Creo que cada día está más claro, la élite empresarial quiere manejar todo a su antojo, incluido el gusto de la gente, y hasta la posibilidad de administrar los triunfos de depende que torero. Porque si quitamos a Uceda Leal, torero del gusto de Madrid, aunque unas veces esté bien y otras menos bien, los otros dos eran para una plaza de tercera, que no gusta del toreo de verdad y que su objetivo es merendar en el tercer toro y que corten muchas orejas, después de ver muchos pases. Lo de la merienda hasta puedo entenderlo, porque a esas horas hay hambre, para que negarlo, aunque lo que no me entra en la cabeza es que sea justamente en el tercer toro. Y que nadie piense que el tercer toro acaba a las ocho en punto. Sin ir más lejos, el otro día eran las ocho en punto y estábamos picando al segundo. Pero lo de las orejas ya me sobrepasa, a mí que me lo expliquen. ¿Qué beneficio material o espiritual obtienen de eso?
Recuerdo otras corridas de la prensa cuando quien la montaba intentaba interesar a los aficionados y ofrecerles un cartel con el atractivo suficiente como para que decidiera ir a los toros, después del atracón de la feria. Pero claro, es que muchas de esas personas, a lo mejor también iban a los toros los domingos de junio, julio y agosto. Y no es que entonces se ataran los perros con longaniza, no nos equivoquemos, pero el aficionado encontraba más motivos para pasarse la tarde sentado en la piedra de las Ventas. Aparte de los toreros que se habían anunciado en San Isidro, había otros que tenían su interés, El Inclusero, Sánchez Bejarano, Bernadó, José Fuentes, José Luís Palomar, Gabriel de la Casa e incluso Curro Romero, Julio Robles o Roberto Domínguez. Y la susodicha corrida de la prensa se montaba o con una mezcla de estos toreros que siempre interesaba ver, con otros que no estuvieran mal en la feria, y con un ganado con ciertas garantías, no como en la Prensa 2009, que se anunció una de Parladé, que no logró ni que se le admitiera la corrida completa.
De la de este año ya me he enterado del supertriunfo de Daniel Luque, aquel novillero que iba a torear a los pueblos y que exigía el afeitado de sus novillos, bajo amenaza de no torear y quien en un pueblo de Salamanca, el alcalde invitó a la Guardia Civil a la fiesta del niño. Parece que al final se resolvió con “es que he estado malito”, bueno pues este supertriunfador, que pudo haber sido súper súper triunfador. Pero claro, uno también tiene sus amistades y lee aquí y allá y, extrañamente, dónde otros vieron la gloria vestida de luces, otros vieron la vulgaridad aplaudida por los transeúntes eventuales de la plaza de Madrid. Pero a pesar de todo, o cambia la filosofía de esta devaluada corrida de la prensa o seguiré negándome a ir, por los siglos de los siglos. Y como yo suelo ser un futurólogo de pacotilla, seguro que el año que viene soy el primero en ponerme en las taquillas de la calle Alcalá, pero para eso aún queda mucho.
Recuerdo otras corridas de la prensa cuando quien la montaba intentaba interesar a los aficionados y ofrecerles un cartel con el atractivo suficiente como para que decidiera ir a los toros, después del atracón de la feria. Pero claro, es que muchas de esas personas, a lo mejor también iban a los toros los domingos de junio, julio y agosto. Y no es que entonces se ataran los perros con longaniza, no nos equivoquemos, pero el aficionado encontraba más motivos para pasarse la tarde sentado en la piedra de las Ventas. Aparte de los toreros que se habían anunciado en San Isidro, había otros que tenían su interés, El Inclusero, Sánchez Bejarano, Bernadó, José Fuentes, José Luís Palomar, Gabriel de la Casa e incluso Curro Romero, Julio Robles o Roberto Domínguez. Y la susodicha corrida de la prensa se montaba o con una mezcla de estos toreros que siempre interesaba ver, con otros que no estuvieran mal en la feria, y con un ganado con ciertas garantías, no como en la Prensa 2009, que se anunció una de Parladé, que no logró ni que se le admitiera la corrida completa.
De la de este año ya me he enterado del supertriunfo de Daniel Luque, aquel novillero que iba a torear a los pueblos y que exigía el afeitado de sus novillos, bajo amenaza de no torear y quien en un pueblo de Salamanca, el alcalde invitó a la Guardia Civil a la fiesta del niño. Parece que al final se resolvió con “es que he estado malito”, bueno pues este supertriunfador, que pudo haber sido súper súper triunfador. Pero claro, uno también tiene sus amistades y lee aquí y allá y, extrañamente, dónde otros vieron la gloria vestida de luces, otros vieron la vulgaridad aplaudida por los transeúntes eventuales de la plaza de Madrid. Pero a pesar de todo, o cambia la filosofía de esta devaluada corrida de la prensa o seguiré negándome a ir, por los siglos de los siglos. Y como yo suelo ser un futurólogo de pacotilla, seguro que el año que viene soy el primero en ponerme en las taquillas de la calle Alcalá, pero para eso aún queda mucho.
3 comentarios:
Hola Enrique, muy buena argumentación has realizado sobre lo que viven actualmente los verdaderos aficionados taurinos. Vale ya de niños de escuela que juegan a esquivar el bicho (con muy mala fortuna esta feria, todo sea dicho) por 4 duros mal pagados, ni ellos(que ven una oportunidad en lo que en realidad es su probable ruina profesional) ni los aficionados merecen algo así. Asique me parece que has dibujado con letras (por aquello de que, según veo, eres pintor)perfectamente el sentir de una grada que suspira por carteles de antaño donde cada tarde guardaba un detalle que merecía dibujarse.
Te aviso que me pondré en contacto contigo en el número que facilitas para adquirir alguno de tus cuadros, gente cercana a mí ya han adquirido algunas de tus obras y verdaderamente son dignas de enmarcar y de tener en casa. Asique te emplazo a la conversación telefónica.
un cordial saludo.
Ángel Casparin
Muy buen artículo de opinión, y unos dibujos preciosos. te pongo mi blog para ver si gano algún lector, yo en el mío anunciaré este. Muchas gracias, Un sludo.
http://eldespachogris.blogspot.com
Muchas gracias por tu comentario. Y por supuesto que espero tu llamada.
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