viernes, 14 de mayo de 2010

Estrellados contra jamelgos


Otra de tantas, otra vez la peor corrida de la feria como cada día. Todos los días nos encontramos con la peor corrida que he visto en años, aunque esto sea cada tarde. Había ilusión por volver a ver a Diego Urdiales, curiosidad por el alternativado José Manuel Más y ni ilusión, ni curiosidad por Matías Tejela. Pero los tres vieron, sin poder remediarlo, como les estrellaban con una corrida infumable. Ya me mosquea este fenómeno que se vengo observando que se repite desde hace mucho tiempo; tenemos un torero que empieza a molestar haciendo evidentes las carencias de otros, de los tejemanejes que se urden en torno a ellos, pues vamos y hacemos que se estrelle con unos mulos. No sé si será el azar o no, pero es así. Y lo que a nadie se le escapa es que Diego Urdiales venía demostrando que no es lo mismo torear, que dar pases y que si uno se pone acaba pudiendo con muchos más toros que si no se pone.

Parecía que la cosa podía ser de otra manera, sobre todo en el primero de Urdiales al que se vislumbraba un pitón derecho con alguna posibilidad, pero siempre es más la intención de querer ver lo bueno, que la dura realidad que se impone dándote un sartenazo en las narices. Algún derechazo estimable, pero esto no es el toreo, el toreo no supone esperar a ver si hay un muletazo o dos, el toreo debe ser una línea regular en la que todo vaya discurriendo dentro de una normalidad lógica y con las suficientes gotas de emoción que se suponen cuando hay un toro de lidia de por medio.

Matías Tejela se encontró con el único toro que era capaz de seguir los trapos, pero con mala colocación, el abuso del pico y esas distancias tan largas entre toro y torero, cuando aquel pasa junto a éste, han convertido su actuación en todo un derroche de vulgaridad. Este toro puede ser tomado como la buena imagen de la fiesta actual para los modernos de turno. Una corrida de jamelgos más parados que el caballo de un fotógrafo y de repente sale uno que va y viene como un corderillo, un señor que se pone delante a agitar unas telas delante de él, la masa que se viene arriba y gran triunfo del maestro, del que se dirá que ha estado por encima del toro, un triunfo prefabricado. Pero, de momento, los ánimos están tan bajos que eso ya no vale. Y digo de momento porque ya veremos cuando aparezca el sumo sacerdote del dominio y la torería, el Juli. Ahí no sé si se levantará el espíritu del respetable o si vendrá levantado desde casa.

El tercero, José Manuel Más, pues ni blanco, ni negro, ni todo lo contrario. Tomaba la alternativa no sé si como si fuera su clavo ardiendo para ver si echamos para arriba y nos colamos en el circuito, si por estar en una de las casas fuertes del sector o un poco por todo. El caso es que es tan soso como tantos, tan vulgar como la mayoría y sin una personalidad definida, como casi todos.

El caso es que si alguien nos cuenta que los toros han derribado en el caballo, podríamos llegar a pensar que allí había toro, pero no, lo que no había era caballo, bueno sí que lo había, pero era de esa magnífica cuadra de la plaza de Madrid que es notar el golpe del toro y se desploman como un castillo de naipes. Los habrá que busquen alegorías, metáforas o retruécanos en estas imágenes desoladoras, pero que no se rompan la cabeza, lo único que hay es basura, desidia, inoperancia y ganas de llenar la bolsa a costa de lo que sea.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Cuanta razón.
Podría pasarse por aquí algún que otro ganadero a tomar nota.
PD:El dibujo UNA MARAVILLA!

Alvarado dijo...

No comenta nada de la actuación de Urdiales en el 4º, y es porque usted sabe, que sin ser un gran toro. Urdiales no estuvo bien. Salvo en el recibo capotero.

Enrique Martín dijo...

Iván:
Muchas gracias. Pero como se pase algún ganadero, unos podrán estar de acuerdo, pero a otros se les caería la cara de vergüenza y otros me tacharían de absoluto ignorante. Un saludo

Enrique Martín dijo...

Joye:
Tienes razón, no he hablado nada porque siento que es repetir siempre lo mismo. Es verdad que Urdiales no estuvo bien en el cuarto, que en mi opinión no acababa de meter la cabeza y Urdiales tampoco fue el de otras veces que si el toro no embiste, embiste él. Sólo un pase de pecho en la faena no es suficiente. Lo del capote es verdad y además tiene la virtud de embarcal muy bien al toro en la tela y de ponerlo muy horizontal al toro. Muchas gracias por sus puntualizaciones. Ya digo yo que este blog, y todos, mejoran gracias a sus lectores.
Un saludo

Anónimo dijo...

Enrique, un día más y para no variar, totalmente de acuerdo.

Lo que dices de Urdiales, lo pensé desde que salieron los carteles.
Soy muy mal pensada,la verdad, pero es que Diego, con sus defectos y sus virtudes, es uno de los agravios comparativos de la tauromaquia actual de este país.
En fin, lo dicho, que llevas toda la razón

Un saludo!!
Gloria

Enrique Martín dijo...

Gloria:
Lo has definido pefectamente, Urdiales es un agravio comparativo al que muchos taurino s no quieren ni en pintura. Y es que es de los pocos indiscutibles que puede descubrir muchos pasteles. Es un torero modesto, no sale en las revistas, se enfrenta con toros, hace con los toros lo mismo que otros con los borregos. Me encantan vuestros comentarios, que además me hacen darle una vuelta más a las cosas. Muchas gracias Gloria y un saludo