sábado, 18 de mayo de 2024

Si querer es poder y se quiere poco o nada, el poder se queda en…

Lo mejor de la tarde llegó al ver cómo un torero con dos pares de banderillas se jugó que le arrancaran los alamares de un arreón

Tarde de toreros extremeños y de mucho partidario de la tierra que acudía a acompañar a sus paisanos y si hacía falta, romperse las manos a aplaudir, lo que siempre está muy bien, por supuesto, pero sin que esto se convierta en una obligación universal que condene al que no se adhiera a su causa. Cada uno en su casa y Dios en la de todos. Que lo de ilusionarse es magnífico, pero que cada uno se las ventile con esto de la ilusión de la mejor manera que pueda. Otra cosa es la colaboración de los que pisan el ruedo, primero el ganado y después los de luces, aunque hoy en día ya está demasiado extendido eso de que primero los de luces y luego… luego, lo que sea; que tanto es así, que a veces solo se anuncian los caballeros de luces y no el propietario de la vacada, aunque en Madrid, por el momento, eso no pasa. En este caso el hierro era el de la Quinta, la doble “c” de Conradi. Que los modernos igual los llamarían los grises de la Quinta, pero no nos desviemos por estas rutas de la vanguardia taurina que a algunos clásicos les chirria hasta hacerles sangrar los oídos y el alma de aficionado.

Encierro bien presentado, rosos cinqueños, que así s evitan problemas en los reconocimientos y afirmaciones y justificaciones para querer hacer pasar novillos por toros con eso de que este encaste es así o asao. Con kilos, con bastante margen entre el que más pesaba y el que menos, pero no sé si habrá muchos que se hayan detenido en esto al ir viendo los toros aparecer por la puerta de toriles. Toros con su aquel, llamémosle casta, sin excesos o dejémoslo en un pelín de picante. Que sí se enteraban un poco de lo que allí pasaba, pero sin tampoco mostrar una listeza como para escribir un libro. Casi inéditos en el caballo, donde apenas se les castigó, a algunos ni un picotazo siquiera. Que no se dio opción ni a que los del sol protestaran al picador.

Miguel Ángel Perera cerraba sus comparecencias madrileñas en esta feria y si hay que resumir su presencia con una frase, sería esa de “tanta paz lleves, como tranquilidad dejas” Un paso anodino, en el que se ha empeñado en castigar a los presentes con interminables faenas acumulando pases y pases y más pases insulsos y sin contenido. Que viendo lo de la presente tarde, quizá lo más jaleado sea una serie de derechazos empalmados, que no ligados. Muy fuera, siempre, siempre, abusando del pico estrepitosamente, más empeñado en gastar el bono de mil trapazos, que en dar un muletazo templado, cargando la suerte, conduciendo y mandando en la embestida y rematando atrás para ligar con el siguiente. De eso, ni rastro. Pero él, como es habitual, a lo suyo. Pero digamos algo positivo, que no todo va a ser malo, ¿no? A su primero intentó llevarlo a contraquerencia, pero enseguida se vio que el de la Quinta no estaba para nada, se marchaba de la suerte buscando escapar. Entonces Perera optó por ir adónde el animal le marcara, hacia terrenos de chiqueros, aunque allí la tónica fue la de siempre, tirones, muleta al bies, siempre fuera y alargando el trasteo hasta el aviso previo a decidirse a montar la espada. Curiosamente, no ha habido un toro en el que no le hayan avisado desde el palco, lo que puede dar idea de que Perera no somete, no manda, no torea, pega trapazos y los toros pueden estar yendo y viniendo hasta el día del Juicio Final. Pero aún así, él se debe sentir artista y se pone a dar capotazos a pies juntos, como si su toreo y sus formas derrocharan elegancia, pero que no le engañen. Su segundo no humillaba y además tampoco se intento subsanar el defecto bajándole la mano sometiéndole, no citando con la mano baja y simplemente moverla, pero sin someter, que no es lo mismo bajar la mano, que llevar la mano baja, ¡Cuidado”. Un achuchón de primeras, que evidenciaba que de momento el pacense no podía con el toro. Más pico, más vulgaridad, sin rematar ni un muletazo y sin hacerse con el animal, más bien al contrario. Aperreado, siguió intentando trapazos, un arreón y Perera que veía como le comían la merienda. Y sería por eso de despedirse de esta plaza en la que seguro que se siente muy a gusto, aunque lo disimula a la perfección y habrá que esperarle para Otoño o para el año próximo, aunque tampoco es absolutamente necesario, ¿no creen?

Emilio de Justo, al que una parte de la plaza convirtió un día en su ídolo y parece que aún lo mantienen en ese pedestal, parecía que empezaba con seriedad y comprometido para hacer las cosas con verdad. Ya saben, aquí con la intención ya se ganan muchos puntos. A su primero hasta le alargó el viaje en los primeros capotazos, para a continuación capearle retrasando la pierna. Unas chicuelinas hasta medio aguantando, aunque de repente en el primer tercio se organizara una capea con mucho telón rosa sacudido por allí. El toro había que sacarlo de las tablas para poderlo parear y aún así, esperaba bastante a los de los palos. Comenzó de Justo con muletazos por abajo hasta con cierto temple, mientras el de la Quinta se le vencía por ambos pitones. Y a partir de ahí, pico, pico y más pico desde fuera, trallazos echándolo fuera, lo mismo con la zurda, hasta ya ponerse un poquito pesado, para acabar de un bajonazo. Vaya, y que parecía que la cosa iba a ser otra. Al cuarto le recibió de una larga de rodillas, para que a continuación el toro se fuera escapando a su querencia de toriles. En contra de lo que parece dictar la lógica, en la primera vara lo puso de lejos y en la segunda de cerca. Bien Morenito de Arlés con los palos, aguantando los envites y la cercanía de los pitones al clavar. De Justo empezó la faena por abajo, para después empezar con la sesión de pico, toreo desde muy fuera, muñecazos, sin conducir las embestidas y al quedarse al descubierto recibió una voltereta que por la forma de caer de las alturas recordó lo que nadie quería recordar. Afortunadamente se pudo levantar sin más y proseguir el trasteo. Alguna colada más y lo que se hacía evidente era que no podía controlar a su adversario, no podía con él, sin mando, medios muletazos quitándole el engaño de repente y sin rematar en ningún caso. Para concluir con muletazos de frente con la zurda y acabar sacándoselo a los medios pasando por la cara del toro. Una entera y varios golpes de verduguillo, que quizá fueron los culpables de que no se le pidieran y dieran trofeos, lo que parecía más que probable, con un público entregado y conmovido por el revolcón. Otra cosa es pretender que ese toreo ventajista sea merecedor de premio. Pero por lo que se ve últimamente, estas muestras de no poder encandilan al personal, que es como si viera reencarnado a un gladiador de la antigüedad, pero no, simplemente es falta de recursos y de mando.

Ginés Marín cerraba el cartel de toreros extremeños y la verdad, muy poquito que reseñar, que a su primero apenas se le rozó con el palo después de que el de la Quinta desmontara al picador. Sería que a este le quedaban las energías que no había gastado en el caballo, que poco a poco se iba adueñando de la situación, con la única respuesta del espada de destoreo y más destoreo. Se le estaba yendo sin torear, pero solo obtenía como respuesta trapazos de mano alta y un trasteo interminable. Pero en el sexto la cosa no mejoró, con un toro que buscaba la salida por el mismo sitio por el que entró. Otro animal con el que no podía el espada, pico y muñecazos escupiendo al toro para afuera, trapazos regañados, pero sin poder, enganchones y carreras y más carreras, cambiando continuamente de pitón, pero sin obtener resultado. Terminó con un sablazo envainado, un pinchazo y entera tirando el trapo a los pies del animal. Que lo de la Quinta no se comía a nadie, pero ya saben, hoy en día si sale un toro que no sea una bobona que ya sale lidiada de toriles, sabiendo embestir y como ir a los engaños, pues todo se pone patas arriba. Y si querer es poder y se quiere poco o nada, el poder se queda en…

 

Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

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