jueves, 29 de septiembre de 2011

Una plaza muy, muy cariñosa



La plaza de Madrid ha evolucionado, usando la terminología de los taurinos cuando quieren decir degeneración, ha pasado de ser una plaza seria, después una plaza amable y al final se ha convertido en una plaza muy, muy cariñosa. Daba gusto ver como trataban a los tres novilleros en la primera de la Feria de Otoño, y lo poco que se han quejado del ganado y lo que han aplaudido al noble y buen sexto, a pesar de no haber sido casi picado y de su forma de arrancarse al caballo, que más parecía un gazapeo que una galopada alegre y codiciosa contra el tío del palo largo.

Los de don Gabriel Rojas han sido el prototipo del toro moderno, o salen mulos o salen babosas que se comen la muleta. Vamos, que un poquito más de ánimos y lo mismo estamos hablando del indulto de un novillo en Madrid y nos ponemos en la senda que ya iniciaron otras plazas, como Sevilla, que se empieza por el novillo y se sigue por… pero eso ya es historia. Silbato, que así se llamaba el novillote, tras superar los trámites del primer y segundo tercio, se encontró con la muleta y su poderoso poder hipnotizador. Embestida tras embestida, nobleza a raudales y sin tirar ni una mala cornada. El ganadero puede que esté muy feliz y orgulloso de lo que ha sacado su pupilo, que no ha sido poco, pero de ahí a pensar en darle la vuelta al ruedo, como he escuchado a algunos mientras salíamos, hay un mundo, pero es que cuando uno se pone cariñoso, la seriedad se alborota y salta por la ventana.

El cartel lo formaban Francisco Montiel, Alberto Durán y Víctor Barrio, y ninguno resultó ser el triunfador de aquellas novilladas de julio que aparte de ofrecer la posibilidad de torear en Madrid, además venía con el regalo de tener garantizado un puesto en esta feria. Francisco Montiel ya parecía atisbar el calvario que tenía que pasar cuando al primer lance vio como le salía volando el capote. Mala lidia, nula colocación y toneladas de aburrimiento y sosería en su parado primero al que logró finiquitar después de escuchar dos avisos. En el segundo se fue a portagayola, mantazos de recibo y más de lo mismo, aparte de la cogida de Antonio Cama, rápida y certera. Nueva sesión de mantazos con el capote, trapazos con la muleta y el vía crucis de la espada, el descabello y el puntillero. Alguien tendrá que contarle a Montiel que para matar hay que bajar la mano izquierda, que para descabellar hace falta que el toro se descubra y que si el puntillero no atina, igual acabas viendo como se te va el toro a los corrales. Pero como el roce hace el cariño, el matador solo ha tenido que escuchar un tímido abucheo a modo de tironcillo de orejas. Ya habrá días mejores. Total ¿a quién no le han sonado los tres avisos en Madrid? Y pelillos a la mar.

Alberto Durán se destapó con un más que aceptable quite a la verónica, rematado con una media de rodillas. Vulgar con la muleta, con demasiadas carreras y sin acabar de quedarse quieto, cambiando el toreo por el trapaceo y sin cuidar la colocación. En su segundo una especie de tafalleras sin gracia, apiladas con dos verónicas más, para acabar con otra faena de muleta insulsa y aburrida.

Cerraba la tarde Víctor Barrio, al que después de tantas comparecencias al final uno le coge cariño. Para que luego digan que lo de Madrid no se valora; una faena valiente y con cabeza a un novillo complicado, otra vulgar a uno bueno y con eso ya ha venido a la oportunidad de julio y a la recién estrenada Feria de Otoño. Y bien que la ha aprovechado la tarde el segoviano. Vale que no ha encontrado su sitio durante la lidia de sus dos novillos, no importándole tener que pasar por el culo del penco en el primer tercio, ni si el toro iba al relance contra el peto o si ponía en práctica la afamada suerte del “ahí te quedas”, sin preocuparle si los terrenos son los adecuados o no. Con la muleta muy vulgar y mal en su primero y aprovechando las dulces embestidas de su segundo. Recibió al que cerraba plaza de rodillas, mantazo va y mantazo viene. Mucho derechazo componiendo la figura, llevando al novillo enganchado al pico de la muleta, allá por las lejanías, no vaya a ser que en una de estas se le ciña y le manche el terno. Ni por el derecho, ni por el izquierdo impuso su ley, acompañaba el viaje sin mando, ni toreo. Y para agradecer el cariño recibido, nada mejor que tirar de repertorio de plaza de talanqueras o puede que sea lo apropiado para una plaza muy, muy cariñosa, pero como uno no está acostumbrado a tanta amabilidad, pues se pierde, me pierdo, no acabo de cogerle la medida a esta relación entre los de arriba y el de abajo. Estocada entera y contraria y la orejita, ¡Viva los despojos! La pena es que la oreja bien limpita, bien lavada y con unas judías, no da para invitar a comer a toda una plaza de Las Ventas, pero ¿qué más da? si lo que cuenta es la intención y el ser cariñoso, eso siempre, hay que ser muy, muy cariñoso.

10 comentarios:

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
Ya se echaban de menos tus crónicas, siempre tan acertadas y tan precisas, y una vez más estoy contigo al 100 x 100 de lo sucedido en Madrid.
¿Demasiado cariñoso el público no? Fíjate que se decía…. “cuidado si Conchi va a Madrid en otoño, el público es más exigente que el de verano”
Hoy es de esos días que como aficionado estoy realmente frustrado con la categoría que está demostrando y ofreciendo Madrid. Y ojo, quien me lea puede pensar que estoy en contra de los novilleros, o que debemos ir a buscarlos fallos. Mas lejos de la realidad, lo que es cierto es que los novilleros, novilleros son, y está claro que no se le puede medir igual que a un matador de toros, pero…..si a Madrid se va, se tiene que ir con unos mínimos de preparación y algo de ilusión, los novilleros tienen que dar al aficionado razones de porque están en Madrid y porque que quieren ser toreros, pero nada de nada…..

Enrique, más de lo mismo, estoy seguro de que el dia 1 de Octubre nos quitaremos esta espina.

franmmartin dijo...

He visto la novillada (con mas trapio y cuernos que las corridas de San Miguel en Sevilla) al relance,como ahora se picotean casi todos los toros,entreverando otras actividades con la de teleespectador y por supuesto sin sonido.
He detectado la inexperiencia,unos más que otros,de los novilleros cosa disculpable y lógica.He echado en falta ese gramo de locura que necsita un novillero para dar que hablar a la afición y eso no se aprende en la Escuela,donde en el frontispicio no estaría de más la máxima de "si no embiste el novillo,embiste tú".

Scotty dijo...

Hola Enrique,

El ganado fue vergonzante, otro saldo mas de taurodelta, miedo me da la de gavira sabiendo como se las gastan...!

El rojo y oro, le daba igual que se lo echaran a los corrales, no puso ni interes.

Con Duran discrepo, se le vieron modos, y con lo poco que torea ya es algo, está falto de muchas cosas pero algo tiene...no se muy bien qué!!

Barrio, que pena, un novillote moderno de esos que envisten con una pila duracell en el culo, pero que se retrato en varas. Barrio amontonado y pueblerino..!!

Hoy estarás emocionado ¿no?
Perera y Castella con un ex torero!!

Animo, yo hoy pasooo!!

Saludos

Enrique Martín dijo...

Diego:
Tienes toda la razón del mundo en cuanto a que no hay que cebarse con los novilleros, pero coincido en que a Madrid no se puede venir a pasear. Y Barrio ya se ha paseado bastante. Tú tienes mucha fe en el día 1 y yo tengo la mosca detrás de la oreja a cuenta del ganado. Ya veremos.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Franmartín:
Tú lo has dicho, les falta ese punto de locura y si el novillo no embiste, pues que embista el novillero. Además si el aficionado aprecia esta decisión, inmediatamente se pone del lado del chaval y le apoya y le empuja para que tire para arriba, pero ahora los novilleros no se forjan para ser toreros, solo buscan ser figuras y lo primero que aprenden son las cosas feas y ese desdén cuando las cosas no marchan como quieren.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Scotty:
Yo me quedé asombrado cuando le echaron el novillo a los corrales, por él y por el público, que se lo tragó casi sin rechistar. Y se lo echaron para atrás por su ineficacia más absoluta.
Durán es verdad que a veces da flashazos pareciendo que tiene algo. Como se decía antes, habrá que verlo.
Lo de Barrio a mí me preocupa porque a veces me pienso que tengo algo contra él, pero no, es más, por cuestiones personales tiene muchas cosas por las que debería sentir cierta inclinación hacia él, pero es que ya cansa. Esa actitud como si no le importara nada, ese andar por encima del bien y del mal y luego esa vulgaridad provinciana. Y lo más curioso es que cuando mejor le he visto ha sido con un novillo complicado. Con los buenos tira de repertorio moderno y se hace insoportable.
Un saludo

Anónimo dijo...

Hacen falta más crónicas así, que ponen al descubierto los problemas de Las Ventas.
Algunos pensarán que el novillo era de vuelta al ruedo, yo creo que esto ocurre porque hoy en la fiesta lo mediocre se ve como excepcional, es lo que tiene el hastío, ¿Cuántas orejas baratas se cortan en el último toro? Pues eso.
Por cierto, ¿Qué tal la presentación de la novillada?

Estaré esperando tus crónicas de la Feria de Otoño. Un saludo.

Enrique Martín dijo...

Isa:
Exactamente, lo habitual ahora parece excepcional. Ese toro es lo que vulgarmente se conoce como una babosa, a la que se puede torear a gusto, pero que no cumple en el resto de los tercios de la lidia.
La presentación fue justita, quizás alguno se tapaba con los kilos, que por cierto, tampoco eran muchos. Para que te hagas una idea, no se puede decir que fuera el novillo habitual de Madrid.
Muchas gracias por tu fidelidad y por pararte a leer mis escritos. Espero no defraudar.
Un saludo

Unknown dijo...

Enrique me gustaría encontrarme en la sección cárnica de Mercadona, ternera de Gabriel Rojas. Creo que ahí es donde mejor podría estar.
Y mira si me estiras un poco, Montiel en los congelados, Durán en la caja y Víctor Barrio de encargado.

Enrique Martín dijo...

Iván:
Pues no le arriendo la ganancia a los subordinados de Víctor Barrio. Pero claro, con todo lo que torea en Las Ventas, así no tendría que pedir permiso, se lo daba a si mismo.
Un saludo