martes, 24 de abril de 2018

Su turno


¿Cuánto le quedará a esta imagen para ser solo un recuerdo?

¡Su turno, mesa 12! Siempre teniendo que padecer con este ruido al andar, toc, plas, toc plas, medio arrastrando la pierna. Sin poder caminar con la ligereza y agilidad de los demás. ¡Maldita sea! Y para nada. Mucho. “qué bueno”, “sin ti nada vale”, “tú eres nuestra razón de estar aquí! Pero al final, ya se ve, nada ha valido para nada, ellos siguen a lo suyo y yo aquí, arrastrando esta pata como una piedra al cuello, doliéndome aún de tanto trompazo, pero aquí, arrinconado y teniendo que contarle mi vida a esta funcionaria. ¡Dios, que cara tiene!

-        ¿Nombre?
-        Rafael Mora, Morillas
-        ¿Morillas es de segundo?
-        No, Morillas era el apodo por el que todos me conocían en el mundo…
-        El apodo no me hace falta, no hay epígrafe para apodo

Qué tía, entonces no sé cómo van a saber que soy yo, si por Rafael Mora no me conoce nadie. Pero bueno, todo sea por algo fijo al mes, al menos mientras me vuelva a colocar con otro patrón.

-        ¿Titulación?
-        ¿Cómo titulación? Señorita
-        Que si tienes alguna titulación académica.
-        ¿Académica? No, de eso no, yo es que siempre me he dedicado a lo mismo, como mi padre, mi abuelo, desde ni…
-        ¿No tiene estudios, entonces?
-        Sí, claro, el graduado, que mi padre se preocupó de que supiera para manejarme en la vida.
-        La secundaria obligatoria, ¿no?
-        No sé, señorita, será. La básica, ¿no?
-        Secundaria obligatoria. ¿Otros conocimientos o aptitudes? No, sin titulación
-        No sé, señorita.
-        Esta es su tarjeta, que tendrá que sellar en las fechas indicadas, si no lo hace puede perder la prestación, deberá presentarse a las ofertas de empleo a que se le cite, si no. Puede perder la prestación, no puede abandonar el país sin notificarlo a su oficina del INEM, si no puede perder la prestación, no podrá realizar ninguna actividad sin contrato que le pueda reportar ingresos no declarados, porque si no…
-        Puedo perder la prestación, sí señorita, me ha quedado claro.
-         El siguiente.

Su turno, mesa 12. Toda la vida de sacrificios, para esto, para acabar cobrando una miseria, sin trabajo, sin ya poder trabajar en lo mío en ningún sitio y encima, a nada que me menee, puedo perder la prestación.

-        ¡Morillas!
-        ¡Hombre, Carpinterito! Me alegro verte. ¿cómo tú por aquí?
-        Ya ves, imagino que como tú ¿Me equivoco?
-        No te equivocas.
-        Qué equivocados estábamos, nosotros solitos nos cavamos el agujero. Vale, vale, vale y ahora mira, que a nada que hagas, puedes perder la prestación
-        ¡Sus muelas! Tanto levanta, levanta, no le pegues y estábamos quedándonos fuera sin saberlo ver venir.
-        Me cago en todo, que no queríamos escuchar a aquellos que nos gritaban. “Os vais a ir todos al paro”. Pero tú sigues paseando la mona.
-        Para ver si así impresiono a alguien. ¿Te acuerdas cuándo llegábamos a la plaza y se hacía el silencio? Solo se oía nuestro caminar. Toc, plas, toc plas, saludando a los compañeros, a los monos y al caballo. 
-        Pues ahora, ya nada. Me han contado que el otro día en Valencia sacaron al paseíllo a las falleras mayores. Un esperpento.
-        No me jo…
-        Cómo lo oyes, le tuvieron que deformar el castoreño para que les entrara, porque decían que los rulos no se los quitaban.
-        Pero ya ves, al público le da igual, aunque claro, con los animales que echan ahora, ¿qué coj… se les va a picar? 
-        Anda, no te entretengo, que aún te queda esperar ahí dentro.
-        ¿Te preguntan algo?
-        Sí, la titulación, pero ya te digo que de picador de reses bravas, no hay epígrafe y de lo que hay, a nada que te pongas, puedes perder la prestación.
-        ¿Has mirado en alguna finca, en alguna ganadería, aunque solo sea para tentar?
-        ¿Para ten… quéeee? Si ya nadie tienta a caballo, para qué.
-        Hombre eso fue lo básico, lo fundamental.
-        Tú lo has dicho, fue. Ahora todo está más humanizado. Y ya ves, quedan, según decían, 15 plazas con actividad. Y menos mal que nos queda Madrid, que aún da los cinco festejos por San Isidro y otro por la Paloma.
-        Bueno, al menos esto se mantiene y no desaparece por completo.
-        Pero, ¿tú te estás oyendo? Madrid con seis festejos al año, Sevilla con tres, Valencia dos y las otras, con uno por año. Esto está más desaparecido que los torneos medievales.
-        Morillas, nos dejamos engañar.
-        Tú lo has dicho, nos dejamos engañar.
-        Pues voy a ver que me dicen ahí dentro.
-        Ya te lo digo yo, que puede perder la prestación.
-        Sus… Y quítate ya la mona, que al final, todavía te llevan con la camisa de fuerza.
-        Ya, es la costumbre, la nostalgia.
-        A más ver.
-        A más ver.

Solo nos queda pedir que la ficción no deje de serlo, que lo que parece imposible, siga siendo imposible, aunque… Su turno.

Enlace programa Tendido de Sol del 22 de abril de 2018:

No hay comentarios: