Aún no hemos ni catado el turrón y ya nos dicen que menos de un mes después de Reyes, ya están los carteles de San Isidro. Ya es primavera en el Corte Inglés y estamos a dos bajo cero al sol. |
Otra más de este contubernio taurodemente que componen los
que mal conducen la plaza de Madrid, el dúo macabro de Casas y García Garrido
por un lado y por otor esos colaboradores necesarios, esos consentidores que
dicen que son la propietaria de la plaza, pero que han preferido no solo no
ejercer, sino entregarse a los deseos del inquilino. Pues nada, sigamos, que ya
estamos a nada de dejar esto como un solar, en el que no se va a poder montar
ni un parque con columpios. Ahora van y todo ufanos nos dicen que en febrero
será la presentación del próximo San Isidro. ¡Vengaaaa! Que se decía que en
otros tiempos se esperaba a ver lo que pasaba en las ferias previas, por si
algunos daba la campanada y había que ponerlo en Madrid. Que me parece bien que
el ganado ya esté apalabrado y hasta casi firmado, pero dadas las formas de
estos caballeros, igual hasta han convenido con algún ganadero eso de hablar
allá avanzado febrero o marzo. ¿Después de haberse presentado la feria? Que me
lo expliquen, dirán ustedes. Pues muy fácil, si tal y cómo está esto montado,
podrían darnos los carteles al completo hoy mismo. Que si ya llevamos años y
años que los carteles de esta y de todas las ferias es un corta y pega, ahora
mucho más. Que en Madrid aún nos quedaba la esperanza de que pusieran a algún
torero necesitado con los toros que las figuritas no quieren ver ni en pintura,
pero es que ya no los ven ni en los carteles de la misma feria.
Esto es una multinacional en la que ya hay una serie de
gente en plantilla, los mismos toreros, los mismos ganaderos, si acaso alguno
que se desmarque mínimamente puede ser suspendido de empleo y sueldo algunas
ferias, pero muy mal se tienen que portar, mucho tienen que calentarle los
cascos a los jefes para que les licencien definitivamente. Y oiga, como en las
grandes multinacionales, se saben los nombres de muchos de los mandamases, pero
no se tiene absoluta certeza de quién es el capo máximo. Si hasta parece ser
que hay bandos, que cuando se encuentran en público se comen la boca unos a
otros. Pero como buena multinacional, hasta hay unos becarios a los que
explotar. Eso sí, hace tiempo les dio por llamarles emergentes, pero no nos
engañemos, los becarios, becarios son. Que cuando parece que apuntan las
maneras que ellos buscan, no saliéndose del carril marcado por la doctrina al
uso, igual los cogen bajo su manto los del sistema, les explotan uno o dos
años, lo que duren y después, si te he visto no me acuerdo.
Pero esto no acaba aquí, que como toda multinacional,
siempre tienen ahí una cantera de aspirantes que se mueren porque les capten.
Las que no son del toreo se van a universidades privadas y estos, pues a las
escuelas, dónde siempre estarán los que hacen de ojos y oídos, que localizan a
los chavales que pueden pagarse su formación y hasta prácticas no remuneradas.
Lo que en otros sitios se llama pagar la matrícula, aquí se llama ponedor;
cuestión de terminología. Que los jóvenes aspirantes dicen eso de que a ellos
les vale con meter la cabeza y que luego, como ellos lo valen, irán subiendo
poco a poco en el escalafón, hasta llegar a consejeros delegados, directores
generales o presidentes, vamos, lo que de toda la vida se resume en ser figura
del toreo y estar en todas las ferias. Como si fuera tan fácil. Pero ellos se
lo creen y otros se aprovechan de esta tan grande ilusión y una mayor
ingenuidad. Y con este panorama, ¿aún nos extrañamos de que hoy mismo ya
podrían sacar los carteles del próximo San Isidro? Que para justificarse
siempre tienen frases hechas e ideas requetesobadas que te sueltan sin el menor
pudor, como si ellos mismos se las creyeran. Que si las figuras, que si las
ganaderías que embisten, que si es lo que el público pide, que si las puertas
grandes y despojos del pasado, que si esto es histórico, que si… Pero esto no
es lo peor de todo. Que me dirán, ¿pero hay algo peor? Pues claro, todo lo que
va mal, aún puede empeorar y en este caso se ocupan de ellos los que pagan y
que parecen encantados de poder pagar, que te empiezan a decir que la feria
tiene cosas interesantes, que este cartel es redondo, que esa ganadería está en
muy buen momento, con resultados previos más que vergonzantes, con animales
infames, toreo tramposo y verbeneo a tutiplén animado no se sabe si por el
alcohol, por el querer destacar o porque les vale todo. Y acto seguido, sin
ruborizarse, te hablarán de aquello de que hay que picar, que hay que cruzarse,
que hay que torear de todo, que si variedad de encastes, que si… En fin, que
dicen blanco y se apuntan con entusiasmo al negro más negro de la negrura del
universo. Me lo expliquen. Pero ya les digo que se estarán frotando las manos
para empezar a dictar sentencias de lo que viene, porque si no se han enterado,
los de Plaza 1 ya han puesto fecha a la gran pantomima, que San Isidro 2023 se
presenta en febrero.
Enlace al programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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