Solo Chacón conmovió al personal con un par dejándose llegar al toro hasta besarle los alamares |
Con lo bonita que estaba la plaza llena hasta los topes,
llena de entusiastas que iban enardecidos a ver a dos de las más fulgurantes
estrellas del firmamento de la “tauromaquia”, llena del mejor “aficionariado”
(Sic mi amigo Patxi) que sr muestra encantado de ver como los empresarios ponen
los precios por las nubes y aún así, venden todo el papel; y también
contribuyeron al lleno esos espíritus retorcidos a los que les importa muy poco
el que el empresario en cuestión llene la saca y que en esa mente aviesa solo
quepa el toro y los toreros capaces de ser capaces con él. Pero esto ya son
cuestiones que no vienen al caso, la plaza se ha llenado y punto. Así se
empieza una feria, ¡Qué caramba! Que había curiosidad por ver el ganado de la
Quinta, que, curiosamente el ganadero habría querido que se expusiera en el
Batán, pero que según parece, nadie le propuso poder hacerlo. Muy bien, así ya
nos vamos enterando quién dice lo que va a la Casa de Campo, primero los
ganaderos que o acceden o que se nieguen, y en segundo logar los lidiadores de
tal o cual tarde, que prefieren que no se vea lo que les corresponde
pasaportar. Que no creo yo que Álvaro Alarcón se haya manifestado. Quizá a él
tampoco le preguntaron, bastaba que opinaran El Juli y Roca Rey. Que menos mal,
porque con lo que ha salido, ¿se imaginan ustedes a un aficionado de años y que
se ponga a decir que si esa era la novillada de lo de Buendía de esta feria?
Vamos, que ya le veo de cabeza en el cotolengo con la camisa de correas. Pero
de dementes está el orde atestado. Que los hay que dicen que dos de los de La
Quinta venían derechitos desde Sevilla, de la misma Maestranza, que allí no los
quisieron, que los echaron para atrás, pero que en los madriles han colado y
como dicen los ordinarios ganapanes, nos la han metido doblada. ¡Qué
ordinariez! ¡O será verdad que…!
Que para empezar la feria, una celebración, el doctorado de
Álvaro Alarcón, un muchachito que hace nada se asomó en la primera novillada de
la temporada y ya apuntaba las mismas maneras de esta tarde inicial, la nada
más pura y llena, porque también era tarde de lleno, de un vacío de
conocimientos de la lidia, del toreo y de enfrentarse a estos Buendías de
Conradi. Le tocó un primero al que le sobraban unos kilitos y ya de salida se
le atragantaba; y eso que no andaba nada sobrado de fuerzas. Fijo en el peto,
había que tener cuidado de no apretar, no fuera a ser que… Pero con todo y con
eso, no podía con él y entre abusar del pico, de retrasar la muleta y de
carreras para recuperar el sitio, se le pasó el tiempo. Luego intentó no sé qué
non el estoque tirado en el suelo, pero bueno, dejémoslo pasar. El sexto fue el
más toro de toda la corrida, o quizá fue el único toro de todos. Ya le empezó a
acortar el viaje de salida, dejándole sentir demasiadas veces la tela. Peleó en
la primera vara con fijeza, para solo dejarse en la segunda, mientras el de aúpa
le zurraba tapándole la salida. Puso el animal en apuros a José Chacón, que
expuso en banderillas, en especial en el segundo par, dejándoselo llegar mucho.
Y Alarcón que iba a ver qué pasaba, que incluso en los muletazos de recibo por
el izquierdo hasta parecía tener el mando, enseguida se vio superado por las
arrancadas del que exigía mando, el que no pedía que le intentaran citar y
llevar con el pico, ni por la M 40, desde la M 30. Cambios de pitón sin
criterio y un espadazo que no permitió ni que los paisanos y entusiastas del
lleno le dedicaran ni un “hola cómo estás”.
El Juli, que con un par de muletazos ya parecía haberse
hecho el amo de Madrid, ha vuelto a ser lo que siempre habíamos visto de él.
Listo, con vista y manejando el medio toro como nadie, pero… Eso no llena, no
puede llenar. Aguantó a su primer inválido sin forzarle con el capote por el
lado derecho, por dónde le costaba volverse. Fijo en el caballo, pero sin
poderle castigar. El Juli supo darle tiempo entre una entrada y otra, pero más
que un tiempo para reponerse, mejor le habrían venido unas vacaciones en La
Riviera Maya, con sus cocolocos en la playita. Había que mantener al animal en
pie y lo mantuvo. Mucho trapazo con el pico, todo el línea y largando tela sin
sonrojo, alargando el trasteo sin sentido. Su segundo ya salió parado de
principio, saludándole desarmando al madrileño. Parecía hasta querer pelear con
codicia el animalito, peleando con un solo pitón, pero sin poderle castigar
apenas tapándole la salida. El de La Quinta iba al tran tran, como un corderito
de un Belén. Y el Juli venga trapazos, siguiendo la tónica de echárselo para
afuera y a ver si no se le venía al suelo, mientras salía de los muletazos como
un burro saliendo de la noria, lo que no fue óbice para que se alargara la
faena en demasía.
Y venía el astro más luminoso del espectro de la “tauromaquia”,
Roca Rey, ese figurón al que le sigue costando estar en su sitio durante la
lidia y estar pendiente de si se da el caso de tener que socorrer a un
compañero. Él viene a lo que viene y punto. Que hay que dar mantazos, de recibo
con el pasito atrás, pues se dan; que no se pica al toro, o novillo adelantado,
pues no se le pica. Luego parecía merodear, a ver si le llegaba la inspiración.
Trapazos por delante, por detrás, por los cielos, por los infiernos, pero nada,
que no. Trapazos medio encogiendo el brazo, mucho pico, pierna escondida para
atrás, carreritas, muy vulgar, aunque claro, este señor, clase, lo que se dice
clase, si acaso para poner posturas flamencas en las fotos. Muy fuera,
retorcido, tirando líneas y demasiados enganchones, para acabar con una
puñalada trapacera. En el quinto, otro novillo entrado en kilos, más mantazos,
mantazos para cubrir el expediente. En el caballo el toro hast6a empezó
codicioso. Le dieron a base de bien, quizá para no tener que oír eso de “hay
que picar” o porque así podía abreviar y marcharse prontito a casa. Empezó con
carreras y más carreras, muy soso, sosísimo, más líneas, más enganchones,
vulgarísimo, hasta llegar a aturullarse entre tanto enganchón y terminar
montado en el pico de la muleta. Que igual no era el día, lo mismo el lleno no
les parecía suficiente a las dos figuras o que la gente les aclamaba con el
fervor requerido, pero es que tampoco les daban la ocasión, aunque pensándolo
bien, otras tardes, por lo mismo, el personal enloquecía. Pero no vayamos a
querer entender a los locos por las figuras, porque entonces podría ser que
acabáramos locos los demás y eso no es bueno. Lo que quedó claro es que fue un
lleno que dejó vacíos a los entusiastas.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
7 comentarios:
Enrique, menudo inicio de feria! No voy a incidir en lo que has comentado, ha sido un pelmazo de corrida. "La Quinta de Valdefresno" me ha decepcionado una vez más, esto es lo que pasa cuando se acartelan con ellos las figuras.
Poco ha tardado El Juli en devolver la confianza que muchos habían depositado en su tauromaquia. El "todopoderoso" no ha pasado de vulgar novillero sin ambición y Alarcón hizo una declaración de intenciones pero si el cerebro no funciona... exactamente lo mismo que en la novillada de Fuente Ymbro.
En fin, no te desanimes que mañana veremos cortar un rabo. Porque no nos engañemos, Madrid está deseando conceder un rabo. Faltaría más!
Que Dios nos pille confesados!
Un abrazo, J.Carlos
Enrique, pero al abandonar la plaza palmas para los tres. Esque encima de cornudos somos complacientes.
Yo hoy voy a por el rabo…de toro..,de Casa Sierra
Estupenda crónica, nada que añadir, un saludo.
J. Carlos:
Ya sabes eso de que la cabra tira al monte o el chiste del escorpión, que no puede cambiar su naturaleza. Pues el Juli volvió a ser el Juli más Juli. Lo de Alarcón, pues lo sorprendente es que le pongan a confirmar después de la primera novillada. Y el ganado... pues unos cárdenos, otros no y ahí se acabó el interés.
Un abrazo
Anónimos:
En la que sigue y las demás, que nos pillen confesaos. Y las palmas, pues claro, que estuvieron todos muy bien, Faltaría más.
Así mismo fue lo que ocurrió nada de nada
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