Si se trataba de levantar la fiesta, de verdad,pocos mejor que el maestro que hace poco cumplió años. |
Parece ser que la fiesta de los toros ha estado en momentos mucho peores que en la actualidad, ¿qué digo peores? Rayanos en lo pésimo. Que si ahora creemos estar al borde del abismo, entonces ya estaba la cosa en caída libre. Pero siempre había un levantador que hacía resurgir la fiesta, siempre aparecía uno como el señor de Córdoba, de cuyo nombre no quiero acordarme, o un señor de Velilla o hasta uno de Lima, del Perú. Esos son los que revitalizaron y revitalizan la fiesta. Y que se nos quiten otras ideas de la cabeza. Y aquí mismo podría dejar zanjado el tema y poner la rúbrica debajo. Pero, ¿se quedarían conformes? Pues al igual que quién suscribe, creo que no.
Quizá esos levantadores lo fueran para el negocio, que algunos confunden con la propia fiesta. La buena salud de uno y de la otra no tienen por qué ir de la mano; es más, hay momentos en los que se encuentran en lugares absolutamente contrapuestos. Que realmente, la fiesta da la sensación de que nunca ha gozado de buena salud, si nos atenemos a las opiniones de los contemporáneos, pero si cada período lo observamos desde la distancia y comparándolo con el presente de cada uno, pues igual esa mala salud no era tan mala. Que habrá quién me diga que esto mismo ocurrirá con esta actualidad que nos está tocando vivir. Pues bien, como en algún momento alguien vea esto como un modelo a imitar, no quiero ni pensar en lo que les toque pasar a los aficionados del futuro. ¡Que Dios les pille “confesaos”!
Mala cosa como los aficionados por venir añoren a los Juli, Ponce o Roca Rey. Que es verdad que el pasado se tiende a idealizar, porque sin ir más lejos, ahora los hay que le echan redaños y hablan de aquel señor de Córdoba como de un maestro. Que sí, que llevó gente a las plazas, hizo que el negocio fuera viento en popa, pero entonces volvemos al comienzo, ¿es lo mismo la buena salud del negocio con la buena salud de la fiesta de los toros? Que con el paso de los años uno se entera de que unos y otros fueron maestros, a unos que les contaban los trapazos a coro, a otros que les acompañaba el escándalo por anunciarse con monas desmochadas, a otros que se manejaban en la vulgaridad sin rubor… pero ahora ya son maestros.
Y en estos años de este primer cuarto del siglo XXI parece que va mal el negocio y la fiesta en si misma. Que se empeñan en meternos por los ojos a unos fenómenos que no consiguen que esto interese a alguien más que los habituales. Que si en una feria falla cualquiera de esos figurones, esos que se supone sustentan la fiesta, no pasa nada y nadie les echa de menos. Es más, resulta más frecuente que el aficionado los eche de más cuándo ven su nombre anunciado en las grandes ferias. Y se supone que estos van a levantar la fiesta. ¡Caramba! Que ya tendría mérito que al tiempo fueran levantadores y enterradores. Si acaso, no voy a decir que sean el maná que salve el negocio, a lo sumo puede que lo mantengan cuatro tardes al año. Y mientras tanto, entre levantadores y puntilleros, los maquilladores, los que disfrazan la realidad y que con un empeño admirable quieren hacer ver que la realidad no es tal cual la vemos, sino tal cual nos la quieren contar. Eso sí, si hay que utilizar un argumento de peso tiramos de estadísticas y asunto concluido. Empiezan a contar despojos, indultos y algarabías de las masas y asunto zanjado. Pues bien, permítanme echar mano de unas estadísticas que se han hecho públicas recientemente. En el año 2010 entre España y Francia se celebraron 721 corridas de toros. En 2019, 450. El número de plazas con actividad taurina ha pasado de
Enlace programa Tendido de Sol del 1 de diciembre de 2019:
https://www.ivoox.com/tendido-sol-del-1-diciembre-de-audios-mp3_rf_44937374_1.html
1 comentario:
Hoy en día a los pegapases les dicen maestros,por amontonar derechazos con el pico en series de dos a tres a un borrego.Un maestro del toreo posee un amplio repertorio de suertes de la tauromaquia y las aplica a la condición y estado del toro.Con conocimiento de las características de diversos encastes y tratando de demostrar dominio con un derroche de torería y personalidad.Hoy con tanto baile de corrales estos pegapases-maestros-suscitan un torrente de glosas y panegíricos sin merecimientos.Saludos.
Docurdó.
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