Sin el uno no y el otro no es posible la corrida de toros, el rito de los toros, pero quien no puede faltar jamás, es el toro. Este es el que justifica todo. |
Que gran afán el del ser humano, uy más si es español, de
querer etiquetarlo todo, que si eres de esto o de lo otro, que si de tortilla
con cebolla o sin cebolla, que si de vino o de cerveza, que si coche o tren,
que si de botas o chanclas… yo soy de botas; y en esto de los toros, que si
eres torista o torerista. Y pobre de ti como te dejes llevar por el primer
impulso, que te declares de uno o de otro y el que esté enfrente sea del
opuesto; a ver como recuperas esa amistad de años, que se rompe por un detalle
como este. Que ciertamente no alcanzo a entender cómo se puede ser de una parte
que integra un todo y no de ese todo. Yo soy de la parte izquierda de Charlize
Theron, el brazo y pierna derechos es que no me dice nada. Que soy de la
primera media hora de las pelis y luego, el resto, para Almodóvar. O eso de que
vas a la plaza solo a ver el toro, que uno va a ver el toro, por supuesto, pero
el toro y el resto. Que yo no voy al fútbol a ver solo al portero y al lateral
izquierdo, ni voy a un restaurante para degustar la guarnición, dejando a un
lado el resto, ni veo una carrera de Fórmula 1, por la tele, claro, para
fijarme solo en los neumáticos. Pues en las corridas de toros me pasa igual, me
interesa todo, el toro, el torero, los caballos picar, el presidente, los
monosabios, hasta el que pinta las rayas. Eso sí, que nadie se me confunda, si
no hay toro, el resto poca importancia tiene. Lo que hace el torero me pierde
valor, lo que hacen picadores y peones me parece que no tiene sentido, nunca me
olvido del toro, que es el que más me hace saltar de mi asiento. Porque si no
hay toro, el resto me parece un ballet, un ejercicio pseudogimnástico, una
representación con un cierto toque estrafalario.
Quizá todo esto es porque yo entiendo el toreo, el rito de
los toros, como un todo que no puede fraccionarse según convenga. No entiendo
que un señor ponga poses y zarandee una tela si el animal apenas logra
sujetarse en pie. No entiendo esto si se simula el primer tercio, ni que el
segundo sea un mero trámite antes de las posturas galanas del señor de la
muleta. De la misma forma que no entiendo que todo se circunscriba a una faena
de muleta y que se culmine con una cuchillada traicionera. Y esto, ¿es ser
torista o torerista? Pues bastante he tenido, y tengo, durante toda mi vida por
intentar entender esto y hacer el camino para intentar ser aficionado, como
para que a mitad de camino tenga que decidirme por escoger solo una parte de
algo tan grande. Aunque no se crean, que cuando sale el toro, si delante no hay
toreros, y por toreros entiendo los que tengan valor, cabeza y condiciones para
poner en práctica el toreo, en este caso también me falta esa parte importante
del rito. Y además, tengo que reconocer que siento frustración, porque que
aparezca un toro en la arena y que los que se enfrenten a él a lo más que
lleguen es simplemente a estar, pues es un tanto desilusionante. Con lo caros
que se venden los toros íntegros y que solo podamos ver a alguien pegando
respingos, pues no resulta muy satisfactorio. Yo no quiero renunciar a nada, ni
al toro, ni al torero, por supuesto, aunque si falta el primero, me sobra el
segundo, me sobra todo, porque no está el eje de todo esto. Y no hay ni orejas,
ni copas, ni charlas con amigos, ni fanfarria victoriosa que pueda cubrir la
ausencia del toro. Que ustedes, o quién quiera, podrán seguir en ese dilema de
toros o toreros, forzándose a si mismos a elegir dónde no cabe elección
posible. Que los habrá que utilicen el término torista para tirárselo a la cara
a los que no entiendan el mundo tal y como ellos lo conciben. Que te espetan lo
de torista como si te dijeran que eres un carnicero sin alma que solo quieres
ver a los toreros despanzurrados en la arena con las tripas fuera. Que hasta
locutores de televisión se atreven a semejante barbaridad. Que no es que haya
que echarles mucha cuenta a esa gente, porque lo primero que dejan ver a las
claras es que no se han parado un segundo a entender cuál es el fundamento, los
cimientos de estos que llamamos los Toros. Y quizá hasta puede ser una pérdida
de tiempo y un derroche inútil de energías el hacerles ver que esto no va de
toristas y toreristas.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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