lunes, 12 de septiembre de 2022

Un desafío y muchos retos por delante


Los desafíos nos permiten ver el toro que normalmente no se suele ver, pero por contra, vemos a los toreros que hacen lo de siempre, lo de todos.


Lo del desafío ganadero, sin ser una fórmula que me vuelva loco, si sirve para poder ver toros de hierros que los taurinos y amantes del jarte tienen vetados y si de ellos dependiera, los exiliarían a los anillos de Saturno. Pero además de estos desafíos, hay muchos retos por delante, como el empezar a ahorrar para poder seguir yendo a los toros, que ya se sabe, con lo de Puttin, lo de Carlos III de Inglaterra, lo del cambio climático, la vuelta al cole, el seguro del coche, si es que no te vas a la Mutua y lo que te cuesta la alarma para que no te ocupen la mansión, a los precios que se van a poner las entradas para las Ventas, lo  de ir a los toros va a ponerse muy cuesta arriba. Que a los que piensen ir en un futuro a la plaza gestionada por el siempre cabreado señor Casas, don Simón, y el señor Garrido, con su carita de no haber roto en su vida un plato, nos han tirado no un guante retador a la cara, que ya es para pillarse un buen globo; nos han tirado un guante lleno de barro, un escupitajo y además nos han llamado de todo y nos han dicho eso de chincha rabiña, que tengo liberalización de precios y tú no los tienes, pero los pagas. Que malotes, ¿verdad? Que tampoco es para tanto la subida, si pensamos que las recaudaciones tienen un fin benéfico, para sufragar los gastos de la finca y el quad de perera, para que Talavante no se enfurruñe y le den sus buenos dineritos, para que Morante pueda seguir sosteniendo el gremio del Pret a porter taurino, para que el señor Roca siga alimentando la industria del antibalas o antipitones, para que Ferrera siga alimentando la industria del edredón y las cortinas de salones y dormitorios y para que los señores de Plaza 1 paguen en tiempo y forma a todos sus deudores. ¡Ah! Y para ver si al final se puede ampliar la finca de Fuente Ymbro con toda la provincia de Cádiz, parte de la de Málaga, Sevilla y el Coto de Doñana, a ver si así le cabe todo el ganado que el señor ganadero tiene preparado para Madrid, para otras plazas tiene ya otras finquitas apalabradas. Mucho reto y no sé si poco desafío. Que eso de los desafíos también tiene su miga.

Que si en este tipo de festejos la cuestión está en dos hierros frente a frente, si tiene que salir un sobrero, o dos como esta tarde, ¿ya no hay desafío? Pues visto lo visto, no, y entonces los de luces pueden tirar del repertorio habitual, sin que nadie parezca poder echárselo en cara, como si no fuera recomendable siempre, pero siempre, el que se ponga el toro en suerte en el caballo, el que se ponga a distancia, el que incluso se ponga tres veces, ya no por los desafíos, sino por darle un gustito al aficionado. El primero de Octavio Chacón, un mozo de Palha, parecía no entregarse del todo. Derribó en la primera vara en la paletilla y en la segunda, de lejos, pero sin demasiado convencimiento, solo recibió un picotazo. En la muleta, le recibió Chacón por ambos pitones con la derecha, pero sin torear, ni templar. A lo que mandara el toro, dejándole que le comiera el terreno, defendiéndose a base de trapazos destemplados sin mando alguno. Con el Saltillo que le tocó, el cuarto de la tarde, ya de primeras se dio media vuelta y lo enceló perdiendo terreno hacia afuera. Fue pronto y de lejos al caballo, queriendo pelear con fijeza, derrotando cuando le tapaban la salida. En el segundo puyazo, un marronazo traicionero dejó inservible al animal, que a partir de ahí ya evidenciaba una merma significativa, pero el espada seguía y seguía tirando trapazos sin sustancia y alargando el trasteo innecesariamente. Muy atento para proteger a los caballos al salir al ruedo, pero quizá eso ya no sea suficiente para un torero que hace unos años ofrecía mucho más que esto.

Pepe Moral volvía a Madrid, sin la expectación de otros momentos. Esa que ahora mismo parece poco probable que vuelva a calar en los corazones de los aficionados. Si bien es verdad que pone con mucha gracia posturas de parecer que está haciendo algo, al final, a nada que te fijes y sin fijarte, ves que no da nada, ahí no hay nada y lo que es peor, no parece que le interese demasiado el toro que tiene delante, él va a hablar de su libro, como todos. El problema es que todos tienen el mismo libro, sin saber ya quién plagió a quién. Estaría curioso que alguien pidiera derechos de autor por esta manera tan sosa, aburrida y mentirosa de hacer ese sucedáneo de toreo. Porque toreo no es bailar la polca con el capote, que vale que en su primero lo puso de lejos para que lo picaran mal y después poco. Un animal que mostró fijeza y que poco a poco se le veía que se iba desfondando. Así llegó a la muleta, con poquitas energías, después de haber mostrado en banderillas que por el pitón derecho iba y hasta hacía hilo y que por el izquierdo le entraba la desgana y no se movía. Pero estaría Pepe Moral pidiendo el vasito de agua, pensando en a quién brindaba, que no se fijó en el detalle y decidió aplicarle la faena 334 del catálogo “pepemoralista”. Y mira que desde el burladero le decían que con la derecha, pero nada, él venga a tirar trapazos a media altura mientras el de Saltillo iba en paso de procesión. Pero oiga, que algunos jaleaban aquello de la lentitud; que por jalear, hasta eso tan…. Chabacano de tirar el palo o la de mentira, y un espadazo rinconero tirando el trapo al cielo de Madrid. Su segundo fue un sobrero de José Luis Pereda, al que le tanteo con una sosería insufrible, lo justo para pasar el trámite. A este, como no era de “desafío”, lo dejó a su aire en el caballo y eso que el animal se arrancó incluso un tantito codicioso, que en una tarde en la que los demás, aunque fueran de lejos, iban al pasito, ya es de agradecer. Y llegó el matador dispuesto a tocar el cielo. Si el repertorio 334 no funcionó, vamos a por el 335, con banderazos por delante, por detrás, por arriba, por abajo. Y el de Pereda acudía al engaño presto al toque. Pero ya ven, trapazos con el pico y más trapazos, despatarrado, dejándose tocar la tela, fuera de cacho, efectista, pero… El toro regalaba embestidas y el espada regalaba trapazos. Hubo quién pensó que tuvo suerte al no estar acertado con la espada, pues si le llegan a premiar aunque solo fuera con una bolsa de caramelos, quizá algunos, bastantes, le habrían protestado y es que ya se sabe, siempre habrá amargados a los que no les sube el alcohol como para ver bueno lo que solo es vulgar.

Pero no se crean que solo Pepe Moral no estuvo a la altura, que después venía Venegas, que también tenía lo suyo. Con el de Palha, un toro feote como muchos de esta casa, a las primeras de cambio, ¡hala! a darse la vuelta y perderle terreno, que eso está bien cuando el toro aprieta, pero no por si el toro aprieta, que es muy distinto. Mal en todo el primer tercio, para ponerlo en suerte, el pica para pegar marronazos sin sonrojarse, que si pido el cambio pero no lo pido. Con la pañosa se le revolvía, se le venía pronto y hasta codicioso y el de Beas se lió a pegar trapazos a la velocidad del rayo. Uno, otro, otro, sin tiempo para respirar. Pero oiga, estamos en lo de siempre, que hasta gustaron a parte del personal, quizá esos que le pidieron el despojo y después que se diera un garbeo por el ruedo. Inseguro, más por el pitón izquierdo, hizo que unos le jalearan y otros que le gritaran eso de se va sin torear, porque esa era la sensación, que el de Palha se le estaba yendo sin que le hubiera mandado ni a por tabaco. Su segundo, un torazo con trapío, pero sin kilos, lo que ya dice bastante, debía quedar fuera del desafío, como el otro, pues era un sobrero de Torrealta, al que ya de salida no hicieron ni por pararlo, ni por fijarlo. Fijo en el peto, pero sin apretar, se dolió en banderillas. Le recibió Venegas con telonazos y a nada que le echaba el trapo abajo, el animal besaba el suelo. Latigazos, trapazos pegando el manivolazo, que no rematando, enganchones y teniéndose que recolocar constantemente. Daba la sensación de ni poder, ni saber hacerse con el de Torrealta, pero eso no impedía que él siguiera y siguiera hasta aburrir y hacernos pensar que lo de los desafíos se lo podrían plantear los de luces como un reto, pero no parece que esto tenga remedio y al final todo se queda solo en un desafío y muchos retos por delante.

 

Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html


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