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Quizá alguno esperaba imágenes añejas para conmemorar el aniversario de la Unión, pero al final todo fue una muestra de lo que hay en este tiempo, la dura actualidad que nos toca... |
Conmemoración del 120 aniversario de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, perdón, Real Unión. Y la empresa de Madrid, que para estas cosas echa el resto, que para esto de las celebraciones son un primor, si caen en la cuenta de lo que hay que celebrar, como aquel 16 de mayo que no hubo toros, porque se les pasó ¡Vaya! Pero esta fecha no se les ha pasado. Que seguro que tuvieron una reunión de “brainstorming” y allí todos pensando y pensando: ¿Y si invitamos a los fundadores? ¡Qué idea! Pero hay un problema, de hace doce década igual ya... Pues repetimos el cartel del primer aniversario; ya, pero repetir el cartel de hace 119 años, si es que hubo cartel ¡Ya está! Algo novedoso, algo que no se ha hecho nunca, pintar en el ruedo la señal de la Unión, perdón, Real Unión. Eso puede estar bien, pero falta algo, se me queda un poco cojo ¡Ya está! Ponemos los dos años uno encima de otro, el de la fundación y el de la celebración. Va a ser la sensación. Y dicho y hecho, allí que han plantado casi frente a la puerta del desolladero, perdón, de arrastre, han plantado todo lo acordado. Que al autor de la idea al menos le habrán dicho eso de “eres un crack, campeón”. Y allí que andaba un operario con las manos llenas de cal y otro con el carrito de pintar los tercios, más un señor con un cepillo perfilando las líneas.
Y para rematarlo, aunque no sea lo más importante del día, un festejo de esos “pa afisionaos”. Que igual para muchos daba el pego de primeras, pero de segundas. Lo de la Quinta, algo en lo que confían muchos y otros no tanto, sobre todo desde que se apuntan a ella los figuras, que ya es síntoma de que ahí hay algo que... Más tres espadas de los de garantías, Uceda Leal, la elegancia vestida de luces; Daniel Luque, que está a puntito, a puntito de reventarlo, desde hace... Y Emilio de Justo, al que se le valoran los cuartos de muletazos como si fueran enteros y que lleva paseando su terno de figura que le tira y aprieta como si fuera o seis tallas más grande o seis más pequeño, aunque a él no parece importarle.
Poco le importaba a Uceda que su primero se desmoronara al oler el capote, con el que tuvo que darse la vuelta para perderle terreno a la fiera que apenas podía con el aire que exhalaba. En el caballo echaba la cara arriba mientras le prometían que no le iban a hacer daño y así se evitaron el picarle. A la muleta empezó yendo medio tambaleándose el animal, se quedaba a media embestida, mientras Uceda se limitaba a dejar que le tocara el engaño y a no quedarse quieto. Y el toro más muerto que vivo, pero había que hacer que se hacía y dejar que pasara el tiempo. Y en el cuarto, pues poco parecía cambiar el panorama. Uno sin parar de bailar y el otro a ver si aguantaba en pie. Tampoco se le picó, mientras no paraba de cabecear en el peto. Vistosos ayudados por alto, con gusto, para continuar más que aseado por el pitón derecho, pero limitándose a acompañar el viaje. Por el izquierdo casi era solo dar aire al moribundo, que si se quedaba, descubría al que no tiraba de él. Siempre con la mano alta, solo faltaría, para que el de la Quinta acabara yendo con andar de acémila y él como gallardas poses. Una entera y orejita a ese ponerse bonito.
Si usted siguen a Daniel Luque según lo que dicen las crónicas, lleva en un buen momento desde... de toda la vida. Que se empeñan en convertirle en figura, pero él no parece estar de acuerdo. Como sus hermanos, ya de salida daba la sensación de no poder y Luque, pues parecía que estaba en la misma onda, la de no poder con uno que no podía, un lío. Cabeceó en el primer encuentro con la puya y en el segundo se limitó a dejarse dar mientras el de arriba barrenaba sin compasión. Mucho capotazos durante la lidia, para llegar al último tercio. Más trapazos, sin parar quieto , pico y serie apelotonada, sin poder bajar la mano, no fuera a ser que... Pasándoselo desde la lejanía, más baile, pico, trapazos al aire, enganchones, pero ahí seguía alargando el trasteo sin motivo, con una sola evidencia, que a más trapazos, más vulgaridad. Que parecía que iba a cambiar la cosa en su segundo, con dos verónicas aceptables por el izquierdo solamente. El toro solo peleaba en el peto con un pitón, le taparon la salida y en el segundo encuentro, el picador debió confundir ese primer tercio con un campeonato de dardos, a ver si atino aquí, no, allí, para que el animal acabara saliendo suelto. Lidia desordenada y vuelta a la muleta, vuelta al mismo repertorio. Trapazos al aire en los medios, la muleta atravesadísima con la izquierda, siempre fuera, muy fuera, tanto con la diestra como con la zurda. Banderazos, pico descarado y en mitad de una bronca, Luque puso en práctica lo del no quieres caldo... toma trapazos, culminando con solemne bajonazo.
Y acabamos con Emilio de Justo, que nadie ha rentabilizado nunca tanto dos estocadas como el extremeño, llegando muchos, pero muchos a considerarlo como un torero de nivel. A su primero le recibió con mantazos arrebatados y con el pasito atrás. Le costaba hasta ponerlo al caballo. El toro empezó derrotando el peto. Le taparon la salida, quite por chicuelinas movidas y se le puso a cierta distancia para una segunda vara. Primero al paso, para después arrancarse con cierta alegría, para recibir un picotazo caído. El toro no podía con su alma, pero de Justo decidió iniciar con muletazos por abajo; al suelo. Continuó por el lado de derecho, siempre muy fuera, abusando del pico de la muleta, ni esos cuartos de muletazo tan suyos, venga pico, echando al toro para afuera, recolocándose una y otra vez. Ahora a correr con la izquierda, me vuelvo a poner, a ver si de uno en uno, pero este no era tampoco el día. Su segundo fue el sobrero, también de la Quinta, que cosas de la vida, quizá era el de mejor presencia del encierro. Igual lo reservaban como sorpresa por ser el día que era, ¿no? Ya de salida se le hizo bola al espada. El animal quería por momentos mostrar pelea, pero no se le picó. Y De justo estaba dispuesto a echar la casa por la ventana. Citó de hinojos para comenzar el trasteo y aguanto trapazo y medio. En pie ya pudo continuar abusando del pico, muy exagerado, sin parar quieto un momento, a cada trapazo seguía una carrerita, muy fuera, siempre corriendo, cambiando una y otra vez de pitón sin criterio aparente. Como en su primero, no pasó de de dos pinchazos, más dos descabellos en este que cerraba plaza. Que los señores de la Unión, perdón, Real Unión, estarían encantados con el homenaje que les dispensó la empresa de Madrid, con la presencia de notables personajes de este mundo, que viendo quién estaba, igual alguno pensaría que alguien podría anunciar su vuelta a los ruedos. Pero de momento nadie ha dicho nada. Y en tal día, con la señal pintada en el ruedo, las fechas a conmemorar y el encierro mandado y el hacer de los actuantes, todavía alguna mente extraña pensaría que con homenajes así, sobran las ofensas.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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