Los desafíos nos permiten ver el toro que normalmente no se suele ver, pero por contra, vemos a los toreros que hacen lo de siempre, lo de todos. |
Que si en este tipo de festejos la cuestión está en dos
hierros frente a frente, si tiene que salir un sobrero, o dos como esta tarde,
¿ya no hay desafío? Pues visto lo visto, no, y entonces los de luces pueden
tirar del repertorio habitual, sin que nadie parezca poder echárselo en cara,
como si no fuera recomendable siempre, pero siempre, el que se ponga el toro en
suerte en el caballo, el que se ponga a distancia, el que incluso se ponga tres
veces, ya no por los desafíos, sino por darle un gustito al aficionado. El
primero de Octavio Chacón, un mozo de Palha, parecía no entregarse del todo.
Derribó en la primera vara en la paletilla y en la segunda, de lejos, pero sin
demasiado convencimiento, solo recibió un picotazo. En la muleta, le recibió
Chacón por ambos pitones con la derecha, pero sin torear, ni templar. A lo que
mandara el toro, dejándole que le comiera el terreno, defendiéndose a base de
trapazos destemplados sin mando alguno. Con el Saltillo que le tocó, el cuarto
de la tarde, ya de primeras se dio media vuelta y lo enceló perdiendo terreno
hacia afuera. Fue pronto y de lejos al caballo, queriendo pelear con fijeza,
derrotando cuando le tapaban la salida. En el segundo puyazo, un marronazo
traicionero dejó inservible al animal, que a partir de ahí ya evidenciaba una merma
significativa, pero el espada seguía y seguía tirando trapazos sin sustancia y
alargando el trasteo innecesariamente. Muy atento para proteger a los caballos
al salir al ruedo, pero quizá eso ya no sea suficiente para un torero que hace
unos años ofrecía mucho más que esto.
Pepe Moral volvía a Madrid, sin la expectación de otros
momentos. Esa que ahora mismo parece poco probable que vuelva a calar en los
corazones de los aficionados. Si bien es verdad que pone con mucha gracia
posturas de parecer que está haciendo algo, al final, a nada que te fijes y sin
fijarte, ves que no da nada, ahí no hay nada y lo que es peor, no parece que le
interese demasiado el toro que tiene delante, él va a hablar de su libro, como
todos. El problema es que todos tienen el mismo libro, sin saber ya quién plagió
a quién. Estaría curioso que alguien pidiera derechos de autor por esta manera
tan sosa, aburrida y mentirosa de hacer ese sucedáneo de toreo. Porque toreo no
es bailar la polca con el capote, que vale que en su primero lo puso de lejos
para que lo picaran mal y después poco. Un animal que mostró fijeza y que poco
a poco se le veía que se iba desfondando. Así llegó a la muleta, con poquitas
energías, después de haber mostrado en banderillas que por el pitón derecho iba
y hasta hacía hilo y que por el izquierdo le entraba la desgana y no se movía.
Pero estaría Pepe Moral pidiendo el vasito de agua, pensando en a quién
brindaba, que no se fijó en el detalle y decidió aplicarle la faena 334 del
catálogo “pepemoralista”. Y mira que desde el burladero le decían que con la
derecha, pero nada, él venga a tirar trapazos a media altura mientras el de
Saltillo iba en paso de procesión. Pero oiga, que algunos jaleaban aquello de
la lentitud; que por jalear, hasta eso tan…. Chabacano de tirar el palo o la de
mentira, y un espadazo rinconero tirando el trapo al cielo de Madrid. Su
segundo fue un sobrero de José Luis Pereda, al que le tanteo con una sosería insufrible,
lo justo para pasar el trámite. A este, como no era de “desafío”, lo dejó a su
aire en el caballo y eso que el animal se arrancó incluso un tantito codicioso,
que en una tarde en la que los demás, aunque fueran de lejos, iban al pasito,
ya es de agradecer. Y llegó el matador dispuesto a tocar el cielo. Si el
repertorio 334 no funcionó, vamos a por el 335, con banderazos por delante, por
detrás, por arriba, por abajo. Y el de Pereda acudía al engaño presto al toque.
Pero ya ven, trapazos con el pico y más trapazos, despatarrado, dejándose tocar
la tela, fuera de cacho, efectista, pero… El toro regalaba embestidas y el
espada regalaba trapazos. Hubo quién pensó que tuvo suerte al no estar acertado
con la espada, pues si le llegan a premiar aunque solo fuera con una bolsa de
caramelos, quizá algunos, bastantes, le habrían protestado y es que ya se sabe,
siempre habrá amargados a los que no les sube el alcohol como para ver bueno lo
que solo es vulgar.
Pero no se crean que solo Pepe Moral no estuvo a la altura,
que después venía Venegas, que también tenía lo suyo. Con el de Palha, un toro
feote como muchos de esta casa, a las primeras de cambio, ¡hala! a darse la
vuelta y perderle terreno, que eso está bien cuando el toro aprieta, pero no
por si el toro aprieta, que es muy distinto. Mal en todo el primer tercio, para
ponerlo en suerte, el pica para pegar marronazos sin sonrojarse, que si pido el
cambio pero no lo pido. Con la pañosa se le revolvía, se le venía pronto y
hasta codicioso y el de Beas se lió a pegar trapazos a la velocidad del rayo.
Uno, otro, otro, sin tiempo para respirar. Pero oiga, estamos en lo de siempre,
que hasta gustaron a parte del personal, quizá esos que le pidieron el despojo
y después que se diera un garbeo por el ruedo. Inseguro, más por el pitón
izquierdo, hizo que unos le jalearan y otros que le gritaran eso de se va sin
torear, porque esa era la sensación, que el de Palha se le estaba yendo sin que
le hubiera mandado ni a por tabaco. Su segundo, un torazo con trapío, pero sin
kilos, lo que ya dice bastante, debía quedar fuera del desafío, como el otro,
pues era un sobrero de Torrealta, al que ya de salida no hicieron ni por
pararlo, ni por fijarlo. Fijo en el peto, pero sin apretar, se dolió en
banderillas. Le recibió Venegas con telonazos y a nada que le echaba el trapo
abajo, el animal besaba el suelo. Latigazos, trapazos pegando el manivolazo,
que no rematando, enganchones y teniéndose que recolocar constantemente. Daba
la sensación de ni poder, ni saber hacerse con el de Torrealta, pero eso no
impedía que él siguiera y siguiera hasta aburrir y hacernos pensar que lo de
los desafíos se lo podrían plantear los de luces como un reto, pero no parece
que esto tenga remedio y al final todo se queda solo en un desafío y muchos
retos por delante.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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