Esperando a los chirigoteros de pega. Con estos pocas risas. |
Se nos echa el Carnaval encima y quieras que no, aquí cada uno se inspira en sus disfraces, en las chirigotas en esas tierras del sur, sobre todo alrededor de la Bahía, del Falla y a dos pasos del Mentidero. Pero hay que tener cuidado, que en “Cai” las chirigotas, dentro de su absurdo, presentan un aspecto grotesco, pero en el fondo son muy serias haciendo de espejo distorsionado de la realidad, pero las chirigotas alejadas en unas cuantas leguas de la Tacita de Plata, a veces quieren dar una imagen de seriedad y acaban siendo grotescas. Que unas afinan las letras como estiletes y las otras apelotonan palabros con mal estilo. Y uno no lo esperaba, pero el otro día que me dio por pasarme por la puerta de una tertulia de la Asociación del Toro de Madrid, que seguro que ni de lejos se les había pasado que allí actuase chirigota alguna, pero… Que uno ve llegar al señor Garrido rodeado de su troupe, creo que pude contar hasta cinco, uno repeinao, otro con cara de pocos amigos, otros dos que igual solo iban de palmeros y el jefe. No llevaban guitarras, ni cazúes para el titirirí, sería todo a capela. No lo dijeron, pero parece ser que el nombre del grupo era, o es, “Los carpinteros, porque luego que dan el palo“. Que no se puede decir que no tuvieran tablas, que ya el día anterior habían tenido un éxito rotundo de crítica y público… afín. Que ya me dirán ustedes lo que influye en el aficionado si hacen presentación por todo lo alto de una feria por todo lo bajo o no, que no está mal, pero si nos ponen el filete y la carne está dura y revenía, por muchas patatas que te pongan y por mucho que te lo empanen, eso no hay cristiano que lo trasiegue.
Y habrá quién piense que lo que iba a cantar el señor
Garrido era de una novedosísima exclusiva que nadie conocía, pero sí, claro que
conocían sus mayores éxitos en los últimos tiempos. Desde antes de empezar ya
había entusiastas tarareando esa de “Que suban los precios… pero a los demás” o
un clásico del que muchos se sienten orgullosos de saberse la letra de pe a pa,
“Me saco una barata y me voy abajo”. Esta casi es coreada a voces por el
personal, si no fuera porque los vecinos y más de un aficionado se les podía
haber echado a la chepa. Pero había que dar comienzo al acto, con la buena
organización de siempre, que en esto la gente de la Asociación tiene quién sabe
de técnicas y logísticas. Pero con lo que nadie contaba es que unos fueran a
una tertulia en serio y otros a ver una chirigota sin gracia. Que al señor
Garrido, vocalista principal, le hacían preguntas muy sensatas, preguntas que
revientan en el pecho de cualquier aficionado, que hasta hubo mujeres que
preguntaron, ¿adónde vamos a llegar? Pues vaya que si preguntaron. Que el señor
chirigotero igual tampoco pensaba que así en dos palabras le fueran a dar una
lección de afición y de extremado amor por la fiesta y por la Plaza de Madrid.
Pero nada, él seguía con su tralarí tralará, con la coplilla de: ”Que majo soy
y no me beso, porque no me llego”. Y las aficionadas seguían y los aficionados
no paraban y nada, tralarí tralará y la novedad de “Los lunes al sol, si es que
no está nublado”. Que también hubo quién entonó el “A mí me duele el callo,
arrégleme lo mío”, pero en eso no entró nadie, que meta el pie en agua caliente
con sal y andando, y nunca mejor dicho.
Que seguro que nadie se sintió defraudado, porque seguro que
todos, o casi todos, ya sabían el repertorio que traían “Los carpinteros,
porque luego que dan el palo“, pero bueno, al menos que se enteraran de que a
los aficionados de Madrid les gustan las chirigotas, pero las de verdad, las de
“Cai” y que saliéndose de ahí, prefieren otra música, la del toro, la de los
toreros de verdad, la de las ganaderías encastadas, la del toro de cinco y el
torero de veinticinco -un clásico-, la del respeto a la Plaza de Madrid. Pero
esas tendrán que seguirlas entonando por su cuenta, como vienen haciendo desde
hace ya mucho, pero que mucho tiempo. Que con los gallos que sueltan estos
chirigoteros sin gracia, esta gente no se desanima nunca; bueno, alguna vez un
poquito, pero como el toro encastado, siguen peleando en el peto. Y mientras,
“Los carpinteros, porque luego que dan el palo“, a lo suyo, pero de momento, a
no ser que cambien el repertorio de forma radical, quitando los cuatro
entusiastas de “Que suban los precios… pero a los demás” o “Me saco una barata
y me voy abajo”, no creo que nadie les coree eso tan del Falla y de la Bahía,
del “Eso sí que es una chirigota”.
PD.: Muchas gracias a la Asociación del Toro de Madrid por
abrir sus tertulias a todo el mundo y además compartirlas en las redes para que
nadie pierda detalle.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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