viernes, 2 de junio de 2017

Me lo como, ¡Tíaaaaa!


La Vane sí que se divierte en los toros

Tíaaaa, ¿has visto a Josefa y al Gaye? ¡Bufff! Me los comía a los dos, pero más a mi Josema. Bueno, tía, bueno, que no es que lo diga yo, que hasta mi Toni Edu lo decía, que son dos tíos con un par de co… y lo que sigue. Porque hoy he ido a la plaza con mi chico, que no habíamos ido nunca juntos a ver Josema, aunque no sé si volveremos, porque se ha puesto más pesado, no me dejaba en paz, que si la minifalda es muy mini, que el escote muy escotado. Mi jefe nunca me había puesto tantas pegas. Pero mira tía, no veas Josema que guay, si será bueno, que le ha dejado torear primero a otro chico, que no sé que tenía que confirmar y el nuevo. Más majo él, hasta le ha dado un abrazote y todo, tíaaaa.

Cuándo le ha tocado a Josema, han echado un torazo grande, grande, aunque mi Toni Edu decía que era como los novillos de su pueblo, Ayvadios, y lo decía más gente, pero era muy mono. Le ha dado pases así de esos con el capote, verónicas, y echaba la pierna para atrás en todos, que mono. Luego al toro le iban a picar, pero no le han picado, se ha quedado así en las faldas del caballo como descansando, pero no hacían nada ni el señor gordito del palo, ni el toro. Luego Josema ha salido con lo rojo y lo ponía así para que el bicho ese pasara lejos y no le manchara el traje, pero él lo echaba así para lo lejos y de vez en cuando, el toro, para descansar se tiraba al suelo y así todo el rato. Pero luego ha salido otro y también lo ha toreado Josema. Y cuándo ha salido por el túnel aquel, mi Toni Edu ha dicho: ¡Ahí va la os… y lo que sigue, otra mona, si eso es un novillo! Tía, es que mi Toni Edu sabe mucho, ¿no ves que su padre es el que capa los bueyes en el pueblo? Y por eso, él sabe. Pero él decía que era chico, aunque le taparan los cuernos, qué gracioso, si los cuernos no tapan. A este le picaron un poquito más y luego, la otra vez, el gordito del caballo, acertó justo en el lomito del toro, que eso es muy difícil, tía. Luego Josema acogió otra vez lo rojo, que mira si será aplicado, que estaban los señores esos de los palos finos y él ya estaba con el trapo y con la espada preparado. Y le hizo lo que al otro, así, lejos, estirando el brazo y atravesando la tela, para que pasara muy lejos, pero lo mismo también cuándo cogía aquello con la otra mano. ¡Qué difícil, con las dos manos y todo! Y entre pase y pase, hasta daba así carreritas, tiquitiquiti tiquitiquiti tiquitiquiti y le daba otro pase. Luego, al final, Josema debió desanimarse y muchos se lo notaron, porque gritaban: vaya bajonazo, vaya bajonazo. Pero yo no me di cuenta.

Que tía, además estaba el Gaye, Cayetano, ese de los ojitos claros, ¡sí, el modelo! Ese que habla así como si supiera mucho de todo y muy reposado él. Ese. A ese le salió uno como los otros, tan mono como todos y que según los señores, parecía un novillo. ¿Y qué más da, tía? Si es un toro, ¿no? Será de una marca distinta, seguro. Pues a ese le movió así mucho la tela rosa y también lo hacía, que el toro no se caía al suelo, aunque diera la impresión de que no podía con su cuerpo, un cuerpazo, para que luego dijeran que era chiquitito. Que mira lo fuerte que sería, que le rompió el palo al señor gordito del caballo, así de un cabezazo. Luego volvió y aunque daba así muchos cabezazos y con los cuernos en las faldas del caballo, ya no rompió más palos. Luego, como ya no le hicieron pupa más, aunque fue otra vez dónde el del palo, ya no pegó más con los cuernos. Tía y cuándo cogió el trapo rojo, empezó a torear allí cerquita de mí. ¡Tía, cómo balanceaba ese…! ¡Me muero! Casi me borro de Josematista y me hago gayetanista. Luego se fue para el medio y llevaba el trapo así sin arrastrar, un poco levantado, sería para que no se le manchara tan pronto, ¿no? Este toro también se echaba a descansar, pero luego se levantaba. Yo creo que Cayetano lo hizo mejor que Josema, porque casi separaba más al toro del traje o lo mismo, no sé, tía. Él se ponía lejos, lo llamaba moviendo la tela y luego lo echaba también lejos y lo mismo cogiendo la tela con la mano izquierda y el toro a descansar otra vez y él daba carreritas, tiquitiquiti tiquitiquiti tiquitiquiti y le metió la espada más cerca de la mitad del lomo, que de la pelota esa que tienen los toros; sí, aquí, detrás de la nuca ¡Tíaaaaa! Si es que si no sabes de toros, ¿cómo te lo voy a explicar? ¡Tíaaaa! Pero Gaye también salió otra vezy mi Toni Edu: ¡Otro novillo! Que eso me pareció a mí que decía, porque con el calor se le trababa la lengua, mira si haría calor, que para entonces ya llevaba cuatro yintonis, que hay que hidratarsen, que lo he visto yo en el “pograma” de Anarrosa. Cuándo el toro fue al caballo, se quedó allí acurrucadito y el señor no hacía nada con el palo, debía ser que tenía que estar un rato y luego irse, así, sin hacer nada de nada. Luego Gaye con el trapo rojo, lo cogió con las dos manos y ole, ole y ole, así pasaba el toro. Me lo comía. Decía Toni Edu que eran “ayudados”, pero allí nole ayudaba nadie. Y ya por el centro, empezó esta vez con el brazo izquierdo, así, estirándolo, con la cosa roja así atravesada y él a un lado, dejando sitio para que pasara el animalito, para no molestarle y si hacía falta, Gaye se daba una carrerita opara ponerse otra vez así, de lado y con el brazo muy estirado, ¡más mono! Y ya.

Y el otro era uno que decían que era algo de un escritor famoso de hace mucho tiempo, se llamaba Joaquín Galdós, que es peruano, el torero, el escrito no, ese era español, pero seguro que como de escritor no ganaba dinero, se iría a América a trabajar, porque allí debía haber mucho trabajo, imagínate si habría que la gente se iba a hacer las Américas. Se ve que la construcción allí estaba muy guay. Pues este chico, Joaquín, que toreó el primero, le dio muchos pases con lo rosa, un montón, tía. Y el toro también fue adónde estaba el del caballo y no veas cuándo le puso el palo encima como se retorcía el animalito, debió hacer tierra y le dio calambre al pobre. Es que mi Toni Edu hizo un módulo de electricidad y eso lo sé de cuándo le pasaba los apuntes al ordenador. Cuándo no le picaban, el toro iba por allí, por dónde quería. Volvió dos veces más al caballo con faldas y aunque él pegaba así empujones con los cuernos, el señor solo hacía que le ponía el palo, como disimulando. Luego con el trapo, que se llama muleta, que te lo tengo que decir todo, que lo ha chivado mi Toni Edu, le dio pases así con una rodilla en el suelo, que a veces la ponía después de que pasara el toro, y le dio pases muy rápidos, sería para darle más. También torcía la muleta, ya me lo sé, y no la arrastraba, sería por lo de no mancharla. Y cuándo pasaba el toro, volvía así la muñeca de golpe, así con la muleta levantada. Se la cambiaba de mano y él se apartaba para que pasara el toro y a veces se le quedaba enganchada en los cuernos y otras se la quitaba así de golpe, como si jugara al ahora la ves, ahora ya no la ves. ¿te acuerdas? A eso jugaba muy bien mi Toni Edu. Ya cuándo salió el último, mi chico estaba muy pesado, hasta se durmió en mi hombro, el sol, que me tuve yo que terminar su sexto yintonis, que me daba miedo, porque no me gusta mezclar y después de cuatro incola, no sabía yo, pero bueno, que salió el último, que yo me di cuenta que era como los otros, pero este hacía así con las patas de delante, como escarbando. El pobrecito salió muy cansado y le costaba correr y hasta andar. El señor del palo primero no atinó y luego apretaba un montón así para abajo, “pumba, pumba”. Y todos los toreros por allí, por el ruedo, por todas partes, como si estuvieran echándose a suertes los sitios para estar. Pero con la muleta no quería jugar y se quedó parado y el chico este, Joaquín Galdós, se ponía entre los cuernos y le quería dar pases para los lados, pero el toro ya estaba cansado. Yo me quería quedar más rato, porque un señor no sé qué dijo de claveles, clavelitos y claveleros y me pensé que iban a salir los de la tuna a cantarles el clavelitos al chico este, Galdós, a Gaye y a Josema, tía y es que tía, me lo como, ¡Tíaaaaa!

6 comentarios:

Luis Cordón Albalá dijo...

Querida Vane, mira que yo, con lo gran afisionao que soy y lo que me gusta Manzanares (tú a tu jefe chitón de esto,que le tengo engañado) me encantan los días que torea Josemari, pero es que si por algo los adoro es por leer tus instructivas y maravillosas crónicas!!! Esto sí es escribir de toros oye, y no lo que se hace habitualmente por este blog, ahora que tu jefe no alcanza a leerme.
Qué cualquier día s estos te pongo un piso, te pido matrimonio, te hago un par de hijos, y hasta compro un nicho para compartirlo contigo.
Hala salá, a mandar y a seguir sabiendo tanto de toros y escribir con tanta sensibilidad y gusto. Un beso guapi ;P

Anónimo dijo...

Parece una guardería de toros Las Ventas,los dirigidos de la Tv dicen;hay que cuidarlo,poco castigo en el caballo,en la faena de muleta no hay que bajarle la mano porque está "justito"de fuerzas en una pretensión de legalizar la estafa.Ganado sin poder,bravura,faltos de casta,nobles hasta llegar a bobos es un fraude ganadero con complicidad de las "figuras".
G.U.C.

eldesjarretedeacho.blogspot.com dijo...

G.U.C.
Anotación muy acertada que la compartimos in extenso.
Saludos desde VIC
POCHO

Enrique Martín dijo...

Luis:
¿Cómo eres? Yo te digo a todo que sí, pero antes tengo que consultarlo con mi Toni Edu.
Un beso
La Vane

PD: ¿tienes tierras, fincas o pisos en Marbella? Eso me ayudaría mucho para decidirme

Enrique Martín dijo...

G.U.C.:
Es mantener el fraude y la mentira y esa flojedad, ese no poder, parece como si quisieran hacer creer que es una circunstancia inusual, cuando es todo lo contrario, es lo de todas las tardes.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Pocho:
Es que eso de cuidarlos para que no manifiesten la invalidez...
Un abrazo