![]() |
Entre telonazos y desprecio, más de uno haría la tarde, aunque como dijo aquel, con esto se engañara al personal como a chinos.. |
Si usted quiere ilusionarse con las figuras del futuro, no busque más, aquí le presento a tres que en dos patadas se han puesto a mandar en el escalafón superior. Que empezarán alternativándose en una de esas plazas de Dios para que el maestro no abra plaza, luego vendrá a confirmar a Madrid con las mismas, para que un veterano no tenga que ir por delante. Que todo tiene su orden y no vamos a echarlo por tierra así de dos patadas. Además, estos aspirantes, que digo aspirantes, casi ya figuras, ya tienen experiencia con el ganado de las figuras ¡Qué lo dudan! Pues como muestra, un botón, novillada de la feria de Otoño de Madrid, con ganado de Fuente Ymbro, el de las figuras, para Bruno Aloi, EL Mene y Pedro Luis. Que ya lo estoy viendo en las paredes de todos los cosos del mundo mundial. El mismito en todas partes. Y tranquilos, que no habrá que cambiar el ganado, porque de lo de Fuente Ymbro seguro que no nos faltará, antes se nos agotará el aire que respiramos. Que este es un hierro de garantías, que ya los puedes ver hoy, mañana, hace un año, un lustro, que varían tan poquito. No se salen ni una miaja de los límites del toro para que las figuras se expresen. Y en estas, en las Ventas, claro que se han expresado. Igual no demasiado, pero bueno, el mejor escribiente hecha un borrón. Que sí, que vale, que la plaza estaba entregada a cualquier posible pantomima y que entre los tres no se han dado ni una vuelta al ruedo y mucho menos cortar despojos, pero...
Una mansada que en el caballo se ha limitado a tirar derrotes, echar la cara arriba y salir despendolados al notar el palo. Que les dirán que ha habido dos derribos, pero más por no agarrarse bien el de aúpa, que por empuje. Una vara trasera y el novillo echando la cara arriba con desesperación y el caballo al suelo. Solo el último de la tarde ha medio cumplido en el peto, después de ese derribo al notar el palo en mitad del lomo. Bruno Aloi volvía una vez más y van... para decir siempre lo mismo. El capote que es un adorno que no maneja ni para fijar al toro, ni para llevarlo al caballo, ni mucho menos para sacarlo, que para eso vale con levantar la mano. Que sí, que como todos lo usa de perlas para esos quites de a volar la manta, sin toreo, ni nada que se le parezca. Pero es que con la muleta tampoco está para mucho alarde, que él va a lo del trapaceo moderno y si el toro no aguanta en pie, como su primero, se mete entre los cuernos y andando. En su segundo, que al menos se mantenía en pie, se organizó un verdadero caos en el ruedo, a lo que colaboraba el novillo, empeñado en querer escapar constantemente y si encima no se hace ni intento de fijarle, ¡para qué más! Pero eso no evitaba que Aloi diera un recital de trapazos enganchados y tan pesado se puso, que el Fuente Ymbro acabó levantándole los pies del suelo. Pero tan pobre fue su trasteo, que no había opción ni a la oreja del revolcón. Pero seguro que la empresa nos lo vuelve traer, por si se nos había olvidado lo poquito que da de sí.
El Mene es un novillero del que se habían oído cosas, cosas muy ilusionantes, pero ni en su presencia anterior, ni en esta, ha respondido a otra cosa que no sea el ser un prototipo de esta vulgar modernidad. Con un sentido de la lidia acorde a los tiempos, que lo mismo da mantazos desacompasados de recibo, que te tira a la cara unas chicuelinas, sin importarle lo más mínimo si el novillo se marcha suelto por la arena, como en su segundo; en el primero nos evitó lo de las chicuelinas. Luego pico y más pico, enganchones, trallazos, tirones o como en su segundo, a cazar muletazos aquí y allá. Muy vulgar y sin sonrojarse al tirar de repertorio de talanquera. Y de verdad, si alguien me viene con que es un fenómeno, que antes me invite a una infusión de adormidera para no recordar sus tardes de gloria en Madrid.
Y acabemos con Pedro Luis, que tenemos que agradecer su vuelta a Madrid a uno de esos sabios que en su día aseguró... yo que sé que aseguró, pero venga Pedro Luis otra vez. Que será que algunos no entendemos esto de la tauromaquia moderna, pero eso de te pego una sarta de mantazos y luego ahí te las apañes, que no lo llegamos a asimilar. Que luego ya será el peón el que me lo lleve al caballo, aunque este precise mil capotazos. Que ya irá él para lo de la muleta. Que no se piensen que se diferencia de sus compañeros, vengas trapazos sin parar de bailar, dejándose enganchar la tela, mucho pico, muy fuera y porque le avisaron desde el palco, que si no, ni pensar en ir a por la espada. Y en el menos manso, el sexto, no se crean que cambió el panorama. Porque lo de portagayola ya es algo que se espera. Tras los telonazos de inicio del trasteo, trallazos sin llevar jamás la embestida, pico y tirones por ambos pitones y una interminable sucesión de trapazos, sin que ni él, ni el respetable vieran el fin. Que ustedes igual piensan que estos jóvenes no llegarán, pero seguro que ustedes, como yo, estamos muy equivocados, porque tal y como está esto montado, seguro que más de uno de los que manejan el cotarro les habrán visto, sin duda alguna, madera de figurones.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario