Cuando lo básico se convierte en extraordinario... |
Los taurinos que viven de esto del toro se llenan la boca
con que los toros no van a morir nunca, que esta es una fiesta eterna, que para
combatir a los que no están de acuerdo con ellos no hay otra que la unidad, nos
ordenan subirnos al triunfalismo y según cuentan, así llegaremos al Olimpo del
toreo, al Paraíso Terrenal. Y no se crean, que hay muchos que se creen tales
sandeces y además se adhieren a tales iniciativas con decisión y hasta de una
forma beligerante, que si hay quien partirse la cara por esta pantomima, aquí
está mi jeta, pasen y sacudan sobre ella sus iras de taurinos agraviados. Pero
en esto, como en casi todo lo que afecta a la Tauromaquia 2.0, gobierna la
mentira. Nos cuentan una cosa y piensan la contraria. Los poderosos de la
fiesta, los que se llenan el bolsillo con ella, están convencidos de que esto
se acaba y como en tales circunstancias esto deja de ser negocio, les vale con
arañar los últimos céntimos y hasta que dure la juerga. Si tuvieran un mínimo
de esperanza, si atisbaran una mínima
esperanza y, sobre todo, si aún les quedara afición, pelearían como leones por
salvar este legado que nos dejaron nuestros mayores; y dónde usted y yo leemos
legado, ellos simplemente leen negocio.
Su empeño no es salvar nada, su empeño es encontrar un
enemigo creíble, identificarlo para la masa y conseguir que esta se crea este
manejo. Que si los antis, que si los políticos, que la izquierda, pero, díganme
ustedes quienes son los que mantienen a unos espantajos de luces con el trato
de figuras, de genios, de maestros, quiénes son los que degradan al toro sin
pudor, que ya hasta en las plazas de tercera, en cualquier del país, se creen
con derecho a exigir afeitados, manipulaciones o exigir un ganado infame,
incluso en las de sin picar. Y ya puestos, díganme quiénes son los que se
empeñan en tergiversar la realidad y convertir las crónicas en panfletos
propagandísticos, quiénes manejan los programas de radio y televisión y quienes
acceden a tales manejos, perdiendo toda dignidad profesional.
Eso sí, pierden la sombra, por no decir el culo, cuándo se
creen tener la islota del siglo para contársela al mundo, porque eso será lo
que levante la fiesta. Que ellos ya saben de sobra que no va a ser así, pero
así hacen como que hacen, que en definitiva es nada. ¿A que no adivinan que es
lo que pondrá en las nubes la plaza de San Sebastián? ¿Cuál va a ser la
solución para hacer que el público corra desesperado a sacarse un abono para la
feria? Una montera de cartón, que además esperan que los agraciados luzcan
hasta en la boda de un hijo. Anda que habrán tenido que pensar un rato largo.
Pero ya les digo que los gestores de Illumbe no son los únicos tocados del
aliento divino, porque si echamos cuentas de las que prepara el señor
empresario de la plaza de Madrid, nos quedamos solos. ¿Ustedes saben la forma
de relanzar la temporada de Madrid? ¿Toros? Nooo ¿Toreros? Menos ¿Carteles con
atractivo? Naaaa. La solución es montar puestos de comida en las galerías de
las Ventas, permitiendo que los asistentes entren y salgan cuándo quieran a los
tendidos, siempre y cuándo fuera para cargar y hacer gasto a esos puestos de
mercadillo. Que no sé si los de la montera de cartón podrán justificarse, pero
ya les digo yo que el señor Casas, don Simón, en cualquier momento sale
encantado por el éxito del mercado persa en las Ventas. El tirón venía por un
sugerente “cénate las Ventas”. ¡Ufff! Si es que no me puedo aguantar ni yo, que
me dan ganas de cenarme todos los tendidos y andanadas de la plaza, con mucho
ketchup y patatas fritas. Un hito en la historia taurina de Madrid, con
tascurrio se cubría como un cuarto del aforo y sin él, lo mismo. ¿Entonces?
Pues que puede ser que eso no sea lo que realmente tire del aficionado, que el
bocata se lo lleva de casa, para el sol no le hacen falta monteras de cartón y
para hacer el ridículo ya se les ocurrirá algo para dar que hablar a los
cuñados.
Que en realidad esto de los toros les importa nada, si acaso
seguir aparentando, intentando alargar esta agonía lo más posible, poder ir
sacando los últimos dineros que algunos todavía están dispuestos a gastar y
poco más. Que por lo que se ve, siempre hay quién esté dispuesto a seguir en el
redil y aplauden y jalean con entusiasmo toda melonada que se les ponga delante
de los ojos y más si les cuentan que eso es para contrarrestar las malas mañas
de los antis, de los políticos, de los partidos de izquierdas de la Unión
Europea o del ratoncito Pérez. Que tampoco es que estos se ganen nuestro
agradecimiento por la defensa de la fiesta, nada más lejos, pero hay quién les
lleva mucha ventaja en esto de hundir la fiesta. Que sus puntilleros y
enterradores no están fuera. Si nos detenemos un momento, pueden que ellos
solos se identifiquen, son los que ya tienen todo pensado y preparado para el
cierre. Y según parece, solo les queda encontrar a unos culpables.
4 comentarios:
A este paso vamos a tener juego de bingo entre torete y torillo,hora feliz en el bar y tonterías más.Demostrado está que no les interesa el toro y la fiesta.Cuentan con la prensa y comentaristas a su servicio.Del mentiroso gabacho no espero nada de nada.-Valga la redundancia-El mal es grande y vamos cuesta abajo en la rodada.Los "socios"antis felices.
D.C.S.
Por otra parte, la iniciativa de la empresa de Las Ventas, de sortear los corridas y los toreros, no me parece mala. Yo mismo he pensado en eso muchas veces, que sería lo mejor para volver a enfocar en el toro y en el torero, y no en unas "figuras". Ahora, si le gusta al gran público, no lo sé. Pero será interesante y más interesante aún sería si se empezase a hacer lo mismo en San Isidro y también en otras Plazas, como la de Sevilla, Valencia, Bilbao, etc.
Saludos/R.E.
D.C.S.:
Los antis deben estar contrariados porque no pueden seguir el ritmo devastador de esta gente.
Un saludo
R.E.:
Claro, es que esa es la cuestión, pero ni en otras plazas, ni con todas las ganaderías, ni con las figuras, veremos sorteos. Si ya imponen que no haya sorteo antes de la corrida, van a permitir que se rifen las ganaderías, cuando se niegan a ir a una u otra plaza si no les dan tal o cual hierro. Eso de la rifa es un brindis al sol del señor Casas.
Un saludo
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