A veces nos dejamos deslumbrar por las lamparitas de colores |
La verdad es que no se dónde vamos a parar con eso del
consumismo. Que empezamos a ver asomar a diciembre y nos entra un no sé qué por
el cuerpo, que nos dan unas ganas terribles de tirar la casa por la ventana.
Venga comprar y comprar, aunque lo que se compre no valga para nada, aunque lo
hayamos compramos mil veces mil y nos haya salido rana, no acabamos de
aprender. Y si no, vean al señor Casas, don Simón, que ha picado de nuevo y le
ha comprado tres novilladas y tres corridas de toros a don Fuente Ymbro. Que
vale, que la última no anduvo mal del todo, sobre todo si comparamos con los
antecedentes más inmediatos de este hierro, pero, ¡hombre! De ahí a compararle
18 toros y 18 novillos, va un trecho. Que no quiero ni pensar lo que va a ser
de nosotros como al señor Casas, don Simón, le dé por darse un garbeo por lo de
Garcigrande o Núñez del Cuvillo. Que el cartelón de los pesos lo van a dejar
fijo con hierro y divisa y si acaso le cambian el peso. Que con tres cartelones
hacemos el año.
Que dicen que en la variedad está el gusto, pero también se
dice que eso, el gusto, no se vende en hipermercados, ni tiendas del ramo; del
ramo del buen gusto, se entiende. Pero claro, si enloquecemos así, súbitamente,
tenemos que tener en cuenta que esto puede tener sus consecuencias. Vamos, que
si el señor Garcigrande desembarca toda su camada en el chiringo del señor
Casas, don Simón, detrás se nos viene don Julián. Que se rumorea que tiene ya
reservada una planta en el hotel que hay casi enfrente de la plaza, ese con
nombre de pájaro. Que dadas así las cosas, igual hasta se permite el lujo de
vender la “fregoneta” a Morante y se desplaza del hotel a la plaza y de la
plaza al hotel, en patinete, con una pausa en el puesto de helados junto al
metro, para refrescar el cuerpo.
Pero la cosa no queda ahí, que hay más, agárrense, que
detrás de los Cuvillos viene un Manzanares y un Roca Rey, otros dos que se
cogen una planta exclusiva para ellos en el hotel con nombre de pájaro zancudo.
Eso sí, el trayecto de la esquina de Alcalá hasta el patio de caballos va a
estar más que concurrido. Ya me veo a los maestros y a las cuadrillas los días
de toros deslizando su porte torero por la explanada de Ventas. Eso sí, para
evitar lesiones inoportunas, cada uno con su casco reglamentario, sus
coderitas, sus rodilleras protectoras y un bidoncito de bebida isotónica con su
gomita de la mochila de los Milwacki Backs a la boca, que hay que hidratarse.
Que luego igual queda algún hueco para otras ganaderías y
para otros toreros, que ya aparecerá Castelá en la de Alcurrucén y en la de
Lozano Hermanos y si llegan a un acuerdo, también en la del Cortijillo. A
Ferrera le dará lo mismo, que para ponerse “exagerao” le vale cualquier cosa,
que sus partidarios se lo sabrán agradecer. ¿Y Perera? ¡Caramba! Se nos había
olvidado Perera. Que a ver cómo se le hace entender a Perera que hay que pedir
poco, que si no el señor Casas, don Simón, se nos arruina. Aunque bien pensado,
tampoco es problema, que pida lo que quiera pedir, que lo que no se le abone en
moneda de curso legal, también se le puede pagar con vales comida y bonos por
noches de hotel, que así aprovechando la coyuntura, se le hace gasto a los
socios del señor Casas, don Simón. Y por si fuera poco, hasta un crucero por la
costa suiza, ¡que no se diga, oiga! ¡Venga ya! Que seguro que ya andaba alguno
poniendo pegas a la temporada que viene, ¿qué digo temporada? Temporadón. Ni
nos vamos a enterar de lo de las obras, que ensanchen puertas y ventanas, que
amplíen los pasillos, que el arte necesita espacio. Acondicionarán los
tendidos, gradas y andanadas, el ruedo lo harán más chiquito, que así grandote
uno se desorienta. Dicen que hasta los corrales van a acomodarlos para que
estos toros modernos estén a sus anchas; bueno, mejor dicho, a sus estrechas,
pues se rumorea que van a ponerles boxes, como a los caballos de carreras y que
por ganar espacio, hasta los comederos van a cambiar, que van a sustituirlos
por unos tubitos de esos de los canarios, que va cayendo grano a medida que el
animalito lo va consumiendo, que en lo de Fuente Ymbro se comenta que fue la
solución a aquellos problemas de los cereales, los chococrispis y el salvado
para periquitos.
Que no digo yo que ustedes no echen de menos a los Urdiales,
Chuzón, de Justo, Valdellán, Rehuelga, Pallarés y alguno más, pero entiéndanlo,
que no se puede tener todo y además, esos hay que ir a comprarlos a otras
tiendas que no son ni las de los chinos ni esas que se ponen ahora de bote en
bote entre rebajas, Navidades y Blaqui frili.
Enlace programa Tendido de Sol del 25 de noviembre:
Enlace programa Tendido de Sol del 2 de diciembre:
1 comentario:
Me encanta el estilo de escritura, se lee fácilmente y es muy amena la lectura, felcidades
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