Les esperamos y no puedo más que estar muy agradecido por habernos llevado hasta aquí. |
Ahora en estas fechas se cumple el primer año inmerso en un
programa de radio, Tendido de Sol, y hace unos cuantos más, por la misma época,
ocho años atrás, en el 2008, me arrancaba en este Toros Grada Seis. Será que
los meses de octubre ejercen un poderoso influjo sobre servidor. ¿Y cuál era y
es el fin de todo esto? Pues está muy claro, hablar de toros, compartir esta
pasión, este amor heredado y enseñado por nuestros mayores, ese tesoro que
ellos recogieron, que cuidaron y engrandecieron y nos dejaron para que nosotros
intentáramos hacer lo propio. Después han venido multitud de amigos, infinidad
de satisfacciones y momentos felices, aunque el premio más grande es haber
podido seguir hablando de toros durante todo este tiempo. Solo hay una cosa
mejor que poder hablar de toros y esa es poder ver toros, poder ir a la plaza
todos los domingos, los tan taurinos meses de mayo de Madrid, las ferias de
Otoño y las fiestas de guardar, porque cómo le digo a los que no saben que hay
toros de marzo a octubre, todos los días que hay que ir a misa, se puede ir a
los toros.
Siempre he vivido esta afición de forma muy personal, con
los míos, con los más cercanos de la plaza y poco más, pero fue lanzarme a esto
de escribir y más tarde hablar por un micrófono y empezar a sentir a tantos y
tantos que se me ponían a empujarme detrás, a llevarme en volandas para querer
seguir hablando de toros. Podría deshacerme en agradecimientos a todos los que
me han leído y escuchado, a los que han tenido la generosidad de dejarme sus
opiniones, a los que me han llevado la contraria, a los que me han descubierto
lo que yo solo no habría visto, a los que me han obligado a querer saber más y
más, pero ya les digo que es una empresa inútil, pues nunca conseguiría
agradecer lo suficiente y devolver una mínima parte de lo que yo he recibido.
Imaginen lo que han sido ustedes que son los que me han conducido hasta aquí
desde aquel 2008. Y sabiendo de su generosidad, aún hoy no dejo de recibir
sorpresa tras sorpresa y muestras de cariño y respeto que me guardo solo para
mí. Perdonen mi egoísmo, pero es que esto solo se vive una vez y no se puede
dejar escapar.
Ya saben ustedes que nunca he pretendido tener razón, ni
pensar que mi verdad es la verdad absoluta, ni mucho menos; seguro que si
ustedes empezaran a enumerar mis errores llenarían páginas y páginas, porque no
sé si de lo que sé se podría llenar un libro, pero les aseguro que de lo que no
sé, cabrían enciclopedias enteras. Eso sí les aseguro que cada línea, cada
palabra están escritas y ahora dichas por el micrófono, con plena sinceridad,
tal y como lo siento. ¿Equivocado? Muchas veces, pero el decir las cosas con
convencimiento me permite dos cosas, primero poder defenderlas con pasión y sin
reservas y en segundo lugar, el poder convencerme de mi error y rectificar.
Cuántas veces me hizo rectificar mi maestro, el que me enseñó a entender el por
qué de esto de los toros, el sentido de todo esto. ¡Ay! Nunca se lo pude decir,
aunque seguro que él sabía lo que era para mí. Cosas de la vida, que por no
decir lo que sentimos cuándo se debe, luego nos la pasamos repitiéndoselo a los
demás hasta cansarles; perdónenme por ello si les he resultado pesado.
Ahora solo pido una cosa muy simple y que deseo compartir
con ustedes, algo tan sencillo como poder seguir hablando de toros mucho
tiempo, que podamos seguir discutiendo de picos, patas retrasadas, naturales
largos o profundos, toros encastados o aborregados, figuritas o figurones,
aprovechados, descarados, mangantes, chuflas, rechuflas y otros mil temas más,
porque cómo un día aparezca el toreo de verdad y el toro bravo y encastado,
entonces ese día no tendremos palabras, tanto hablar de toros y cuándo surja el
milagro, este nos dejará mudos. Qué cosas y es que así es esta bendita pasión,
este amor que nos da la vida y nos corta la respiración, nos mueve y nos
paraliza: los toros. Salgamos de las plazas indignados, emocionados, ofuscados,
mudos, incluso jurando que nunca más volveremos, pero sigamos yendo a los
toros. Ya sé que muchos de ustedes afirman eso de que no teníamos que ir
ninguno a las plazas, pero por favor, eso no, pídanme lo que quieran, ordénenme
lo primero que se les pase por la cabeza, pero no pidan que no vaya a los
toros, no pidan que deje de vivir este amor apasionado, esta entrega
incondicional al toro y ya puestos, ya que seguimos y seguiremos viviendo esta
locura, al menos, hablemos de toros.
Enlace programa Tendido de Sol del 30 de octubre de 2016:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-30-octubre-2016-audios-mp3_rf_13542299_1.html