martes, 1 de marzo de 2016

Vergüenza de Beneficencia, idílica para los taurinos

Ni la Beneficencia se la pueden ganar en el ruedo.


Vaya, ya sabemos los tres triunfadores del San Isidro de este año. Gracias a sus triunfos durante el futuro mayo de 2016, la empresa Taurodelta ha contratado a Sebastián Castella, David Mora y López Simón, con ganado de don Victoriano del Río, el ganadero de las figuras, figuritas y fantoches con calzas rosas, que para todo tiene. Que no quiero yo desconfiar del poder adivinatorio de la empresa de Madrid, pero perdonen que les diga, que esto me suena a chufla, a desvergüenza y al escamoteo que supone el que un año más conviertan la que era la corrida más importante del año en una... dejémoslo en un despropósito.

Me podrán dar todos los argumentos favorables que les de la gana, igual que los hay negativos, pero hay un requisito imprescindible que debería mantenerse para montar el cartel de esta corrida y no es otro que el haber salido triunfador de la feria de Madrid de ese año. Pero no, eso supondría el obligar a los señores de Taurodelta a rascarse el bolsillo, pues no es lo mismo contratar a los que en el mes de mayo se han encaramado a la cumbre del toreo, que firmar al torero de la casa, al que vuelve después de un grave percance y al que todo lo que le venga le viene bien y al que un día parece que le compraron un bono de veinte sesiones y van tirando de él, cupón a cupón.

Luego me dirán que apoye la Tauromaquia, que hay que luchar contra los ataques antitaurinos, que hay que manifestarse codo a codo con estos mismos que me están tomando el pelo por otro lado, que hay que estar todos a una, que si la unidad, que si... No me vengan con mandangas, por favor, casi prefiero que me digan que hacen lo que les da la gana porque ellos deciden y porque así pueden engordar más la bolsa y que no me intenten explicar lo inexplicable, que uno ya está un poquito cansado de que le quieran tomar por imbécil. Hemos llegado a un punto en el que hasta puedo llegar a asumir que esto está manejado por unos individuos que de afición nada, de escrúpulos taurinos menos y de credibilidad... Pero una vez que monten esas combinaciones infumables, al menos tengan el tacto y el buen gusto de no contarme eso de la baraja de magníficas figuras, lo de los jóvenes que vienen apretando, lo de las gestas, los manos a manos, las encerronas, la regularidad, las faenas históricas, los animalejos supuestamente encastados y el querer colar como toro al mojicón con cuernos. De verdad, evítenselo, porque al final logran el efecto contrario. Nos quieren convencer de esa supuesta grandeza y lo único que consiguen es que seamos más conscientes del fraude y la mentira que tan cómodos les hace sentirse.


Permítanme plagiar sus titulares de las cabezas de sus manifestaciones, eso de defendamos lo nuestro, nuestra historia y nuestra tradición. Yo sé que a ustedes, señores de Taurodelta y señores políticos que estando en el gobierno de la Comunidad de Madrid dimitieron de su apoyo a la Fiesta de los toros, de esa obligación de mantener el prestigio de la que dicen que es la primera plaza del mundo, a ustedes les importa un bledo nuestra plaza, la de todos, la de Madrid. Les trae al fresco su historia, la de plaza seria, rigurosa y que sabía lo que quería, sin importarle doctrinas y opiniones emanadas de micrófonos mercenarios al servicio del poder, que entre otras cosas les garantiza la soldada. Lo mismo da pisotear la tradición de la plaza de Madrid, es más, ponen todas sus fuerzas para conseguir este objetivo. Hay que eliminar esas diferencias que la hacían única, hay que quitar del medio todo aquello que pueda inquietar a los de la baraja de figurones, que cuando lleguen a las Ventas no tengan que ponerse a cavilar sobre el lugar en el que están. No me gusta utilizar fórmulas requetesobadas, que si el templo del toreo, que si la primera del mundo, que si la afición más exigente, palabrería sin más, porque para decir todo sin que se nos olvide ni un atributo, basta con decir: la Plaza de Madrid, esa en la que se celebraba la corrida más importante del año, la corrida en la que se acartelaban los triunfadores de la recién concluida Feria de San Isidro. ¿Y en que quedó todo eso? Pues ya saben, ¿no? Vergüenza de Beneficencia, idílica para los taurinos.


Enlace programa Tendido de Sol del 29 de febrero de 2016:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que a estos trujimanes y ganapanes la poca honestidad,el chanchullo y el fraude,el respeto y la legalidad es como "ofensa".
T.B.Green.

Enrique Martín dijo...

T.B. Green:
Pues sí, el mundo al revés, la lógica de lo ilógico y salen beneficiados los vulgares y desvergonzados.
Un saludo