lunes, 10 de abril de 2023

Con lo bien que se ve por la tele, ¿No?


Alguien hablaba de que no sé quién engañaba al público como a chinos. Pues al final, los chinos van a ser mayoría y vamos a acabar jugando al ping pong.

Que me cuentan que como en la tele, no se ven los toros en ninguna parte; tu sillón abatible con reposapiés, la luz tenue, el aire acondicionado a una temperatura justa para que si das alguna cabezadita luego no te duela la garganta, un refresco o una cervecita en tu jarra especial, una merienda cena para pasar el trago de la mejor manera y la conexión a Mundotoro TV. Perfecto, ¿perfecto? ¿Qué pasa aquí? “Mari, el vecino nos está robando el güifi”, pero, “si está de en el pueblo”. “Esto no va”. Pues del cable no es, batería tengo, y conexión hay, porque puede ver… “Paco, me dijiste que ibas a ver los toros y esas señoritas…” “Nos han hackeado la señal”. Si me hubiera ido a la plaza en Madrid, no me pasarían estas cosas. Pagas la tele de los toros y… Seguro que en Madrid están rebosando de arte y toros formales que para qué.

Pues rebosar, lo que se dice rebosar, depende a quién le pregunten. Si le preguntan a un adorador del vacío pitiminí de lo que ahora se ha dado en llamar arte o expresarse, pues igual aún no se les ha pasado la borrachera que vivieron con el toreo tan vacío y ventajista como preciosista de Curro Díaz. Con lo que a algunos ilusionó en su día y ahora, hace tiempo ya, es una mera postura citando a veces hasta ofreciendo las nalgas, con la muleta atravesada hasta la exageración, sin perder la ocasión de abusar del pico, pero muy elegante, eso que no falte. Por no faltar, ni la poca vergüenza torera de amagar con darse un garbeo por el ruedo después de dos sablazos haciendo guardia. Será cosa del arte. Que igual me tildan de excesiva dureza con el torero, pero igual algo tiene que ver el ver cómo el personal pierde la cabeza y pretende que también la pierdas tú con su torero, porque si no hay partidismo de por medio, difícil resulta comprender ciertas cosas. Que no voy a decir que Garrido estuviera parejo a Curro Díaz, ni mucho menos, pero torear, lo que es torear, torearon lo mismo, nada. El mayor inconveniente de este es que un día alguien le dijo que era artista y de ahí vienen todos sus males. Pero lo que no le debieron decir es que era muy pesado para no acabar diciendo nada. Como nada dijo el confirmante Borja Jiménez, prototipo, como tantos de la modernidad, que algunos llamarán ampulosamente técnica. Pues adelante con la técnica, quizá la que les faltó a las cuadrillas, negadas en las lidias y más aún en el segundo tercio, incapaces de clavar dos palitroques a la vez, sin emular a los rejoneadores.

Pero la cosa ya partía cruzada de inicio. ¡Vaya ganado! Un ganado perdido. Que ya a todo llamamos toro. Feos, flojos, descastados, manseando, aunque no se crean que con la emoción que imprime la mansedumbre cruzada con la casta, más que nada, porque… ¿Casta? Sí, la casta y la Susana, una morena y una rubia, hijas del pueblo de Madrid. Si hasta apareció don Hilarión para llevarse dos inválidos, con su partida de cabestros. Que vaya desafío ganadero. Si ni tan siquiera se faltaron con la mirada en los corrales, que ni tan siquiera un “nos vemos en el ruedo”. Eso sí, al menos el solecito ya apretaba y todo. Y mientras nos llegaban noticias de Sevilla, bueno, no, mejor dicho, no llegaban noticias de Sevilla. Algunos que lo intentaban con su móvil estratosférico 5G, con bluetooth que lo pillas al vuelo, pantalla panorámica que te cabe en la palma de la mano, pero… a ver si va a ser la cobertura, que con tanta gente en la plaza, 8.000 según la organización, que si vamos a datos de Interior, igual había que quitar parte de los abonos regalados que todavía estaban de Semana Santa. Pero ni la cobertura, ni el 5 G, ni nada de nada, que la primera de Sevilla y el invento que no funciona. Bueno, habrá que esperar, ¿no? Eso sí, ahora si quieren les devuelven el dinero, les dan un mes gratis o lo mismo les manda la merienda a casa para que no se tengan que mover y gozar del sillón abatible con reposapiés, la luz tenue, el aire acondicionado a una temperatura justa para que si das alguna cabezadita luego no te duela la garganta, un refresco o una cervecita en tu jarra especial, porque ya saben, para qué ir a la plaza, con lo bien que se ve por la tele, ¿No?

Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas Enrique, menudo peñazo de corrida soportamos el Domingo. Con lo que nos divertimos con los tres de Cuadri la semana anterior!

Al confirmante le vi muy malas formas en su primero, en el segundo se pegó el arrimón para calar en los tendidos pero aquello no cobraba vuelo. A Garrido le vi muy perdido en el primero, en el segundo tratando de decir algo pero, sus formas antinaturales unido a que Dios no le ha bendecido con el arte de parar los relojes, le hizo pasar por Madrid con más pena que gloria.

Ahora vamos con el meollo de la cuestión, Curro Díaz, el artista. El arte está muy bien cuando uno pinta o esculpe pero delante de un toro falta algo muy importante: la verdad. Verdad que no hubo en ningún momento sino más bien destoreo, retrasar la pierna de salida descaradísimamente y no ser capaz de enjaretar dos muletazos seguidos sin rectificar terreno. Eso sí, "jarte" lo había pero del de mentira. Lo que tú dices, esos dos sablazos le privaron de salir por la Puerta Grande. Curioso ver a algún adalid del torismo aplaudiendo una de las formas más descaradas de destoreo que hemos visto últimamente. Vamos, como si fuera Manzanares. Seguro que tú me entiendes.

Un abrazo, J.Carlos.

Anónimo dijo...

Lo de Mundotoro tv es un petardo anunciado.No tienen la cobertura del caso y todo es improvisado.Piden disculpas y listo.Mal vamos.
Djax.

Anónimo dijo...

Cuando se vende un servicio como lo de Mundotoro tv y no se cumple con lo ofrecido se llama estafa.La disculpa es una ofensa.Decir que solamente fueron quinientos los estafados es una burla tremenda de estos sinverguenzas.
E.A.V.