jueves, 18 de mayo de 2023

A ver si aún pueden remontar

El toreo de capote según los novilleros es sacudir la tela levantando cuanto más aire, mejor


Novillada diferente, los Maños, que no podemos hablar ni de gran corrida, ni de una corrida nefasta, horrorosa, porque no se comía a nadie como si fueran el Minotauro del Ebro. Simplemente eran distintos a lo que se está habituado y sobre todo para los de luces, tres jóvenes que se supone    que quieren ser toreros, alguno incluso con la alternativa a la vista, pero mucho tienen que mejorar, para que lleguen a ser algo. Que sí, que en un futuro pueden hasta ser figuras ganando dinero a espuertas, pero matadores… Eso… mucho tienen que remontar para ello por lo visto con la novillada de los Maños. Una novillada desigual, unos justitos de trapío, raros para ser de sangre Buendía, otros mucho más ajustados a la idea que siempre se ha tenido de estos. Qué curioso, los más cornalones eran los que menos imponían y los que portaban una cuerna más moderada eran los más serios de la corrida. Que a ver si ahora en eso del trapío no hay que fijarse en pitones destartalados, ni en kilos, sino en el conjunto, en la seriedad que transmiten. Pero claro, aquí uno no puede evitar hacerse preguntas. Resulta que en una novillada los Maños echan unos animales, no todos, que responden al tipo de Buendía, y dejemos de lado lo de Santa Coloma, y, ¿resulta que de novillos dan la seriedad que parece que no dieron los toros del mismo hierro hace unas semanas? ¿Resulta que unos toros se rechazaron por no sé qué causas extrañas, que al ganadero le gustaban sus toros como eran aquellos y ahora hasta dan la talla novillos que no han cumplido los cuatro años? Lo que es innegable es que la novillada ha salido como ya ni los jóvenes y los del escalafón superior quieren que salgan, porque no saben qué hacer con este toro.

Un primero, bastante justito, que se arrancó con alegría al caballo y que solo peleó por un pitón. Un novillo sin ninguna maldad, mejor por el derecho, pero que no era una tonta del bote y sin ser un dechado de casta, pues no daba facilidades y su matador, Diego García, que venía a dar pases, muchos pases, no pudo con él. El segundo, menos que justo, empezó tirando derrotes en el peto, se fue al caballo con alegría en el segundo encuentro, cortaba por el derecho en banderillas y eso lo manifestó durante toda la lidia, acostándose por ese lado, sin que Christian Parejo intentara minimizar ese defecto, lo que le costó un tremendo trompazo al inicio de la faena de muleta. Al final el animal acabó saliendo de los muletazos como un burro. Al tercero ya le empezaron a malear de salida, un toro que metía la cara en el peto, que vio volar mucho capote enganchado, que se fue suelto al picador de la puerta, que en un tercer encuentro cabeceaba y se acabó repuchando, siguió suelto y cortando por el derecho y al que Mario Navas no entendió en ningún momento. Un cuarto, como su hermano anterior con unas trazas que recordaban a los Buendía de siempre, al que dejaron muy suelto, al que le pegaron en el caballo, mientras solo empujaba con el pitón izquierdo. Se repuchó, se dolió y bastante de los palos y ya en la muleta siguió sin que Diego García le sujetara. Pronto empezó saliendo de los muletazos buscando las tablas y su matador se limitaba a intentar cazar muletazos. El quinto, como es regla general, lo recibieron con mantazos desangelados, dejándole que se fuera suelto a su antojo. Mal picado, como toda la corrida, mostró fijeza, aunque sin humillar demasiado, para acabar tirando derrotes en el segundo encuentro. Esta ha sido una tónica que se ha visto en toda la corrida, en la primera vara parecían querer pelear con fijeza, pero a la segunda ya venían los derrotes al peto. Christian Parejo se empeñó en dar pases, a destajo, mientras el paisanaje le jaleaba hasta los enganchones, porque ya se sabe, había que ensalzarle y si de paso se cruzaba algún disidente, pues ya saben, ¿no? Que no se me ocurre una forma mejor y más eficaz de engañar a un chaval, pero ellos sabrán. Y el sexto, el más discreto de pitones, que ya de salida se llevó por delante a Mario Navas, empezó apretando en sus embestidas, mostró codicia en el caballo, pero tampoco se pudo ver mucho más, pues durante toda la lidia su matador estuvo en el callejón para que le arreglaran el vestido y llegado el momento del trasteo de muleta, salió, le pegó cuatro trapazos, el animal se le comía, se le vencía por el derecho y al final se juntaban demasiados inconvenientes, así que optó sin más, ni más por quitárselo del medio.

Los novilleros, como todos en general, son discípulos e hijos de su tiempo, una época en la que todo es pegar pases, mil, obviando la lidia, un toreo de capote con fundamento, no salir a hacer un quite que cuanto más vistoso se pretende más lioso es y más aire dan a los novillos. Que el toreo de muleta es igual en todos, pico de la muleta, cites desde muy fuera, brazos muy estirados, echando el toro para afuera y estocadas allá dónde caigan, porque el personal aplaudirá con frenesí si el acero cae dentro de lo negro, cárdeno o cómo sea el bicho, celebrando incluso los bajonazos. Diego García supuestamente venía como triunfador de otras tardes y ha evidenciado lo mismo que esas otras tardes, que no tiene recursos, que no se puede mantener en esto solo con el paisanaje animando, que le hace falta mucho más, que le queda un mundo para poder ser torero. Christian Parejo amparado por los de su tierra y toreando para ellos, lo que le da para muy poco. Y Mario Navas, que entró en el cartel a última hora, pues como todos, sin ideas y lo peor es que es falta de ideas se pagan con trompazos como el que se ha llevado y ese no es un camino demasiado aconsejable, porque los toros cogen y cogerán siempre, pero si encima les dan facilidades… Que lo mismo los tres llegan a ser profesionales, ¡qué digo! Figuras de la tauromaquia, pero toreros, lo que se dice toreros, lo tienen complicado y claro, para lo de figuras, tampoco es que queden muchas vacantes, porque los sitios los ocupan los que los ocupan. Solo queda esperar qué les traerá el futuro y para eso de ser toreros, pues habrá que esperar a ver si aún pueden remontar.

 

Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enrique, ayer volví a congratularme con la tauromaquia. Los novillos de Los Maños hicieron las delicias del verdadero aficionado al toro, presentando problemas y dificultades que no distraían a los asistentes de lo que allí estaba pasando. Está claro que los novilleros no estuvieron a la altura pero ¿lo habrían estado las figuras del escalafón superior?, ¿habríamos visto cortar el rabo a alguno de estos?. Bien sabes la respuesta.

Lo malo que tendremos que esperar diez días, en el mejor de los casos, para volver a ver ese toro que por sí solo hace entretenida la tarde. Abogo por un San Isidro plano en cuanto al ganado y dejar las ganaderías toristas para la última semana. Las comparaciones son inevitables y ahora toca ver las juampedradas con el vivo recuerdo de una simple novillada.

Un abrazo
J.Carlos