Cuando los toros se convirtieron en un lujo solo para elegidos. |
Que me cuenten ahora eso de que los Toros es la fiesta del
pueblo ¡Miau! Si acaso, viendo los movimientos de la empresa de Madrid y la
aquiescencia de la Comunidad, más parece una fiesta para los de la Moraleja, la
Florida, Serrano, Velázquez o la calle Lista. Que dice la leyenda que antes
vendían el colchón para ir a los toros, pero si usted no es de estas zonas con
gente de bien, ya puede vender el coche, la casa o la vergüenza, si quiere ir a
la plaza de Madrid. La fiesta del pueblo, dicen ¡Miau! Y oiga, que ni a Casas,
ni a Garrido, ni a Abellán, ni a la señora Ayuso se les cae la cara de
vergüenza. O sea, que para esto querían la liberalización de los precios. Si es
que el nombre ya sonaba mal.
Que lo mismo esta gente se ha hecho sus cábalas y ha multiplicado
directamente el número de asistentes de otros años, por los precios que ya han
impuesto, repito, impuesto. Pero es posible que las cuentas no les salgan. Eso
sí, a los señores abonados les respetan sus precio ¡Miau! Fuera de las ferias
la opción es que te anuncien cuatro y hasta cinco carteles para el próximo mes
y pico y si quieres el descuento de abonado, en día y medio o dos días, cuando
se ponen generosos, tienes que dejarlo todo y echar a correr a la plaza a por
tus entradas, ya vivas en la Guindalera o en Sebastopol. Que de la Guindalera
te bajas andando, pero de Sebastopol… Que como tengas horario de comercio en tu
trabajo, adiós al descuento, que bueno, el ser un pringado, uno que tiene que
subsistir de su trabajo, solo era perder un descuento del 10 o 20%, pero, ¿y
ahora? Ahora que te suben tu localidad hasta un 100% si no eres abonado. Que
igual también puede ser para que los que vienen una vez al año paguen lo mismo
que por esas plazas de Dios, que no les parece mal soltar 30 o 40 euritos por
una tarde de toros, pero claro, ¿qué cuerpo aguanta esto en Madrid? Que no digo
las 60 tardes de temporada, pero con diez o quince, ya tienes que pensártelo.
Este es el apoyo a la fiesta de toda esta gente cuyo descaro
parece no tener límites. De verdad, no apoyen más los Toros, en serio, déjenlos
de la mano de Dios, porque como los sigan apoyando, van a desaparecer mucho
antes que las peores previsiones. Pero oiga, que todavía los hay que están de
acuerdo en subir el precio de las entradas, ya digo, hasta un 100% del precio
anterior, contando que estos ya eran precios después de otras subidas; creo que
en un año fueron tres veces. Pues eso, que los hay encantados, porque parece
ser que suponen que así los que vayan a la plaza serán mejores aficionados. Que
vaya, cómo están las cabezas. Que ya lo aplaudían hace tiempo, así que ahora
darán una fiesta en su calle o en su pueblo. Que igual les parece barato eso de
ir a los toros. Que lo mismo usted me dice que veinte euros por una entrada,
tampoco es tanto. Muy bien, pues ahora, eche mano de la calculadora y
multiplique por unas 45 tardes, dejando de lado novilladas y corridas de
rejones. ¿Qué le parece? Casi mil euritos de nada. Que el abonado no creo que
se haga por cuestiones monetarias, el que se hace abonado se hace porque le
gustan los toros, igual que el que se hace socio del Aleti se hace para ver al
Guijuelo, al Elche y al equipo de la acera de enfrente, porque le gusta el
fútbol en el campo, no es del de me gusta el fútbol los domingos por la tele. Pues
los toros, igual, es porque te gustan los toros en la plaza y a lo mejor en la
tele, ni los ven. Pero ahora sí que puede ser que los abonados se hagan por
ahorrarse una pasta. Me saco el abono, voy a cuatro y las demás o las tiro o
las regalo o…. ¿las revendo? ¿No resulta que se quería luchar contra la
reventa? Pues me parece que se están luciendo. ¡Ah! Y los abonados que ahora se
sientan felices porque a ellos no les han tocado aún el bolsillo, que echen
mano de la sabiduría popular y se acuerden de aquello de que cuando las barbas
de tu vecino veas pelar…
Eso sí, llegará el día en que estos defensores de la fiesta,
esta gente de orden, al que proteste le mandarán a los de seguridad, al que
quiera que se aplique el reglamento le amenazarán con cualquier barbaridad y
posarán sin vergüenza en la presentación de un calendario taurino, unas toallas
taurinas, una exposición taurina, previa censura de las obras que no le gusten
al señor Abellán o irán una tarde al callejón, paseándose justo a la hora de la
corrida, para que salgan los partidarios a aplaudirla y a gritarla ¡Presidenta,
presidenta! Eso sí, luego me dirán que no se pueden mezclar los toros con la
política ¡Miau! Y que esto de los toros es la fiesta del pueblo ¡Miau! ¡Miau! ¡Miau!
¡Requetemiau! Eso sí, tengan muy claro que si usted, al que le cuesta un mundo
apartar un dinero para poder sacar su abono, quiere seguir manteniendo su
afición a los Toros, yendo a la plaza, por favor, hágase a un lado y deje paso
a los potentados.
4 comentarios:
No tienen vergüenza, veremos el próximo año como pinta el asunto.
Ánimo amigo…Nos podrán quitar la cartera pero la puñetera afición no serán capaces. A mi, a estas alturas no me importaría regalarla…
Un abrazo.
El “Anónimo" anterior te debe sonar. Soy Paco Abad, “fabad". Un abrazo Enrique.
Paco:
Que alegría verte. Un abrazo enorme y ya me gustaría que hubiera carteles de interés y que volvieras por aquí.
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