domingo, 20 de mayo de 2012

Y yo que me había quitado las medias



 Sólo José Manuel Zamorano estuvo a la altura con sus dos pares de banderillas


Gran cuestión en las señoras eso de quitarse las medias cuando ya llega el calor, algo importante de verdad, porque por no sé que motivo, una vez que se las quitan, tienen que esperar hasta el invierno para poder volver a hacer uso de ellas. Los hombres en cambio no tenemos esos problemas, nosotros somos mucho más prácticos, donde vaa parar; si nos quitamos los calcetines y nos ponemos las chanclas y sale un día como el de hoy, fresco y lluvioso, no pasa nada, nos ponemos otra vez los calcetines y encima las chanclas. Con esa discreta elegancia que nos caracteriza.

Nosotros no estamos todo el día pidiendo algo y cuando se nos concede nos queremos echar atrás. Qué va; nosotros con nuestra idea, hasta donde sea preciso. Y si se nos concede un deseo, pues a aprovecharlo. Bueno, no todos, hay sus excepciones. Los toreros por ejemplo, se pasan la vida repitiendo esa salmodia atornillante: “qué salga un toro que se mueva y que se deje pegar veinte o treinta pases”. O aquella de: “un toro bonito, proporcionado, que quepa en la muleta”. Pues ahí los tenéis los seis de Torrestrella. Porque no me dirán que no aguantaban esas embestidas, ni que fueran los elefantes esos que nos cargan como un mochuelo a la afición de Madrid. Pero ya lo decía el Santo Patrón, o quien fuera, una cosa es predicar y otra dar trigo.

6 toros 6 de la afamada ganadería de Torrestrella, propiedad de don Álvaro Domecq, variada de capas y presentación, pero con un comportamiento bastante uniforme. Esto ya es rizar el rizo, de colorines y todos muy parecidos entre si durante la lidia. Podríamos incluso pensar en algún momento que eran bravos, pero si nos fijamos a su comportamiento en el caballo, enseguida salimos del error. Es verdad que en líneas generales fueron bien a la muleta. Unos se paraban antes que otros dependiendo de las fuerzas almacenadas, pero podían soportar sus 20 o 30 pases. La prueba definitiva es el caballo; el primero cabeceó con desesperación al notar el palo en la primera vara y ya mostró más fijeza en la segunda vara, pero sin empujar: luego derrotaba en los engaños y se volvía antes de tiempo por el lado derecho y si a eso añadimos que su matador no le marcó nunca el camino, la conclusión es que este defecto no se le corrigió. El segundo, que quizás fuera el mejor para el torero, también se quiso quitar el palo corneando el peto, en la siguiente recibió un picotacito escaso; eso sí, siguió los engaños con nobleza, haciendo caso hasta cuando no se le hacían las cosas bien.  El tercero de la tarde, desastrosamente lidiado, fue suelto al caballo, se le picó trasero, como ya es norma, y en el segundo encuentro no hubo más que un leve picotazo. En la muleta se comió a El Payo, pero viendo las condiciones de éste, tampoco podremos decir que fuera por la codicia del de Torrestrella, más bien fue la inoperancia del azteca. El cuarto simplemente se dejó en el caballo, saliendo suelto de la segunda vara; alegre en banderillas, sin fuerzas en el último tercio, con la mala suerte de caer en manos de Juan Bautista, que se limitó a tirar a la papelera las suaves embestidas del animal. El asardinado quinto anduvo muy suelto por el ruedo, se fue a por el caballo casi en toriles, defendiéndose y en cambio, cuando acudió al caballo a contraquerencia empujó mejor. Luego los trallazos destemplados no hicieron tampoco justicia con lo que requería el toro. El último casi ni lo vimos, una lidia desastrosa por parte de las cuadrillas, contagiadas por esa apatía de su matador. Un picotazo y un marronazo y el toro mostrando fijeza en el peto. Luego, como todos, el animal esperaba que le mostraran la tela para ir a por ella, pero El Payo no estaba para eso.

De los matadores casi está dicho todo. Juan Bautista aburrido y ventajista, mucha carrera y pases sin temple, pegando tirones que daban con el toro contra el suelo. Me parece digno de admirar que se favorezca a los compatriotas en el caso del francés, pero no sé, que le dé un puesto como vendedor de almohadillas, como arenero para llevar la espuerta o como acomodador en los tendidos de sol, pero no cos tardes en plena feria de San Isidro.

Matías Tejela puede que haya cerrado su mejor actuación en Madrid, pero ojo, que nadie eche las campanas al vuelo. Estar mejor que nunca no es estar bien. Aceptables fueros sus verónicas de bienvenida a su primero, sin enmendarse y saliéndose hacia los medios. Intentó un galleo para llevar el toro al caballo, pero más bien parecía un velocista que un torero. Exceso de carreras para arreglar lo que no hacía con las telas. Chicuelinas apartándose e intentos de mostrar cierta variedad con el capote, lo que es de agradecer, pero que no culminaron con una buena ejecución de las suertes. Inicio voluntarios con pases por detrás y por delante, las primeras tandas en las que el pico entraba pero muy tímidamente y aunque citaba adelantando la pierna en el primer muletazo, a partir del segundo si que la escondía retrasándola. Poco temple y trallazos. Variado, pero sin sustancia. Una estocada entera pero tendida, puede que fuera el motivo del enfriamiento de muchos por lo que el alcalaíno no cortó una oreja. en su segundo parecía una veleta dando vueltas mientras que no templaba, se aceleraba y se limitaba a agitar la muleta. Trallazos al natural y con la derecha. No se le puede censurar en exceso, pero sí es verdad que ha perdido una estupenda oportunidad para revalorizar su cartel.

El Payo no estuvo, durante toda la tarde mostró una incapacidad más que notable. En ningún momento recordó a aquel estupendo y prometedor novillero que nos encandiló hace años. No aparentaba no tener capacidad para el toreo, aunque estuvo completamente perdido, más bien era como el que está en otra cosa y de repente se encuentra delante de un toro. Y no es que el ganado fuera especialmente complicado, pero no fue capaz de nada más que trapacear por la cara para acto seguido coger la espada y despachar de mala manera a sus oponentes, tan mala que hasta atravesó a su primero en una estocada que hizo guardia. Una lástima de tarde, que sin haber sido memorable, nos podría haber dejado ver el toreo relajado que muchos prometen. Eso sí, desde el primer muletazo, por cuando toreros como Juan Bautista se preparaba para lucirse, a partir de la tercera tanda, al animal ya no le quedaba nada dentro. ¡Ay! esos vicios de la tauromaquia moderna, que necesitan 30 pases para acoplarse y 100 más para pretender haber toreado con cierta calidad.

5 comentarios:

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
Eres mis ojos en la feria de San Isidro dado a que ayer tampoco vi la corrida...
Veo que la feria esta siendo todo un desastre...
Por cierto, hoy si veré la corrida deseando de que suene la flauta.

Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Diego:
Veremos en que estado están los Villamarta de Guardiola. Ójala que den la talla y se empiece ya la reconquista de todo lo que no es bodeguero.
Un saludo

Anónimo dijo...

Sintetizando a paso de banderillas…
Juan Bautista ventajista a más no poder, mejor abstenerse en volver por el foro.
Tejela dando su mejor versión, insuficiente a mi juicio para cortar un apéndice, pero con unas ganas y variedad en capa y muleta que son de agradecer habida cuenta del pésimo balance de lo que hemos visto hasta ahora.
Una gran desilusión me llevé con El Payo, me ilusionó de novillero por su valor y ganas. No es ni la sombra de lo que fue, por mucho que me duela debo decir que está para cortarse la coleta. Está ausente, sin sitio. Decepción también a la hora de picar por Tito Sandoval y por Efrén Acosta (hijo), parece que el padre no le enseñó bien la técnica. Curro Robles bien con los palos y en la brega del cuarto.

Del ganado decir que siendo flojito, ha sido de los menos flojos hasta la fecha y contabilicé tres con posibilidades de haberles cortado un apéndice: 1º, 2º y 6º. Eran flojitos y alguna caída tuvieron pero eran nobles, no hacían extraños e iban cuando eran citados.

Saludos
J.Carlos

Xavier González Fisher dijo...

¿Y quién será el Cid Campeador que saque adelante la reconquista que proclamas...?

Anónimo dijo...

Dicho y bien dicho está Enrique lo que pasó debiendo haber pasado otras cosas visto lo que saltó al ruedo que eran amiguetes, porque estos toreros si ni con esto pueden estar de otra manera les recomiendo que busquen otra profesión si es que aún están a tiempo...de cualquier manera sólo me quedo con la bonita lamina la del sardo que hizo sexto que quizá se fue para el desolladero con cosas que a quien le toco en suerte no quiso quizá porque no supo ni pudo, pero de igual manera Bautista que estuvo de campo y playa y nos lo vamos a tragar el día de los Adolfos y Tejela pues eso como bien desmenuzas
Un abrazo
Pgmacias