martes, 3 de septiembre de 2019

Y ahora… a divertirse


Hay momentos de la lidia en que resulta complicado ver la diversión por ninguna parte.

Según a quién se pregunte, en esto de los toros unos van a divertirse e incluso pretenden allanar el camino para que se den todos los elementos para que el personal se divierta y otros dicen que van a emocionarse. Bueno, allá cada uno, que cada uno es muy libre de entender todo estro como mejor crea. Pero en ese afán de divertir también se encuentran los que manejan este tinglado y si no, vean el caso del señor Casas, don Simón, que lo mismo te monta una pizzería que una quesería, que un tío vivo en el ruedo. Pero, ¿se darán cuenta que si esto lo planteamos como divertimento, no nos dura ni cuarto de hora? Esto es algo único, que se empeñan en convertirlo en algo banal, nada extraordinario. Si hay que competir con otras ofertas por la diversión, estamos perdidos. Que puestos a divertirse, mucho mejor el Aqualand con el tobogán mortal, el Parque de Tracciones con Dragón Kan o el mismo Zoo de Madrid con su espectáculo de delfines acróbatas.

Que si es por la diversión hay ofertas que no se sostienen. ¿Ustedes creen que el Museo del Prado o la Travista son divertidos? No hay nada que divierta menos. Que no me veo yo a nadie que entre en el Prado a las diez de la mañana, se recorra todas las salas en un corre que te pillo, que salga y que se meta corriendo a darse dos vueltas más. Y lo de emocionarse, pues que tampoco lo veo. No se me echen las manos a la cabeza, dejen que me explique. Porque lo de la diversión, como lo de las emociones es algo muy subjetivo. Que una abuela se emociona al ver el retrato que le hace su nieta de cuatro años. Que servidor, por ser del Aleti, me emociono si veo que ganamos al eterno rival, pero fuera de eso, ni los que no son abuelos, ni los que no son colchoneros, se emocionan ni un poquito. Es más, hasta puede ser que les sepa a cuerno quemado. Entonces, ¿qué separa a los toros y demás artes sublimes de la diversión e incluso la emoción? Muyy sencillo, la conmoción, el que el arte, cuando es arte y adquiere dimensiones extraordinarias, nos conmueve, nos remueve por dentro y nos hace sentirnos testigos de algo único que sin saber por qué, nos atrapa. Nos cautiva, nos deja impactados. Quizá hasta consigue hacernos creer que eso que tenemos delante es imposible, inexplicable, pero es.

El toreo es único por múltiples motivos, primero por el toro, con mil caras, miles de aristas, que se reducen a una sola idea, la casta y después ya vendrá lo de la bravura, la mansedumbre, la nobleza, la boyantía, a veces mansedumbre disfrazada de bravuconería, tantos aspectos, que lo hacen inabarcable. El torero, que partiendo de la verdad, de ese ofrecerse al toro, ya sea con arte, valor, dominio, habilidad, conocimiento de la lidia, del toro, de los terrenos. Uno u otro llenan el espíritu del aficionado, alimentan su pasión y provocan eso, su conmoción. ¿Y si se conjugan el toro y el torero al tiempo? Entonces esa conmoción se transforma en auténtica locura. Los niños son hombres, los hombres son niños y el toreo se convierte en maravilloso imposible.

Que no nos cuenten milongas arrabaleras de poco fuste, que no nos vengan con coartadas para justificar la incapacidad de los mediocres, esos que igual hasta divierten; que lo mismo, si el torero al que uno sigue o el paisano, hasta puede que emocionen, pero conmover, lo que se dice conmover, hacer que a uno se le remueva todo por dentro, que no le lleguen las palabras a la boca, que los sonidos no tengan sentido, en fin, lo que es conmover, no conmueven. Y ahora… a divertirse.


Enlace programa Tendido de Sol del 1 de septiembre de 2019:
https://www.ivoox.com/tendido-sol-1-septiembre-2019-audios-mp3_rf_40713803_1.html

6 comentarios:

Gloria cantero dijo...

Enrique, mucho tiempo después vuelvo a dejar un comentario aquí,en este espacio de referencia para muchos de nosotros, aficionados en construcción, curtidos aficionados, sabios aficionados también e incluso algún que otro curioso que siempre resulta atrayente saber qué puede esconderse al pie de tan bellas ilustraciones.
En este caso, mi querido y admirado Enrique, solo quiero celebrar y aplaudir enérgicamente tu regreso.
Y hablando de "disfrutar" qué mejor manera de hacerlo que dejándonos llevar por tus palabras que nunca dejan indiferente porque siempre despiertan el pensamiento y el sentimiento.

Un beso grande y que este Toros grada seis que tanto nos ha dado siga en piel sólida muchos años más

Enrique Martín dijo...

Gloria:
Muchas gracias y muchos besos. Ya ves, hay pausas cortas, pausas largas y otras indefinidas. Bueno, de momento es un escrito, ya vendrán más si tienen que venir, aunque con respuestas como esta, casi que me pongo a escribir la siguiente entrada.
Un beso

eldesjarretedeacho.blogspot.com dijo...

Enhorabuena Enrique, el retorno no podía ser mejor que recordándonos que es necesario separar la paja del trigo y no confundir la “fiesta circo” hoy imperante, con aquello que hizo que el toreo sea grandeza, como bien tú lo anotas.
Un fuerte abrazo tartanillero
Pocho

Anónimo dijo...

muy buena entrada Enrique. la he compartido con dos amigas q empiezan en esto. y entradas asi son positivisimas.

soy en antiguo, lesaqueño. saludos

Enrique Martín dijo...

Pocho:
Muchas gracias por tu visita y encantado de esa brisa tartanillera, que siempre refresca y agrada.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Lesaqueño:
Que bueno verte por aquí de nuevo. Gracias por escoger mis entradas para los que se quieren arrimar a esto. Ahora a ver si tiran por uno o por otro lado.
Un abrazo