lunes, 8 de mayo de 2023

De niñatos está el mundo lleno

Siempre ha habido quien quería ser torero con una afición desmedida, pero que no tenían otra cosa que ofrecer que toreo y ganas, muchas ganas, y niñatos que no tienen nada más que el entusiasmo de los que la ceguera del paisanaje les hace a veces, hasta llegar al ridículo


Y que este domingo no tengo nada que hacer, a ver si me busco algún entretenimiento. Ya está, me voy a ir con los de la parroquia, con los del club de petanca, con los amigos de la micología, los del bar “El Enterao”, los del “fúrgol” y los primos de la Encarni, que dicen que torea en Madrid el pequeño del de la panadería. Hay no se cuantos autobuses, por lo menos, por lo menos, dos y medio. Pues ya está, que sitio no me va faltar. Y ya de paso me llevo a mi señora, a mi suegro y seguro que se animan mis cuñados con sus colegas del paddel. Que son los listillos del pueblo, pero hacen bulto. Que no van al frontón porque eso es de pueblo, como si ellos fueran de… Pero bueno, que hay que dar un empujón al chaval y hacer que corte muchas orejas, a ver si ya puede ayudar en casa un poco, que con eso de ser torero, su padre ya ha tenido que vender las viñas de arriba y la nave que tenía en el polígono, más lo que tiene con el cartel de “Se vende”. Que sale muy caro que el chico sea torero. Eso sí, menos mal que tienen a un taurino que les guía en las inversiones, que era el del Ford Fiesta, pero ya ha cambiado tantas veces de coche, que ahora habría que llamarle el de los BMW.

Y para allá que se fueron todos los del pueblo a ver al chico de la panadería, porque toreaba en Madrid, dispuestos a pedir orejas, orejones, orejuelas y a mandar callar por las buenas o por las malas a cualquiera que no se aviniera a su juerga del paisanaje. Que no seré yo el que diga que en novillada previa a San Isidro sucediera algo parecido, aunque a nada que te pares a pensar… Novillada anunciada de Casa de los Toreros, pero, como ya es tradición a no ser que se anuncie Fuente Ymbro, hubo que remendar con tres de Montealto. Los toros no dijeron demasiado, quizá también gracias a los tres alternantes. Que entre las malísimas lidias, el dejarles corretear por el ruedo, la saña implacable de los de a caballo, los tercios de banderillas con cada uno por su lado y si el compañero se ve apurado que corra y el trapaceo sin sentido y contumaz de los últimos tercios, pues igual no pudimos ver lo que de verdad podían haber dado de sí. Y uno, al que lidiaron, perdón, al que masacraron y trapacearon sin compasión, que embestía y embestía y embestía, pero el de luces solo pasaba por allí, entre el clamor paisano y las protestas de los no paisanos que veían cómo se estaba dejando ir un novillo de una vez. El “artista” en cuestión era Luis Pasero, que está bien que los novilleros, aunque ya atisben los treinta, estén verdes, tenga poco bagaje, aunque hayan toreado más que los cuarenta últimos del escalafón en conjunto, pero al menos que tengan poco de decoro, respeto y que no sean unos macarras descarados que se pasan todo por ahí, porque como están los del autobús, seguro que ellos me harán alcanzar lo que yo solo soy y seré incapaz de conseguir. Un señor, Luis Pasero, que perdió los capotes una y otra vez en sus dos novillos, que no sabía para que era eso rosa que le habían puesto en las manos. El toro en 7 debajo del caballo, sin nadie que lo sacara del peto y el señorito de plantón allá por el 10. Que en su segundo igual alguien le dijo algo, nada agradable, por supuesto, y se dignó a poner el toro al caballo una vez. Perdón, que tampoco quiero confundirles, que más que ponerlo al caballo, lo abandonó como se abandonan a los perros en una gasolinera. Con la muleta, pues el señor Pasero, pues eso, despegado como la madre que… muy despegado, con el pico de la muleta, alargando el brazo más allá de lo que recomienda la OMS para la buena salud de las lumbares. Enganchones, trapazos, aire y más aire. Un auténtico desastre culminado con un pinchazo y un espadazo trasero tirando la tela al viento, suerte que también puso en práctica en su segundo. Eso sí, él, con toda su cara hormigonada, cogió capote y muleta y se fue a dar la vuelta al ruedo con casi más protestas que aplausos. Si hasta sorprendió a la cuadrilla, que quizá no vieron méritos en lo hecho ni para saludar desde el callejón. Pero él a lo suyo. Y los paisanos, de los que no citaré el pueblo por no manchar el nombre de este, enfurruñados con quienes no reconocían lo hecho por el amigo, primo, pariente, paisano del Pasero, aunque quizá los que no reconocían lo que allí pasó fueron ellos mismos.

De los otros dos comparecientes, Solalito y el Niño de las Monjas, pues algo muy parecido a lo del anterior, pero al menos sin la chulería, el descaro y la poca vergüenza de su compañero. Ya es norma lo del trapazo al aire, lo de alargar el brazo, lo de pasárselo lejos, lejísimos y cuando ven que no pueden, pues a acortar distancias para citar, que no de las otras, porque no hay pico que no ayude a largarlo cerca de Aranjuez, no vaya a ser que nos dé con el rabo al pasar. Vulgares a más no poder, tirones, trallazos, que incluso pudiera ser la causa de que alguna vez los novillos besaran el suelo de más. Y por si esto fuera poco, Solalito decidió parear en su segundo. Bueno, resumiendo, atino en el toro, pero no en el lugar, ni en el momento que habría gustado al personal. Que eso de a toro pasado se le queda corto al muchacho. Y esto dicen que es lo que viene, estos dicen que son el futuro. Pues vaya porvenir que nos espera; nada de toreo, nula afición, soberbia extrema, chulería chabacanería y ni asomo de amor por esto. Pero bueno, será cosa de los tiempos, pero si es así, ya les digo que de niñatos está el mundo lleno.

Enlace programa tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Descripcion real de la tarde de ayer, lo del tercer novillero, el que no debe de saber para que es el capote bastante le has dicho, muchas palabras que le vienen grandes. Hacia tiempo que no habia visto a alguien mas vulgar en su toreo. Y ya lo del personal del tendido traido por los toreros es vergonzoso y penoso.

Anónimo dijo...

No sé que me pasa, que soy incapaz de terminar un artículo suyo.

franmmartin dijo...

Querido Enrique.He decidido para no quedarme mas obsoleto todavía en este deslumbrante mundo del toro que nos venden y sobre todo no perderme posibles mejores faenas de la historia (sí con minúscula) como las que dicen que han ocurrido en Sevilla ; apuntarme al canal anglosajón-cateto-yankilandico,para así, bien aprovisionado de tabletas-móviles-decodificadores-sujetadores de imágenes-mejorantes de relieve-y superestéreo dedicado a comentaristas , poder seguir sus enseñanzas con conocimiento de causa.
Te anuncio que con tan formidables medios vas a tener un duro contrincante frente a los comentarios o juicios que por aquí difundas.Así que aprietate los machos.......... aunque me malicio que al final todo puede quedar en Madrid con una buena comida en la que nos consolemos del "éxito" de la Feria.

Enrique Martín dijo...

franmartin:
Será un gusto esa competencia, que no es tal, es una alegría. Otra cosa es lo que podamos contar.
Un abrazo