores, para ver si llegamos a entender la Tauromaquia 2.0, con otros los cabreos de las tardes venteñas, las diferentes formas de ver la Fiesta, desde el Sur, sintiendo ese olor a quemado que desprenden los pitones, desde la juventud que puede con todo, la serena madurez del que ha vivido muchos toros, quien dedica su vida a criar los toros más guapos, los que mantienen su afición lejos de la calle Alcalá, algunos tan lejos que sueñan con pisar un día mi plaza, los que la visitan todos los años varias veces, los que sin el toro mueren y con los pegapases se desesperan, esos amantes callados del toro, tantos y tantos perfiles, que si los uniéramos veríamos como todos juntos tienen forma de toro, un toro imponente, encampanado y majestuoso. Pues gracias a todos, muchas gracias por ayudarme en momentos complicados en los que me agarré al toro, me refugié en mi grada del seis, sin que nunca me faltara compañía. Por todo esto uno sólo puede hacer dos cosas: mostrar  gratitud y seguir habitando este espacio queriendo regalar algunos buenos ratos; unos me dicen que se ríen, otros que al menos se les ha arreglado el día, otros que ven que no están solos, en fin, como para no sentirse feliz y muy, muy satisfecho. También habrá a quien maldita la gracia que le hacen mis ocurrencias, pero les puedo asegurar que no pretendo molestar, nada más lejos, pero tampoco quiero callar y si alguien no se siente a gusto con lo que digo, les ofrezco mis disculpas, pero no mi silencio, tampoco estaría bien. Pero bueno, lo voy a dejar aquí, porque al final me voy a empezar a echar flores yo solo y eso sí que es insoportable, no lo aguanta ni una abuela muy cegada con el nieto pesado. De nuevo muchas gracias, que tengáis unas felices fiestas, aunque sea con la cuñada, el cuñado, los sobrinos insoportables, los suegros, la tía soltera, la que se quedó viuda hace 30 años, el sobrino que vive solo y que viene con la novia, una chica que al verla provoca que todo el mundo se haga la misma pregunta, ¿qué hace con este memo una chica tan… limpia y simpática? Nadie lo sabe, pero después de las uvas hay tortas por darle un beso y un abrazo a la novia del zángano ese que, como todos los años, se ha puesto la pechera perdidita de hollejos y granitos. Felices fiestas y que no nos falte el toro, que ya falta bastante.

10 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Pues mire don Enrique, que reciba Usted el doble de lo que para mí desea... Y que lo que está por venir embista con buen tranco y por derecho.

Reciba un fuerte abrazo desde el otro lado del mundo.

Cárdeno dijo...

Igualmente para todos los tuyos, … Paz, amor, salud y suerte.

I. J. del Pino dijo...

Don Enrique, son ya unos años leyéndote, comulgando contigo unas veces y discrepando otras, pero como bien dices, siempre en buena sintonía. Como diría el Rey, en estas fechas tan entdañables, la gueina y yo te deseamos feliz Navidad y que el año que viene, al menos, nos podamos seguir leyendo.
Un abrazo, compañero.

franmmartin dijo...

Caminito de mi Ardales Feliz Navidad a todos,amigos.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Me dicen a mí hace unos años que iba a recibir estos buenos deseos desde tan lejos y que lo mismo de lejos iba a encontrarme un compañero de pastillitas de colores y le aseguro que no me lo habría podido imaginar, pero el caso es que muchas veces la realidad supera a lo que cualquiera se puede imaginar.
Un fuerte abrazo

Enrique Martín dijo...

Cárdeno:
Muchas gracias y que tu recibas lo mismo para ti y los tuyos, que podamos seguir adelante.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

I.J. del Pino:
Es verdad, ya llevamos años. Con ciertas discrepancias, pero benditas discrepancias. De ellas se obtiene el beneficio de hacerte pensar, de darle una vuelta más a las cosas y de verlas dos pasos más alejado, donde se percibe mejor el problema.
Pero lo que me he encontrado de verdad ha sido a una gente con la que uno se siente muy bien.
Un abrazo muy fuerte para ese monosabio que tanto nos enseña. Que sigamos leyéndonos... y discrepando.

Enrique Martín dijo...

Paco:
Disfruta de tu pueblo, tu gente, esos nietos que te tienen el pan cogido bajo el brazo y esa afición que a pesar de todo aguanta. Muchas felicidades y un abrazo de uno que se siente muy satisfecho de llamarte amigo y orgulloso de que me lo llames.

El Secreto de la Bravura dijo...

Enrique:

Te deseo una muy FELIZ NAVIDAD y un próspero año nuevo, a ser posible lleno de Toros, bravos o mansos, pero que sean Toros de verdad.

Espero que lo pases genial con los tuyos y te deseo toda la suerte del mundo para el 2014.

Un fuerte abrazo amigo Enrique. En mi carta a los Reyes Magos voy a poner: ¡que Enrique Martín no deje nunca de escribir!

Enrique Martín dijo...

Alberto:
Qué grande eres, jajajaja. Pues pídele a los Reyes que me traigan ganas, que a veces a uno se le escapan como si tuviera un boquete en el depósito. Pero también te digo que en momentos de esos uno ve que un chavlín de Medina Sidonia pone en jaque a la empresa de una plaza de primera, a uno de Trigueros que te inyecta el toro en vena y a tantos que te animan, que al final se me pone el nivel a tope y volvemos para adelante.
Te deseo que lo pases de lujo en tu casa, que disfrutes de tus paseos por el campo, que estoy seguro que te los darás, si no es que ya te has pegado unos cuantos, y que no pierdas esa afición y esa atracción por el campo que tan bien conoces y tan bien escuchas.
Un abrazo para mi amigo de Medina Sidonia.