martes, 18 de mayo de 2010

La ignorancia y la soberbia

Al acabar la novillada de José Joaquín Moreno Silva decidí que no iba a ser yo quien hiciera leña del árbol caído de los fracasados novilleros que se pusieron delante de ella y así hice en mi colaboración en Opinión y Toros, pero ahora y después de leer la opinión de Paco Chaves, mi decisión ha cambiado.

El ganado fue duro, difícil y complicado por la casta y mansedumbre de los novillos, pero no hay nada que justifique el espectáculo que se dio en el ruedo de la s Ventas. No se puede venir a Madrid igual que se va a cualquier otra plaza. Si usted va a pasar el examen más importante que ha tenido hasta el momento, por lo menos hay que saber coger el boli. Eso de salir el novillo y dejarlo correr hasta que se pare y como mucho mover el capote a ver si se queda, aquí eso no vale. Los toros, novillos o cualquier animal con cuernos que paste en las dehesas hay que intentar fijarlos, recogerlos y empezar a enseñarles el camino. Por supuesto que los hay que se dejan más y otros se niegan, pero eso es el toreo y no poner posturas de espejo con una banda sonora de fondo que repita “bieejn torero, bieeejn”. Y aunque parezca mentira, alguno de los mansos, como el segundo, permitía el ser toreado con quietud, pero los toros encastados son caprichosos hasta para eso. Si lo que se les ofrece es un trapo que vuela, al final se desengaña y dice que no está para juegos tontos. Eso sí, si se le manda, se le baja la mano y se tira de él, si se le planta cara y se le hace pelear, entonces sí que busca la muleta, el capote y lo que le digan. Es lo mismo que ocurre cuando a un toro bravo se le ahoga la embestida, que se queda parado y no hay manera. Truco del que se valen muchos coletudos para no tener que aguantar los embates de muchos toros boyantes.

Miguel Hidalgo en ese segundo quiso templar y tirar del toro, pero sin ángel, igual que si estuviera rellenando el impreso del padrón y con el quinto, un manso que no estaba para nadie, al que costó un triunfo meterlo en el caballo, al que persiguieron por todo el ruedo y al que nadie pudo sujetar, sembró el pánico en la cuadrilla granadino, que no dudaba en soltar el engaño y echar a correr. Y si el toro corría, el matador corría y el peonaje corría, ¿quién iba a matar aquel bicho? Pues al final corrieron también los tres avisos y corrieron los chicos de Florito para llevárselo vivo a los corrales.

Antonio Rosales fue el que tuvo más suerte, no por su labor en el ruedo, sino porque aparte de su inoperancia y de poner esa cara de “por dónde tiro”, si con la derecha o la izquierda, a ver si le meto el pico, a ver si me pongo bonito, contó con la cuadrilla más eficaz y cuando las cosas estaban feas de verdad, los picadores engancharon al de Moreno silva y le dieron para que dejara de corretear. El ruedo seguía siendo un caos, pero por lo menos el de Leganés se pudo parar para dejar una estocada casi entera y trasera y quitárselo de en medio, que tal y como iba la tarde ya era bastante.

Y vamos a hablar un ratito, no mucho se Paco Chaves, el aspirante a Fandi II o a Platanito III. Hacía mucho, pero mucho, que no me encontraba ante tanta ignorancia, inoperancia y altivez vestida de luces. Puede ser que porque no suelo visitar las capeas de los pueblos. Este señor que lo mismo dejaba r el toro al picador de tanda que al reserva, venía con el guión hecho desde casa y decidió seguirlo al pie de la letra; que ponía que había que parear, pues a parear a todo correr, cuando el toro ya había pasado hacía un rato largo, y corre que te corre, a tomar la muleta, que había que dar muchos trapazos. El toro, poco picado, le hizo correr más de la cuenta, pero todavía no le había hecho sudar ni la mitad de lo que le quedaba. A ver si se entera que para matar hay que clavar la espada en el toro, no al aire, como en su primer encuentro, y que hay que procurar que ésta no le haga guardia, sobre todo por el trabajo que le dio para quitársela y volver a entrar a matar, con el reloj corriendo hasta que sonaron uno, dos y tres avisos. El toro para adentro. En su segundo nos quiso amedrentar con el recibo a portagayola, recurso muy oportuno para los pueblos en fiestas, donde se saben reconocer éste y otros gestos parecidos. Otro mitin en el caballo, mientras él dirigía la operación desde el centro del ruedo, pero poco decidido a predicar con el ejemplo. Eso no es para maestros. Otra vez las banderillas y otro ridículo al alcance de muy pocos. Un tercio que se quedó en dos tercios, pues después del par al violín y casi descoyuntarse para llegar con los palos al morrillo, como el toro no se dejaba parear por tercera vez y después de tener que salir de najas tirándole los palos a la cara, decide que ya vale. Con dos pares es suficiente, y si los he puesto yo, pues “pa’ qué mas”. Decidido que estaba él se fue a por la pañosa, le probó, aunque poco o nada y decidió que a matar, que el hijo de su madre no estaba allí para pasar malos ratos. Navajazos traseros soltando la muleta y a otra cosa mariposa, que tenemos la temporada hecha.

Pero como la ignorancia es osada, luego le ponen un micrófono delante y dice:
“Mi lote no lo he visto, prefiero ni hablar. Creo que es evidente que el torear es otra cosa e incluso ni para lidiarles servían” o “No pasa nada, salgo con moral y yo lo que busco es una tauromaquia de profundidad y de querer torear bien y con esto es imposible” para acabar “ganaderías de éstas no debían ni de existir o por lo menos si existen que no exijan pegar un muletazo a un toro sino andar con ellos". Pues bien joven, torear también es esto. Para torear bonito están otros toros, pero para ver la medida de los toreros, Dios inventó la casta. Nadie le pidió que diera pases bonitos, pero sí que toreara, que es algo muy distinto. Y esta es al fiesta y las ganaderías que de vez en cuando gustan al aficionado. A mí y a todo quisque nos gusta el toreo con arte y pellizco, pero si el pellizco se tiene que convertir en zarpazos por que el toro lo requiere, pues adelante con ello. Que usted se vaya satisfecho o no, eso ya es cosa suya, igual que si quiere ser torero o preparar una oposición o montar una mercería, pero si hay alguien a su lado que le quiera sólo un poquito, debería ponerle en un rincón a pensar, a ver si se da cuenta de lo que ha hecho en la plaza de Madrid. Que a usted le vaya bien.

PD.: Se me olvidaba una cosita sin importancia. Me gustaría ver con estos mismos novillos, no hace falta que sean toros tan siquiera, a los quince primeros del escalafón. Por curisidad na' más. Si fuera así, igual esto pegaba un vuelco que no lo iba a conocer ni ... nadie, no lo iba a conocer nadie.

10 comentarios:

Antonio Díaz dijo...

Enrique, veo que tu tampoco vas a ser el que cree la Peña Paco Chaves. Yo no he visto nunca un novillero irse a matar un toro sin darle un pase. Mucho miedo, poca afición y menos humildad. Es impresentable verlo en la barrera después del petardo como si tal cosa, como si dejarse un toro vivo en Madrid no importase. A Miguel Hidalgo por lo menos se le vió apenado y avergonzado, con las lágrimas en los ojos, cuando se retiró al callejón. Está claro que como toreros dejan mucho que desear, pero pienso que estos chavales y muchos otros son víctimas de un sistema que empezaron a pudrir las figuras pero que se extiende a todos los niveles de la Fiesta.



Saludos

Enrique Martín dijo...

Antonio:
Si quieres te propongo qu la montemos a medias, nos alternamos la presidencia y cuando le invitemos a cenar le cobramos el cubierto y le ponemos las cosas claras. Aparte de la broma, lo que me ha indignado es ese desprecio y esa desfachatez después delridículo tan grande. Y es que un toro vivo se le puede ir a cualquiera, pero lo que hizo a lo largo de la tarde dejó claras evidencias que lo que vendría después no es un accidente. Y él tan sobradito. Yo en un primer momento me quise contener, pero después de sus declaraciones hay que dejarlo claro que nos podemos hacer el tonto, pero que no lo somos. Y no me gustaría tener como amigos a los que le llevan y asesoran. Es tener el enemigo en casa.

Xavier González Fisher dijo...

Y yo me apunto para hacer "la versión americana"... Sirve de que le conseguimos un empleíto en alguna obra, porque de torero...

Saludos desde Aguascalientes, México.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
SI necesitas ayuda para la versión americana, aqui tienes un ayudante dispuesto a aprender, aunque si tengo que llevarme a algún torerillo como el ejemplar este, seguro que él sólo vuela en Business Class. No suelo hacer recomendaciones, pero si tienes oportunidad de ver el vídeo del tal Paco Chaves, no pierdas la oportunidad. Tan malo es, que merece la pena verlo.
Un saludo para México.

Jose A. Sencianes Ortega dijo...

yo me perdí la corrida y cuando leí la crónica en diferentes medios no podía creerlo. Lo peor de todo las declaraciones del altivo Chaves. Una vergüenza..... desde hoy tengo a este personaje en mi lista negra.
Me ha gustado tu crónica, Enrique. Un saludo

Anónimo dijo...

Sólo diré una cosa: "Ojalá veamos muchas como la de ayer".

El que quiera borregos tiene muchas tardes para disfrutar de su "fiesta".

J.Carlos

Enrique Martín dijo...

José A. Sencianes:
Eso es lo que primero aprneden los jóvenes, lo malo, de lo bueno "pasan".Muchas gracias por su lectura y sus comentario.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Yo me apunto a tu deseo q de que salgan más así, de que esta sea una de las malas, pero en el sentido opuesto al que dicen los taurinos, en el sentido únicamente de que los toros eran mansos, nopor las dificultades que presentaron, benditas dificultades. Y que se queden ellos con su "fiesta" o casi mejor, con su "verbena".
Un saludo

Anónimo dijo...

Pues yo me apunto a eso de "que veamos muchas como la de ayer"; y por supuesto, a tu máxima, Enrique: "que se queden ellos con su "fiesta" o casi mejor, con su "verbena"."
Pero no quiero dejar de darle las Gracias al Ganadero. Personas tan integras en el mundo del Toro, desgraciadamente, ahora no son fáciles de encontrar.
Menos mal que las que quedan, son “lo sublime”.

Saludos!!
Gloria

Enrique Martín dijo...

Gloria:
Lo malo es que al ganadero puede que las figuras ya le hayan puesto la cruz para no tener que encontrarse nunca con sus mozos. Así entiendo que es muy difícil dedicarse a esto y como tú dices, sólo se le pueden dar las gracias y animarle a seguir por el mismo camino.
Saludos.