jueves, 25 de noviembre de 2010

Se inaugura el zoo de especies extinguidas


Corran niños y mayores a hacer cola en el nuevo parque zoológico que a no mucho tardar se va a abrir en nuestro país. Falta definir la ubicación definitiva, aunque todo apunta a que el lugar elegido será el campo charro. Al menos es que el que más espacios naturales puede poner a disposición de las autoridades que decidan embarcarse en esta iniciativa urbanístico ecológica.

Los campos de Salamanca permitirían un fácil acceso a Madrid, a dos horas de autovía, con aeropuerto próximo y con tanto terreno para expropiar en las dehesas de ganaderías que van a desaparecer en un abrir y cerrar de ojos, que posibilitaría la construcción del parque temático ExpoNecio. Incluso sería mucho más cómodo el traslado de algunas reses de Atanasio Fernández, desde Campocerrado, los patas blancas de Sánchez Cobaleda y quién nos dice que pronto podremos contar con los Coquillas. Nos va a quedar un parque estupendo; incluso, en lugar de mantener los ejemplares vivos, se podrían disecar. Así se podría permitir que los papás pasasen a los cercados con los niños, para que éstos los tocaran, se subieran a ellos y hacer la visita mucho más participativa. Y allí mismo se habilitaría un aula taller en el que esos niños pudieran jugar al juego educativo “La extinción ecológica”.

Ya lo estoy viendo; un resort con campos de golf, pistas de padel, squash y monopoly, salón multiusos, auditorio con proyecciones de las dos mejores faenas de los ídolos del momento. Se prevé la construcción de unos minicines para poder ver más que dos a lo largo del día. Aunque si se trata de una lección de torería de Ponce. Igual habría que poner una única faena, no daría tiempo a más, ni empezando a las ocho de la mañana. Con unos sillones amplios y cómodos en los que el espectador pudiera dar una cabezadita a partir de la tanda veinticinco.

Y yo que me pensaba que me iba a afectar el que toda una ganadería única y de la que parece que ya sólo quedará el recuerdo, pero no, estoy feliz. Vamos, tan feliz como pueden estar los amantes del toro artista, esos bajitos y bonitos, noblotes ellos, que no se rebelarían ni aunque les redujeran su ración de pienso a la mitad. Al fin podremos disfrutar de una fiesta alegre, despreocupada, uniforme, monotemática, adocenada, aburguesada, vulgar, mentirosa, aburrida, sosa, insulsa, tediosa, sin emoción, pero eso sí, con un ganado que en los test de “toreabilidad” reventarían el contador.

No creo que vaya a haber manifestaciones por las calles de Madrid, Barcelona o Sevilla, incluso no creo ni que vaya a salir en la tele en el Telediario de la noche, ni tan siquiera saldrá en las páginas de cultura o naturaleza de cualquier periódico de gran tirada. Al fin y al cabo sólo se pierde un encaste, que además ya no interesaba a nadie. Lo que no vale a la basura y punto. Total un toro que lo mismo salía manso de foguearlo, como que únicamente iba al caballo para hacerlo bailar sobre sus extensos pitones, sin aguantar como un perrillo doscientos derechazos sin salirse de la línea recta. Un toro con una arboladura que incomodaba a las figuras que mantienen la fiesta en todo lo alto. ¿Para que queremos ver como estas figuras se desenvuelven ante un tipo de toro diferente del borrego al uso?

Igual que pasó con los Atanasios, con los patas blancas y, Dios no lo quiera, con los Coquillas, al final no pasará nada y seguiremos discutiendo sobre orejas de oro, medallas a las Bellas Artes, propuestas parlamentarias, toreros mandones, toreros paradigma de la regularidad, toreros que torean tan mal como hablan, toreros a los que vetar, no vaya a ser que descubran el engaño, empresarios pedigüeños sin rubor, si Cultura o Interior y tantas y tantas cosas que nos alejan de los fundamental y nos enredan en lo accesorio. Luego un día un parlamento autonómico prohibirá las corridas de toros y nos tiraremos de los pelos, apelaremos a la libertad, al derecho al trabajo de unos profesionales y a no se cuántas frases que suenen bien, pero la realidad es que esto importa un pito a los que viven de ello y nos quita la vida y la ilusión a los que vivimos por ello. Señores profesionales, ¡váyanse ustedes a la real…!

10 comentarios:

MARIN dijo...

Bueno Enrique, desde esta mañana que me enteré de la noticia y la escribí en El Retoñal hasta ahora, creeme que todavia no me creo esto. Es una autentica barbarie lo que estan haciendo. Me da muchisima pena porque yo amo a este animal.
De las faenas que supuestamente pondran en ese cine de "ficción" al que aludes, seguro que encima pondrán alguna de Manolete o El Cordobés con estos patas blancas... encima. Y luego, con el paso de los años y quizás siglos, vendra otro Spielberg americanito que hara el Taurasic Park en el campo charro... y luegos los niños nada mas que querrán peluches de lo que un dia fueron los famosos Vega-Villar...
Bueno, como dices en el blog de Antonio Diaz, perdona por extenderme, pero si no lo hago aqui que vosotros me comprendeis... se me ponen los pelos de punta.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Pues me temo que los próximos van a ser los de Pablo Romero. Y de esta sangre sí que no queda nada más. A mayor desgracia, en caso de que el ganadero pidiera ayuda a las instituciones taurinas (que son las que pueden arreglar esto y no los resignados aficionados), seguro que se la negarían, como ya hicieron una vez.

Luis Miguel

Enrique Martín dijo...

Marín:
Al escribir lo del parque temático te aseguro que pensé en lo de Spielberg. Y es que es lo que dices, que luego los tendremos de peluches. Aquí se defiende todo, que me parece que es lo que hay que hacer, pero la ignorancia nos lleva a creer que todos los toros son lo mismo. Cuernos, rabo y negros, pues toro. Y no pidas perdón por la extensión, más bien te doy yo las gracias por esta mutua comprensión.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Luis Miguel:
Se le prestará ayuda a muchas cosas, pero para que vean los antis y ecologistas que la administración ha dejado a esto de la mano de Dios. Y apuntas muy bien lo de Pablo Romero. Creo que la lista quedará en un solo encaste y depués hasta puede que en ninguno.
Un saludo

Xavier González Fisher dijo...

Enrique: Lo "menos malo" de lo que cuentas es que tendrán vida, una triste vida, pero la tendrán. Rebuscaba entre mis archivos, pero de pronto no encontré una postal de un toro de Veragua disecado que está o estuvo en el Museo de Historia Natural de Madrid. Podrían reducirlos a eso y dejarlos en esto:

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1967/03/08/085.html

Saludos.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Mira si será negra la historia, que hasta ese toro, que era una lámina, con una capa preciosa, lo dejaron casi pudrirse en los almacenes del museo y no se sabe si se podrá restaurar o no.
Así cuidamos aquí nuestros tesoros.
Un saludo

eltorodelajota dijo...

Enrique,

Y luego algunos se llenan la boca con la protección de las especies en peligro de extinción.

El otro día me comentaba un veterinario que en muchas ocasiones, hay mas heterogeneidad genética entre diferentes encastes del toro de lidia que entre diferentes especies animales. Venía a decir que cada encaste, zootécnicamente hablando, era una especie distinta de los otros.

En este caso, además de los propios taurinos, en estos casos, también culpo a los organismos públicos. Creo que también es su deber preservar la diversidad animal.

Saludos

Enrique Martín dijo...

David:
Leo tu comentario y me quedo pasmado, porque no me cabe en la cabeza que pase lo que pasa, es como si viendo lo que dices me diera cuenta de que esa condena a los Cobaledas es de verdad, que no lo hemos soñado y encima nadie mueve un dedo. Y si nos ponemos a enumerar culpables no acabamos. Tu apunte del veterinario es oportunísimo, pero para esa panda sólo son toros.
Un saludo

David Campos dijo...

Enrique:

Creo que deberías haber acabado la entrada sin puntos suspensivos. Hay que decirles claramente el lugar de destino a donde los mandas.

Ya sabemos que a buen entendendor..., pero estos precisamente sólo entienden de dinero y a lo mejor se estarán creyendo que los mandas a la Real Maestranza. Estará pensando Canorea, porqué se los envías allí.

Un saludo!

Enrique Martín dijo...

David:

No te creas que no me costó aguantarme las ganas. Parafraseando a un compañero de localidad una tarde, o noche de esas en las que tu equipo y el mío estaba de pena, un veteranos de la grada soltó un "veros a la mierrrrda". QUizás no lo utilicé por si hay derechos de autor, pero ganas, ganas todas.
Un saludo