Hay quién opta por socios que paguen una cuota, antes que por que el toro sea toro en toda su integridad |
A nadie creo que se le ocurriría no reconocer que esto de
los toros está en un momento complicado. Si hasta los antitaurinos están
convencidos de ello mientras se frotan las manos pensando que ya queda poco de
eso que tanto denuestan y aún más ignoran, porque sin lo segundo, quizá no
sucedería lo primero. Y los taurinos, que a veces cuesta distinguir de los
antis, no iban a ser menos. Quizá la única diferencia sea eso de atacar a las
claras los toros. Pero eso sí, los taurinos, refiriéndonos a taurinos como los
que manejan y viven del toro, llevan toda la vida aportando soluciones para
sacar a flote su negocio. Y otra cosa no, pero creatividad, creatividad tienen
toda. Que lo mismo deciden que la purga Benito son las corridas de cuatro
toros; que las banderillas, puyas y estoques desaparezcan y así encumbrar la
industria del velcro; o hacer una limpia de matadores toros y de novillos, así
como de hierros que no permitan la danza del trapazo y dejar solo a los que se
expresan; que si los festejos casi a puerta cerrada solo para la televisión;
que si los festejos casi a puerta cerrada para una élite entendida y bien
relacionada; que si una fundación que se dedique a defender al toro de lidia;
que si esa fundación dedicada a defender al toro de lidia se convierta en
empresa y organice hasta bodas, bautizos y comuniones en connivencia con el
poder de algunas comunidades autónomas. Pero no sé si será que al final se han
caído del burro y se han dado cuenta de que todo eso no ha resultado, ahora nos
vienen con la solución definitiva, el bálsamo de Fierabrás que va a resolver
todos los problemas del mundo y con ellos los del toro. Ahora sí que sí. ¿Y
cuál es esa magna solución? Muy fácil, que si por casualidad hay aluna
fundación que supuestamente se dedique a la defensa del toro de lidia, pues que
corra todo el mundo y se asocie a ella, como poco, hasta que los pagadores
lleguen a 100.000. Que qué cuesta hacerse socio de dicha fundación, ¡nadaaa!
Bueno, nada, lo que se dice nada, no. Dependiendo de la modalidad, la cosa
puede ir de 50, 150 o 500 euros anuales. Que habrá a quién se le caigan los
billetes de la cartera como las hojas de los árboles en otoño, pero otros no
estamos para ir perdiendo el plumaje.
Que es una historia que se repite una y mil veces y más en
esto de los toros, que no hay más horizonte que el de los billetes y cuanto
mayores, mejor. Que piden aquí y allá y siempre, pero siempre, a los más… al
público, al aficionado. Y ahora esto, ante las hordas maléficas que quieren
impedir que unos sigan mangoneando, haciendo de su capa un sayo, poniendo y
quitando lo mismo toreros que ganaderías, salen los señores de la fundación
pidiendo ayuda a los cien mil hijos de San Luis… o san Victorino. Que dicho
como ellos lo cuentan, pocas empresas pueden resultar más justas, pero claro.
Que ahora el lobo pide ayuda para salvar la oveja lacha del Pirineo, que los
buitres montan una cadena de muladares veganos. Que las palabras suenan muy
bien, a veces a música celestial. Que ya veo a la cabeza de las huestes de la
FdTL a esos próceres que defienden su fiesta, lanzando a sus cien mil hijos de
san Luis, enfervorizados, contra los que piden el toro íntegro, contra los que
abominan de las fundas, contra los que quieren verdad en el toreo, contra esas
ganaderías que tienen su aquel y que los figurones de luces no quieren ni ver,
eso sí, pasando previamente por caja, por su caja. Y todo para defender su
fiesta, o digámoslo claramente, para defender su negocio, que es lo único que
les preocupa. ¿Qué creen que a la hora de hacer de empresarios y montar esas
ferias, esas copas o esos shows, piensan en el gusto, en las preferencias del
aficionado? No señorito, no. Ellos a lo suyo. Siempre contando con la ayuda del
órgano supremo de propaganda, la prensa y en especial la televisión, que se
esmera por adoctrinar y por ocultar lo que esto fue y lo que debería seguir
siendo. Que si seguimos así, con tanta mentira escondiendo la verdad, lo mismo
llegamos a un punto, del que no estamos ya tan lejos, en que nadie se acuerde
de lo que es el toreo. Esa pantomima dejará de interesar incluso a los más
fieles de esta modernidad atosigante, que igual engancha un ratito, pero solo
un ratito y entonces puede ocurrir que no estén para colaboraciones ni los
100.000 hijos de san Victorino.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
2 comentarios:
Leo con entusiasmo su magnífico blog.
Saludos.
Pitt Tristán:
Muchísimas gracias. Un muy cordoal saludo.
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