miércoles, 8 de mayo de 2019

Un gobierno paritario


Paso a la inocencia

Una vez pasada la fiesta de la democracia, ahora toca formar gobierno. Eso ya es menos fiesta, pero no queda otra que ponerse a cuadrar nombres con cargos. No es que yo pretenda dar consejos a nadie, pero creo que a quién se le encargue tal tarea debería tener en cuenta las inquietudes de la sociedad. Que no todo va a tener que responder a la aritmética geométrica y estratégica de los votos, que también hay que echarle a esto un poquito de sentido común, ¿no? Porque, ¿por qué dejar de lado a fuerzas políticas que no han obtenido representación parlamentaria y que tanto bien pueden hacer para que tengamos un mundo mejor? Y estoy hablando del Partido Animalista, que es probable que usted, como el resto de partidos, les desprecie y no escuche sus argumentos ideológicos. Y así nos va. Pero como no todos somos iguales, aquí estoy yo para reivindicar los valores de la pureza etérea e igualitaria para todos los seres que habitan en este Planeta Azul.

Y sin más dilación, ni dilatación, como diría el clásico, voy a exponer mis propuestas. Empezando por la cabeza, aunque algunos con afán de protagonismo se negarán a no aparecer en primera línea, creo que la presidencia del gobierno debería recaer sobre alguien al que todo el mundo reconociera su autoridad, alguien elegido casi por unanimidad: Simba. Como ministro de justicia, Mufasa, que generosamente, porque es lo que tienen los animales, generosidad, cedería el mando a su hijo y pondría a servicio de todos, su experiencia y sabiduría para impartir justicia. Como ministro de Fomento, obras públicas y urbanismo, quizá habría que buscar a un especialista en grandes obras, construcciones que hayan superado las fuerzas de la naturaleza. ¿Quién mejor que un castor? Que no sé de carreteras, pero hablando de presas, no tiene igual. Y si no, váyanse ustedes a los rápidos del Colorado y al Misissippi y me dicen.

Para exteriores habría que contar con alguien que supiera del mundo, alguien que hubiera pateado este Planeta Azul y que supiera de la diversidad de este. Y si lo encuentran, díganme alguien mejor que Willy Fog. Conocedor de las culturas de un lado a otro del globo, de este a oeste y que entabló relaciones con alguien de otras latitudes. Hasta un secretario de contrastada eficacia, Rigodón, que no sé porque, me salía llamarle Picaporte, pero seguro que será por esas influencias sectarias que nos bombardean permanentemente.

Como esto de los gobiernos debe tener una fuerte carga de gestión, para lo que se requieren especialistas, en economía estaría al frente el Tío Gilito, habituado a manejarse entre billetes y con fama de no derrochar en bagatelas inútiles para el buen rodar de las cuentas del reino. En Sanidad y Familia, ¿quién mejor que una rana? Alguien tan unido a la familia y a ese momento tan especial de confirmar una maternidad. Que en caso de urgencia, siempre se podrá coger al ministro del ramo y pincharle o pincharla, para confirmar la feliz noticia de que está en camino un nuevo contribuyente. Y si me apuran, hasta podría unirse a este ministerio el de investigación y ciencia y por el mismo motivo, porque en caso de necesidad, el señor ministra o ministra, lo mismo podrían inaugurar un laboratorio, que colaborar en una investigación.

En cultura y deportes, Oliver y Benjuí, que paciencia y aguante no les iba a faltar, que si son capaces de aguantar tres capítulos para cruzar el medio campo, no van a aguantar unos juegos olímpicos a un ritmo menos premioso. Y ustedes me dirán que qué pinta todo esto y qué tiene que ver con los toros. Pues claro que tiene que ver. Excepcionalmente se crearía un nuevo ministerio de mascotas y tauromaquia y díganme, ¿no adivinan en quién recaería el nombramiento? Ya sabía yo que no, pero yo les desvelaré el secreto. El encargado de esta nueva cartera sería Marius, que ha demostrado con creces que sabe lidiar con las personas, que no se achica y echa la patita para adelante y que a los problemas les da una larga cambiada, recibiéndolos a portagayola. Porque lo que la ciudadanía sensible, amante de la naturaleza, de esa naturaleza que permita a sus mascotas subirse al sofá, de que les conceda igualdad con todos los seres que habitan este mundo, derecho a voto, derecho a opositar, derecho a una sanidad y enseñanza de calidad, solo podrá ser viable con un gobierno paritario.

Programa Tendido de Sol del 5 de mayo de 2019:

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