martes, 2 de noviembre de 2010

¡Había una vez… un circo!



Adrián, va por usted
Un circo que repartía alegría y felicidad a diestro y siniestro. Un engendro entre el “Circo de Manolita Chen”, por su casticismo, y el “Cirque du Soleil”, por eso de no incluir fieras en su repertorio. Allá por febrero y marzo nos amenazaban con su nuevo montaje para la temporada: “Tauromágicos”. Ahora lo ves, ahora no lo ves y ¡tacháaaaan! te la vuelven a colar.

Si hacemos caso a los profesionales y especialistas del volatín, cucamona y malabarismo, el éxito no ha tenido precedentes. No hay que tener en cuenta que entre Sevilla y Madrid se sumaran casi sesenta funciones entre abril y mayo y que el público se aburriera y en ocasiones se cabreara como una mona. En Sevilla irrumpió un tal Oliva Soto al que el respetable acogió entre grandes esperanzas, pero al que los empresarios y artistas de este circo de “Manolita Soleil” le mandaron ipso facto a limpiar la jaula de los elefantes. Parecido a lo que en Madrid sufrieron dos secundarios de la función, un tal Arruga y un tal Casanova, que un poco más y les destierran al oasis de Siwa.

Pero estaba muy pensado este tinglado de “Tauromágicos” para que no se consiguiera que saliera bien. La gran estrella del trapecio Pinito del July iba a demostrar lo que se puede hacer con un trapo y un palo en la mano. El hombre que más vueltas da en rededor suyo sin perder el sentido, al compás de un animalillo que va detrás de una tela de color rojo. Y no acaba ahí la hazaña, porque este mismo ejercicio ha sido capaz de repetirlo en varios escenarios, sin cambiar ni un punto, ni una coma. Cada ejercicio era un clon del anterior. Eso sí que es para enmarcar. Una vuelta y otra y otra más, hasta conseguir hipnotizar a toda la concurrencia. Bueno a todos no, había algunos que decían que tenía truco, ¡sabrán ellos! Que bajen ellos a dar esos volatines veleteros sin tan siquiera tambalearse.

Aunque no ha sido éste el único genio que ha esparcido su magia por el mundo. ¿Quién se puede olvidar de la velocidad de las frenéticas carreras del Fandi…ni. Directamente del circo de Monza, para todos los públicos de España, Francia, Portugal y América. Velocidad y precisión perfectamente conjugadas. El grande, la reencarnación del hombre bala, capaz de alcanzar unas velocidades estratosféricas y además atinar en lo alto del lomo de un animalito, negro generalmente, que no llegaba a ver de donde le caía el rayo de su arte.

Los increíbles 7 Grandiosos, o como se anuncian por ahí, los G7, los acróbatas más esperpénticamente acoplados en pos de un interés común, común a ellos solamente, pero común. Con sus ejercicios de prodigiosa elasticidad para encajar donde les pongan y su increíble capacidad para obnubilar hasta a los señores ministros del gobierno. Ahora estoy aquí, pego un salto con un escalofriante volatín y me planto en el Ministerio de Cultura en un abrir y cerrar de ojos; que ahora estamos con la ministra y ¡voilà! Pues ahora me planto en un hotel cercano para dar una rueda de prensa casi en la clandestinidad y sin que se note que les acaban de dar una larga cambiada digna del mismísimo Rafael el Gallo. Y que conste que en estas giras de entrevistas osan actuar sin red. La lástima es que estos “shows” sólo son para disfrute de unos pocos privilegiados, ministros, ministras y otras autoridades de alto nivel.

Y todo esto vigilado por el ojo que todo lo ve, con la majestuosidad propia de los elegidos, por aquel que este año ha celebrado que ha alcanzado la cifra de… ¿de cuántas? No sé, pero han sido muchas corridas del Maestre Ponce, el califa de Chiva, el que ha reinventado las artes circenses, el que ha conjugado riesgo, arte, estética y un excelso sentido de la precaución.

Luego también ha habido algunos que no podrán tener nunca el privilegio de actuar bajo la carpa de este “Cirque du Chen” y nunca serán adornados con el título de Tauromágico, esos son un tal Mora, un acabado que hay que apartar, un nefasto Cuadri, que pretende criar un animal poderoso, con presencia y que se ha acercado mucho a un espécimen que llamábamos toro de lidia, Frascuelo, ese que sólo hace gracia a unos absurdos de su pueblo, Madrid y otros que han ido sobreviviendo en este circo como han podido y que en una tarde, acompañando a ese acabado de Juan Mora, puede que se hayan autoexcluido, Curro Díaz y Morenito de Aranda. Y que conste que no me he olvidado de ese José Tomás, pero una mala tarde la desgracia nos lo quitó de repente para el resto de la temporada. Habrá que esperar todavía más de lo que llevamos esperándole.

Como guinda y plato fuerte, no podían faltar los payasos, pero cosas de las modernas performances, éstos no saltan a la arena para hacer las delicias del respetable. En el Cirque de Chen al Soleil, los payasos son los que están en los tendidos y a los que se le quiere cerrar la boca a toda costa; hay que tener en cuenta que en un espectáculo de alegría, jolgorio y titiriteros no caben unos vociferantes señores que se empeñan en descubrir el truco, por muy evidente que este parezca. Eso sí, en el momento en que entregan su dinerito al dueño del local, no le ponen ninguna pega y es más, le intentan convencer de que ya no va a haber más trampa y que lo que van a ver va a ser “El mayor espectáculo del Mundo”.

No sé, pero visto lo que ha dado de sí la gira de “Tauromágicos”, casi parece mejor haberse quedado fuera del espectáculo y convertirse en un ente marginado no apto para este circo. Parece que sólo tiene porvenir aquel que se apoya en la trampa y en la vulgaridad. Y es que tal y como están las cosas, esto no hay quien lo entienda. A mí me queda una duda, y es que si los que tanto alboroto montan con este espectáculo, ¿realmente disfrutan? De que se divierten no me cabe duda, pero... ¿disfrutan? De momento sólo queda esperar al nuevo “show” del “Cirque de Manolita al Soleil del Chen” aunque que nadie se haga muchas ilusiones y que no espere grandes cambios.

PD: No quiero dejar pasar la ocasión de recordar a un torero que sufrió la parte mala del toreo, pero que pese a todo reconocía su agradecimiento a este arte. Desde hoy hay uno más en la cuadrilla de los ángeles del cielo. Adrián Gómez, torero, descanse en paz

14 comentarios:

Unknown dijo...

Te he leído muchas veces Enrique y en alguna ocasión no me atreví a escribir...me quedo tan pequeño con tus palabras...
Hoy sólo me sale una: ARTISTA!
PD:El día que te pase la factura de la tinta que gasta mi impresora con tu blog, desjarás de ser mi amigo.
Un abrazo!!!centraleroforever

Xavier González Fisher dijo...

Aunque contado así mueve a risa, en el fondo debiera preocuparnos el que nadie tenga el más mínimo interés en solucionar los problemas de fondo de esto.

Los toreros no arriesgan y dejan de lado a los que les "incomodan"; los ganaderos que crían bravo tienen que mandar sus toros al matadero, porque en las plazas no tienen lugar y los que pagamos y exigimos lo que nos cobran, o somos "locos" o somos "intrusos" si nos atrevemos a expresar más o menos públicamente nuestro parecer.

Ya señalaste el camino del circo, ¿por dónde queda el del pan?

Un abrazo.

David Campos dijo...

Enrique:

Dices en tu acertada entrada que osan actuar sin red. Y digo yo, ¿para que la quieren?, ¿crees que se van a hacer daño si caen? Es más, ¿crees que se van a caer?

¿Que pensarán de todo este tinglado los Fundi, Urdiales, Sergio Aguilar, Fernando Cruz, Robleño, Iván Fandiño, Rafaelillo y otros tantos encargados de ponerse delante de los leones?

Me sumo también desde este blog al pésame para la familia y amigos del TORERO Adrián Gómez.

Un saludo!

Enrique Martín dijo...

Iván:
Muchas gracias por tus palabras, siempre muy estimables, pero algo parecido digo yo de tu entrada sobre Adrián. Ya ves que todos tenemos nuestras debilidades.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Me halaga muchísimo el que digas que esta entrada pueda mover a la risa y que a continuación saques las conclusiones que sacas sobvre los que quedan fuera. Los buenos aficionados como es tu caso, sonreiréis y al mismo tiempo os quedaréis con una sensación desagradable. Los taurinos no se reirán y sólo tendrán la sensación desagradable porque un don nadie se atreva a escribir estas cosas de ellos, los intocables.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

David:
Sería demasiado exigirles a estos toreros que nombras el que se desmarcaran de ese circo. Es más, a algunos como el mismo Urdiales sólo le queda ciscarse en público en las familias y descendencias futuras de los circenses de ahora. De momento sólo le queda ridiculizarles cada vez que se planta delante de un toro con la muleta y se pone a torear, no a pegar pases.
Un saludo

Juan Arolas dijo...

Que alegoría más acertada y que triste a la vez. El antagonismo que han creado sólo genera aburrimiento y además como bien comentas nos quieren convertir en los payasos. ¿Cómo están ustedes...? Bieeeen.

Enrique Martín dijo...

Juan:
Muchas gracias por tu comentario y por considerar que esta entrada merece ser reproducida también en tu blog. Muchas gracias
y un saludo

Anónimo dijo...

estoy deacuerdo con usted en todo menos en meter a jose tomas en el mismo saco.Jose tomas es un torero de mucho valor pero no tiene ni gusto ni empaque ni toreria ni sabor ni pellizo...tampoco es un torero lidiador simplemente se planta y punto.no sabe dominar un toro y mucho menos enseñar a embestir.INcluso si me apuras muchas veces es hasta un "pegapases"
Por lo demas estoy deacuerdo en sus criticas al juli y su gusto por toreros de empaque como frascuelo y curro diaz.ESO ES TOREAR!!YO desde luego no veo que jose tomas tore con el pecho y la cintura y muñecas PERO BUENO SI ALGUNOS LO VEIS?lo mismo yo estoy ciego..mas bien torea con la barriga!!y con el cuerpo!y el toreo señores es con las muñecas y la cintura "lo demas sobra"que se queda muy quito?PUES CLARO!!pero hasta ahi...
Deberias a ver metido en el saco de el juli torero tan vulgares como perera,cid y talavante que ya apestan!!!lo unico que saben hacer es retorcerse como marmotas torear con la pierna retrasda y dar pases y mas pases..

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
No le voy a negar la evidencia de que José Tomás parece que lleva tiempo coqueteando con el lado oscuro del toreo, pero también le puedo decir que las dos últimas tardes en Madrid, que han sido las dos últimas veces que le he visto, toreo tal y como usted describe que debe ser el toreo. No creo yo que sea sólo quietud, ni como muchos quieren hacer creer, que es un suicida. Aquel día esviaba el viaje del toro con la muleta, lo despedía con un giro de muñeca y rompiéndose la cintura, para quedar colocadopara el siguiente pase, sin tener que echar la pierna para atrás. A partir de ahí no quiero enjuiciar más, pues igual que no me creo las magestuosidades que se dicen de otros, si yo no lo he visto no lo valoro. Sí que es verdad que también me vale de mucho lo que dicen los buenos aficionados, muchos de los cuales se pasan de vez en cuando por aquí, pero eso no quiere decir que a partir de esa opinión yo me lance a defender su hacer en cualquier sitio. Como digo en la entrada, habrá que seguir esperando y ver si nos sale bravo o si canta la gallina.
Un saludo

Anónimo dijo...

Acabo de leer en un blog la crónica que escribió el maestro Vidal en El País el día 18 de Mayo de 1992 con motivo de la cogida que sufrió José Luis Bote, por un TORO de Alonso Moreno de la Cova. Copio y pego unos párrafos bastante elocuentes:

“El resobado argumento de que siempre ocurrió igual en la fiesta es falso. Cierto que las figuras de las épocas históricas solían exigir ganado de casta brava y el de casta no tan buena se dejaba a los segundones. Pero esa era la única diferencia, no pequeña, de acuerdo porque el toro íntegro salía para todos. Ahora, en cambio, a unos le echan el toro y a otros la mona. Y, encima, a los de la mona hay que llamarlos profesionales, poderosos y creadores del arte inmarcesible”
“La confusión entre toro y mona es de tal naturaleza, que cuando sale alguno de aquellos, muchos se echan las manos a la cabeza. Cada vez acude más gente a las plazas con la pretensión de pasar una tarde apacible, como si fuera a presenciar un espectáculo de ballet. Y la fiesta no es eso. La fiesta es arte y es emoción. La fiesta es gloria y es tragedia”

Está escrito hace casi 19 años, ¿qué diría hoy Don Joaquín?
Lupimon

Enrique Martín dijo...

Lupimon:
Pues el bueno de don Joaquín o se daba la vuelta y nos decía ahí os quedáis, que me vuelvo al cielo o cogía la pluma y como el que no quiere la cosa dejaba a todos en paños menores con ese ingenio y ese genio que sólo él tenía.
Y a todo lo dicho sólo puedo decir Amén.
Un saludo

Anónimo dijo...

te leo a menudo y estoy a favor en cosas y en otras no te entiendo.Hablas que te gustan los buenos toreros los de empaque,gusto,arte,sabor,toreria..y metes en el saco a jose tomas..acao jose tomas tiene gusto,empaque,arte,dominio,maestria??que tengo mucho valor no lo discuto pero otra cosa es torear..

Enrique Martín dijo...

Anónimo:

Meto a José Tomás porque creo que es de los que torean con más verdad, por lo menos lo que yo he podido ver en Madrid, y si bien no tiene la clase de Curro Romero o Rafael de Paula, no es un torero al que le aflte el arte. En lo del empaque no me meto, porque no sé si en algún momento habré usado ese término, pero no suele estar dentro de mi vocabulario taurino. Es valiente, pero no sólo eso. Yo no distingo entre elegante y torear a distancia y los que se los pasan cerquita ya son sólo valientes o suicidas. También es verdad que últimamente parece ser considerado como artista únicamente el torero pinturero y José Tomás no lo es, igual que tampoco lo era el Viti y tenía muchísimo arte, o Andrés Vázquez, aunque su toreo no era ni barroco, ni tenía esa puinturería.
Un saludo y muchas gracias por esa fidelidad que siempre ayuda.