jueves, 11 de mayo de 2023

Lleno que dejó vacíos a los entusiastas

 

Solo Chacón conmovió al personal con un par dejándose llegar al toro hasta besarle los alamares

Con lo bonita que estaba la plaza llena hasta los topes, llena de entusiastas que iban enardecidos a ver a dos de las más fulgurantes estrellas del firmamento de la “tauromaquia”, llena del mejor “aficionariado” (Sic mi amigo Patxi) que sr muestra encantado de ver como los empresarios ponen los precios por las nubes y aún así, venden todo el papel; y también contribuyeron al lleno esos espíritus retorcidos a los que les importa muy poco el que el empresario en cuestión llene la saca y que en esa mente aviesa solo quepa el toro y los toreros capaces de ser capaces con él. Pero esto ya son cuestiones que no vienen al caso, la plaza se ha llenado y punto. Así se empieza una feria, ¡Qué caramba! Que había curiosidad por ver el ganado de la Quinta, que, curiosamente el ganadero habría querido que se expusiera en el Batán, pero que según parece, nadie le propuso poder hacerlo. Muy bien, así ya nos vamos enterando quién dice lo que va a la Casa de Campo, primero los ganaderos que o acceden o que se nieguen, y en segundo logar los lidiadores de tal o cual tarde, que prefieren que no se vea lo que les corresponde pasaportar. Que no creo yo que Álvaro Alarcón se haya manifestado. Quizá a él tampoco le preguntaron, bastaba que opinaran El Juli y Roca Rey. Que menos mal, porque con lo que ha salido, ¿se imaginan ustedes a un aficionado de años y que se ponga a decir que si esa era la novillada de lo de Buendía de esta feria? Vamos, que ya le veo de cabeza en el cotolengo con la camisa de correas. Pero de dementes está el orde atestado. Que los hay que dicen que dos de los de La Quinta venían derechitos desde Sevilla, de la misma Maestranza, que allí no los quisieron, que los echaron para atrás, pero que en los madriles han colado y como dicen los ordinarios ganapanes, nos la han metido doblada. ¡Qué ordinariez! ¡O será verdad que…!

Que para empezar la feria, una celebración, el doctorado de Álvaro Alarcón, un muchachito que hace nada se asomó en la primera novillada de la temporada y ya apuntaba las mismas maneras de esta tarde inicial, la nada más pura y llena, porque también era tarde de lleno, de un vacío de conocimientos de la lidia, del toreo y de enfrentarse a estos Buendías de Conradi. Le tocó un primero al que le sobraban unos kilitos y ya de salida se le atragantaba; y eso que no andaba nada sobrado de fuerzas. Fijo en el peto, había que tener cuidado de no apretar, no fuera a ser que… Pero con todo y con eso, no podía con él y entre abusar del pico, de retrasar la muleta y de carreras para recuperar el sitio, se le pasó el tiempo. Luego intentó no sé qué non el estoque tirado en el suelo, pero bueno, dejémoslo pasar. El sexto fue el más toro de toda la corrida, o quizá fue el único toro de todos. Ya le empezó a acortar el viaje de salida, dejándole sentir demasiadas veces la tela. Peleó en la primera vara con fijeza, para solo dejarse en la segunda, mientras el de aúpa le zurraba tapándole la salida. Puso el animal en apuros a José Chacón, que expuso en banderillas, en especial en el segundo par, dejándoselo llegar mucho. Y Alarcón que iba a ver qué pasaba, que incluso en los muletazos de recibo por el izquierdo hasta parecía tener el mando, enseguida se vio superado por las arrancadas del que exigía mando, el que no pedía que le intentaran citar y llevar con el pico, ni por la M 40, desde la M 30. Cambios de pitón sin criterio y un espadazo que no permitió ni que los paisanos y entusiastas del lleno le dedicaran ni un “hola cómo estás”.

El Juli, que con un par de muletazos ya parecía haberse hecho el amo de Madrid, ha vuelto a ser lo que siempre habíamos visto de él. Listo, con vista y manejando el medio toro como nadie, pero… Eso no llena, no puede llenar. Aguantó a su primer inválido sin forzarle con el capote por el lado derecho, por dónde le costaba volverse. Fijo en el caballo, pero sin poderle castigar. El Juli supo darle tiempo entre una entrada y otra, pero más que un tiempo para reponerse, mejor le habrían venido unas vacaciones en La Riviera Maya, con sus cocolocos en la playita. Había que mantener al animal en pie y lo mantuvo. Mucho trapazo con el pico, todo el línea y largando tela sin sonrojo, alargando el trasteo sin sentido. Su segundo ya salió parado de principio, saludándole desarmando al madrileño. Parecía hasta querer pelear con codicia el animalito, peleando con un solo pitón, pero sin poderle castigar apenas tapándole la salida. El de La Quinta iba al tran tran, como un corderito de un Belén. Y el Juli venga trapazos, siguiendo la tónica de echárselo para afuera y a ver si no se le venía al suelo, mientras salía de los muletazos como un burro saliendo de la noria, lo que no fue óbice para que se alargara la faena en demasía.

Y venía el astro más luminoso del espectro de la “tauromaquia”, Roca Rey, ese figurón al que le sigue costando estar en su sitio durante la lidia y estar pendiente de si se da el caso de tener que socorrer a un compañero. Él viene a lo que viene y punto. Que hay que dar mantazos, de recibo con el pasito atrás, pues se dan; que no se pica al toro, o novillo adelantado, pues no se le pica. Luego parecía merodear, a ver si le llegaba la inspiración. Trapazos por delante, por detrás, por los cielos, por los infiernos, pero nada, que no. Trapazos medio encogiendo el brazo, mucho pico, pierna escondida para atrás, carreritas, muy vulgar, aunque claro, este señor, clase, lo que se dice clase, si acaso para poner posturas flamencas en las fotos. Muy fuera, retorcido, tirando líneas y demasiados enganchones, para acabar con una puñalada trapacera. En el quinto, otro novillo entrado en kilos, más mantazos, mantazos para cubrir el expediente. En el caballo el toro hast6a empezó codicioso. Le dieron a base de bien, quizá para no tener que oír eso de “hay que picar” o porque así podía abreviar y marcharse prontito a casa. Empezó con carreras y más carreras, muy soso, sosísimo, más líneas, más enganchones, vulgarísimo, hasta llegar a aturullarse entre tanto enganchón y terminar montado en el pico de la muleta. Que igual no era el día, lo mismo el lleno no les parecía suficiente a las dos figuras o que la gente les aclamaba con el fervor requerido, pero es que tampoco les daban la ocasión, aunque pensándolo bien, otras tardes, por lo mismo, el personal enloquecía. Pero no vayamos a querer entender a los locos por las figuras, porque entonces podría ser que acabáramos locos los demás y eso no es bueno. Lo que quedó claro es que fue un lleno que dejó vacíos a los entusiastas.

Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Enrique, menudo inicio de feria! No voy a incidir en lo que has comentado, ha sido un pelmazo de corrida. "La Quinta de Valdefresno" me ha decepcionado una vez más, esto es lo que pasa cuando se acartelan con ellos las figuras.

Poco ha tardado El Juli en devolver la confianza que muchos habían depositado en su tauromaquia. El "todopoderoso" no ha pasado de vulgar novillero sin ambición y Alarcón hizo una declaración de intenciones pero si el cerebro no funciona... exactamente lo mismo que en la novillada de Fuente Ymbro.

En fin, no te desanimes que mañana veremos cortar un rabo. Porque no nos engañemos, Madrid está deseando conceder un rabo. Faltaría más!

Que Dios nos pille confesados!
Un abrazo, J.Carlos

Anónimo dijo...

Enrique, pero al abandonar la plaza palmas para los tres. Esque encima de cornudos somos complacientes.

Anónimo dijo...

Yo hoy voy a por el rabo…de toro..,de Casa Sierra

Anónimo dijo...

Estupenda crónica, nada que añadir, un saludo.

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Ya sabes eso de que la cabra tira al monte o el chiste del escorpión, que no puede cambiar su naturaleza. Pues el Juli volvió a ser el Juli más Juli. Lo de Alarcón, pues lo sorprendente es que le pongan a confirmar después de la primera novillada. Y el ganado... pues unos cárdenos, otros no y ahí se acabó el interés.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Anónimos:
En la que sigue y las demás, que nos pillen confesaos. Y las palmas, pues claro, que estuvieron todos muy bien, Faltaría más.

Anónimo dijo...

Así mismo fue lo que ocurrió nada de nada