Pues eran de Miura, pero... |
Soy yo, he vuelto, ya estoy aquí, ya no me volveré a
marchar, salvo los domingos y el próximo mes de mayo, aparte de la Feria de
Otoño, los domingos que haya fútbol, los días entre semana que haya liga, Copa
o Champions, cuando me junte con los amigos a hablar de toros, cuando vaya a
tertulias taurinas, lo de la radio, las escapadas al campo, el... pero, ¡He
vueltooo! Que pena no tener perro, con lo contentos que se ponen cuando vuelves
a casa. Vaya estirón que han pegado los niños, anda al final la obra de la
cocina ha quedado muy bien, al final acabaron las obras de la calle y aquí han
abierto una tienda de los chinos nueva... Cómo cambia la vida en un mes de
toros, treinta días que a veces parecían una eternidad, las penalidades de tener
que soportar el fraude, el medio toro, las figuritas de porcelana, los
transeúntes devoradores de pipas y yintonises, los jaleadores profesionales
sacudidores de pañuelos y esas proclamas insultantes de los francotiradores de
los micrófonos, que tiran sin compasión a todo lo que no les origine un
beneficio o a lo que pueda descubrir esta trama antitaurina desde dentro.
Tarde de Miuras, que salieron cómo salieron pero que dan
valor a todo lo que se hace ante ellos. Valor tuvo lo de Rafaelillo, de quién hace
unos días decía de su afán de malear los toros para convertirlos en malajes,
para tirar después de arrimón, sesión vespertina de Gladiator y a arrancar
aplausos generosos, pero tengo que confesar que desde el principio pareció
querer intentar otra cosa. ¡Muchas gracias y enhorabuena! No quiere decir que
lograra hacer el toreo, pero las intenciones fueron otras. Por ser devuelto su
primero, que perdía las manos una y otra vez, corrió el turno e hizo salir de
primeras al que iba a ser el cuarto. Empezó dándole un puñado de capotazos,
pero en seguida se dio la vuelta y fue cediendo terreno hacia los medios. Mi
pregunta es la de siempre: ¿no puede hacer eso mismo un peón? El animal
apretaba y le respondía con trapazos. Bien puesto en suerte, empujó con fijeza,
pero con más ganas por el pitón izquierdo. Repitió en la segunda vara, mientas
le tapaban la salida, picándole trasero. Mucho capotazo, apretaba por ese mismo
pitón izquierdo, pero aún mostraba más peligro por el derecho, haciendo hilo
con los banderilleros, de los cuales José Mora se salvó de una cornada fea,
cuando quedó en tierra de nadie, a mitad de camino entre dos burladeros,
haciendo por él el Miura y empalándolo contra las tablas. Toda la faena la basó
el murciano por el menos malo lado izquierdo, con naturales bastos, pero
aguantando la embestida, en línea recta, y teniendo que corregir terrenos a
cada muletazo, lo que no conseguía con la muleta, tenía que hacerlo con las
piernas. El toro exigía una atención absoluta, pues al menor fallo podía ser
complicado. Le costó mucho cuadrar al toro, al que había que entrar a matar por
el dificilísimo pitón derecho. Al menos Rafaelillo quiso estar, aguantó sin
malear al animal y quizá eso fuera parte de la fórmula para haber podido salir
con bien del envite. Su segundo fue un sobrero de Valdefresno, de seis años en
noviembre, con aspecto de buey y muy basto. Le costaba moverse a tal ejemplar,
que tenía que arrastrar demasiados kilos. Peleo medianamente regular en el
primer puyazo, para derrumbarse en el segundo. En la muleta empezó con un
molesto calamocheo, el matador no paraba quieto y aunque por momentos, si le
corría la mano, el animal parecía ir, la verdad es que tampoco tenía demasiado
que ofrecer.
Javier Castaño fue recibido por el público de Madrid con
mucho cariño tras haber superado el matador las dificultades de todos
conocidas. Salió el segundo de la tarde estampándose contra las tablas, muy
corretón por todo el ruedo, ya en el caballo se retuvo al notar el palo, para
continuar soltando derrotes desaforadamente. En la segunda se defendió también
mucho, no siendo casi picado. En los comienzos del trasteo permitió Castaño que
le tocara demasiado las telas, lo que no ayudaba a mitigar el molesto
calamocheo. El toro empezó muy pronto a defenderse, a quedarse a medio pase y a
echar la cara arriba. Por el pitón izquierdo hasta parecía que iba más largo,
pero también encerraba mayor peligro por ese lado. concluyendo con un mitin con
los aceros por parte del salmantino. Al segundo, que salió un tanto pegajoso,
le veroniqueó de forma arrebatada. Poco castigo en el caballo, derrumbándose
debajo del peto. En banderillas Fernando Sánchezle aguantó mucho, pero clavó
malo, demasiado a toro pasado, aunque le hizo saludar el respetable. Mientras
el Miura se retorcía al sentir los palos. Enganchones y mano levantada, lo que
complicaba aún más las cosas para estar ahí. Sin fuerzas, se fue quedando y
precisamente por esta circunstancia, se iba tornando peligroso. Arrimón sin
venir a cuento y punto.
Allá aparecía Pérez Mota, al que no le debieron encontrar
otra corrida más cómoda. Mucho mantazo y carreras de salida, un primer puyazo
que se dejó sin más el de Miura, un segundo arrancándose de muy mala forma,
señalada. Reservón en la muleta, esperaba y tiraba el derrote, realmente no
tenía un pase, era para aviarlo y a otra cosa, enganchones y el toro haciendo
hilo constantemente y gazapeando, muy incómodo, pero tampoco era para el
bajonazo peor que infame. El sexto acudió, por una vez y sin que sirva de
precedente, tres veces al caballo, arrancándose con alegría, tardeando
demasiado en la tercera vara, cada vez a mayor distancia. Pelea más que
discreta en el primer encuentro, para recibir un picotazo en los otros dos. El
picador movió el caballo bien, pero lo de clavar fue un calvario, no atinó ni
una. Comenzó galopando en busca de la muleta, le acortó Pérez Mota el viaje,
que daba muestras de no poder con el toro, que aún no siendo un marrajo, tenía
bastante que torear y no acabó de entregarse en ningún momento. Y así se terminaba
la feria del Santo por este año. Los habrá muy felices, pero no nos engañemos,
dejando de lado los despojos, esto va de mal en peor y lo que debería ser lo
habitual, ha pasado a ser lo extraordinario y si seguimos por este camino, al
final se va a ovacionar y dar trofeos, porque el matador de turno se vista de
luces. Y lo que me recuerda a mí esta deriva a la que en su momento tomó el
toreo a caballo. Pero como todo tiene su parte buena, ya terminado todo, ya
puedo volver con los míos a pasar las tardes en el calor del hogar y vale que
no tengo perro, pero a uno también le gusta que le esperen y decir eso de:
¡Familia! He vuelto.
Enlace Tendido de Sol del 6 de junio de 2016:
8 comentarios:
No me resultó aburrida la corrida de Miura. Como bien dices, hay que dar importancia a lo que allí estaba sucediendo. Esta vez eché de menos la épica que Rafaelillo tuvo con la alimaña de Adolfo Martín. Es meritoria su actuación pero no apostó todo lo que debía. A Castaño le vi buena disposición y aguantó bastante. Apostó, pero la espada le privó de un posible triunfo. Eché de menos a Tito Sandoval y a Angel Otero en su cuadrilla, con la predisposición que tenía la gente, hubieran armado un buen taco. Pérez Mota intentó corregir en el sexto la mala actuación del tercero pero creo que no estaba preparado para una corrida de estas características. Agradezco que nos dejara ver tres varas en el sexto.
Mis felicitaciones por tu arduo trabajo durante toda la feria.
Un abrazo
J.Carlos
Enrique, si ya te decía yo antes de entrar a la miurada que, con el subidón que te pegó con algunas cosillas, ibas a acabar aplaudiendo a Rafaelillo y todo, jajajaja.
Un abrazo Jefe
Enrique, he seguido con atención sus comentarios a lo largo de la Feria de San Isidro. He estado de acuerdo con los mismos en su mayoría, con algún matiz, como es lógico. Yo, posiblemente no sea tan buen aficionado como Vd., ya que tengo mi debilidad en Morante, aunque últimamente disienta con sus actuaciones y mi estima haya bajado un tanto. Mis gustos van por los Urdiales, Ureña, Adame etc., toreros de ese corte. Ahora, pendiente de las Fiestas de mi Pamplona. Feria que a mi parecer, ha dejado fuera toreros como, Morenito, D. Mora... y han dado cabida a otros con mucho menos interés, aunque creo que mas baratos. Ya sé que mi Plaza es difícil, por el bombo, el toro (aunque a mi parecer, este ha bajado mucho en los últimos tiempos), cosa que creo aprovechan mucho ciertas figuras para aliviarse en demasía. Echo mucho en falta un tendido o una grada 6 y un blog como el suyo, para comentar las corridas. Intenté localizarle en la grada 6 el día de Cuadri y no pude. Otra vez será. Un abrazo. Rigores.
J. Carlos:
muchas gracias a ti por tu presencia, por tus acertados comentarios, que desde hace ya mucho, creo que desde el principio, casi, te han convertido en un clásico en este blog. Y eso es un orgullo para mí, por lo que aportas y por sentir esta grada como tu espacio.
Un abrazo
Luis:
Subidón, subidón. Pues si Rafaelillo lo hace, se le aplaude y con entusiasmo, faltaría más
Un abrazo, chaval.
Rigores:
¿Quién no ha tenido debilidad por Morante? Pero como bien dice, últimaente... Ya me apuntaba yo a ver la feria del toro in situ. A ciegas, pero eso, para cuando caiga la primitiva de varios ceros.
No me diga que ha estado por aquí. En esos casos, lo mejor es intentar concertar una cita, un café y a charlar de toros.
Un abrazo y muchas gracias por la compañía que nos ha hecho en estos días.
Me gustan bastante sus crónicas, puedo decir que aprendo bastante de ellas y aunque las haya empezado a leer desde el último día de feria (ya que antes desconocía donde se publicaban, se lo pregunté a usted saliendo del metro) me han servido para analizar y entender muchas cosas a posteriori y en algunos casos pensar -"como pude aplaudir aquello..." la verdad es que se agradece que haya crónicas así, como las de usted, las de Antonio Lorca, las de Rafael Cabrera (al que por cierto ultimamente no encuentro en ninguna página y si alguien sabe donde escribe agradeceria que me lo dijera) porque si solo miras mundotoro, o escuchas a los del plus, etc. no te enteras absolutamente de nada. Leyendo esto si se aprende de verdad. Saludos.
Albaserrada;
Felicidades por el nombre, lo primero. Me da vértigo que me compare con esos dos maestros, ya me gustaría. Me agrada el que le gusten mis escrito y una cosa solo, aplaude lo que sientas, no te cortes, apláudelo sin rubor, que con el tiempo ya irás puliendo, si es que lo pretendes. Pero no te reprimas por si a alguien no le parece bien o mal. Primero lo que te guste y luego... Luego ya se verá.
Un abrazo y muchas gracias
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