viernes, 14 de febrero de 2020

Los amos del calabozo

El amor más sincero y desinteresado, aunque los hay que como dicen las malas lenguas, le quieren por el dinero


Que se nos quite de la cabeza, en el mundo de los toros estamos en manos de los que manejan los dineros. Podremos crear asociaciones, asociaciones de asociaciones, unirnos en cónclave, en taurina comunión de aficionados, pero la llave del calabozo solo la tienen unos y nosotros estamos dentro de ese calabozo. Son los amos de la llave que abre y del candado que cierran. Podremos gritar, clamar, rogar, protestar, argumentar, que ellos son los que manejan todo esto, incluidos a nosotros mismos. A ellos les mueve esa adoración idólatra que tienen por el dinero, aunque luego nos cuenten otras historias para no dormir. Parece que todos profesamos la misma religión, pero no, en esto de los toros nunca nos encontraríamos los unos y los otros rezando en el templo. Unos iríamos a adorar al toro y los otros al becerro de oro. Que parece lo mismo, pero no acaba de serlo.

El aficionado se debate entre acudir o no a las plazas, en hacerlo solo ocasionalmente, en ir solo el día del santo patrón o patrona, en si hacer un plante y no sacar el abono o sacarlo al completo y mostrar su descontento o una mezcla de todo esto y más, pero, ¿realmente podemos pensar que a los señores empresarios, o productores, les importa lo que decida el aficionado? Que a lo mejor estamos pensando en un boicot y lo que estamos haciendo es ponerles un puente de plata para huir de la organización de festejos, de ferias taurinas. Puede que se les esté brindando en bandeja de plata la excusa perfecta para llegar a los arrendatarios de las plazas y decirles que eso ni es rentable, ni medianamente viable. ¿Y entonces?

Que a lo mejor resulta que esto de los festejos taurinos es un castigo, el peaje que tienen que pagar los señores que hoy en día organizan corridas y novilladas para poder montar otro tipo de negocios en los recintos taurinos. Que si lo miramos desde el punto de vista de quién tiene un mínimo de afición, esto es una aberración. ¿Cómo va a pretender un aficionado a los toros que cada vez haya menos festejos? Pues igual ese es el error, pensar que en estos caballeros queda un mínimo poso de afición. Para ellos la única afición es la pasta; empezaron reduciendo festejos en casi todas las ferias, llegando en algunos casos a la extinción de la feria en cuestión. Se le echaba la culpa a los políticos, a que el público no asistía y a otra cosa. Luego nos vienen con las lágrimas de cocodrilo, pero, ¿han visto alguna vez una manifestación de empresarios taurinos, o productores, quejándose porque su modo de vida desaparece, porque cada vez tienen que dar menos corridas? Pues sigan esperando. Y ahora la nueva moda de recorte es precisamente eso, el sustituir novilladas por recortes. Que estos están muy bien, pero nunca con un quítate tú para ponerme yo. Si acaso, la única excepción que admito es la que contribuya a que haya más novilladas.

Si nos paramos a pensar, para montar un festejo, corrida de toros o novillada, hay que contratar a tres señores que en buena lógica deberían cobrar, no pagar por torear. Luego viene lo de los toros, el personal de plaza, las medidas sanitarias para el ganado, la asistencia médica para los actuantes, permisos, autoridad, publicidad y cartelería, gestión del propio festejo y para colmo, esos que no están contentos con nada y que protestan y protestan, que si el toro tiene que ser íntegro, que si no vale un mochuelo desmochado, que si las exigencias de carteles rematados y en plazas como la de Madrid, entradas a 5 euros o a 10, para una corrida de toros. Que las hay de todos los precios, pero por poquito y más, se va a los toros. Y ahora echemos cuentas de lo que supone otro tipo de espectáculos. Que si viene la feria del cachopo jarameño, la del marisco del Manzanares, degustación de vinos de la alta Escandinavia, la feria de la marroquinería solidaria, exposición de mascotas. El arrendatario se limita a dejar el coso, a poner la mano y a otra cosa. Pero cuidado, que lo gordo viene después, los conciertos de los Trulis Espasmódicos, los Tragaldabas, Michi del Cáucaso, gran cantautor, los chicos del programa de la tele que toque o cualquiera que esté de moda y que arrastre a una masa entregada, sin protestones, que les cobran 30, 40 euros o más y el señor empresario, o productor, otra vez a poner la mano. Los eventos le vienen, que no tiene ni que buscarlos ni que discutir caché alguno, ni si uno no quiere actuar con el otro, ni si la banda no le cuadra con su forma de expresa, ni que le vaya a contra estilo. ¡Anda que se las apañen ellos! ¿Y todavía queremos hacerles la cusqui no yendo a los festejos que con tanto “empeño” montan? Que se nos quite de la cabeza, que estos no solo tienen la llave de la fiesta, sino que son los dueños del candado, definitivamente ellos son los amos del calabozo.


Enlace programa Tendido de Sol del 9 de febrero de 2020:
https://www.ivoox.com/tendido-sol-del-9-febrero-de-audios-mp3_rf_47505402_1.html


No hay comentarios: