lunes, 2 de mayo de 2022

Pues si esto es lo que nos espera, apriétense los machos

Solo uno que maneje el capote y la muleta y que conozca la lidia y que no acompañe y... Son tantas cosas

Años ha, resulta que la empresa gestora de la plaza de Madrid, fuera la que fuera, llegado mayo, además de organizar la feria de San Isidro, también montaba una pequeña feria de novilladas y la goyesca del 2 de mayo. Pero eso era antes. Y antes, hasta el aficionado sacaba su abono para asistir a ese aperitivo y así ver cómo estaban los nuevos valores del toreo. Pero ya digo, eran otros tiempos. En los actuales estos señores de Plaza 1 dan una novillada y la goyesca, ¡faltaría más! Y a esa novillada no se puede decir que el aficionado haya acudido desbocado con unas ansias desmedidas de ver toros, de ver a la cantera del toreo de mañana. Si acaso solo se han desbocado los paisanos de uno de los actuantes y han seguido desocados hasta el final. Que a estas horas igual nadie ha sido capaz de calmar esos ímpetus que provoca el paisanaje, que ya se sabe, la patria chica tira mucho, tanto, que es capaz de llevarse por delante cualquier atisbo de razón, sentido común y afición.

Novillos de María Cascón, decepcionantes en todos los sentidos. Siendo benévolos, justitos de presentación, pero, ¿a estas alturas vamos a ser benévolos? No, mejor intentar ser justos y en este caso hay que decir que si bien algunos lucían unas cabezas respetables, en conjunto han dejado bastante que desear, demasiado escurridos, con demasiada falta de remate, aún siendo novillos. En cuanto a comportamiento, muy pobre y además con el gran defecto de una alarmante flojera, una falta de fuerza que no admite excusas. Que siendo justos, además de los dos que se han devuelto por invalidez manifiesta, se deberían haber devuelto todos los demás. Bastante tenían con aguantarse en pie y algo tan básico, tan evidente, no lo consiguió ninguno de los pupilos de doña María Cascón. Podemos entrar en el detalle de que no fueron picados, fueron muy mal lidiados, dejándolos a su aire, que si iban sueltos por el ruedo, que fueran, que si no se les ponía en suerte, pues tampoco parecía eso tan grave. Que aquí hemos venido a lo que hemos venido, a sacar al paisano por la puerta chica, que la Grande parece que está en revisión en los talleres de los carpinteros y cerrajeros reales. Y de momento esta de ahora la abre el primer ratero que se presente no con una gubia, vale una tarjetita de crédito y presionando el resbalón con algo de maña, se abre de par en par. Del sobrero del Parralejo, al menos se mantuvo en pie y el de Casa de los Toreros, vaya nombrecito para una ganadería, quizá fue el más apto para eso que ahora llaman toreo, en lo que el animalito solo tiene que ir y venir.

Y además están los aspirantes a figuras del toreo, porque me cuesta creer que aspiren a empresas mayores como la de ser matadores de toros, por ejemplo. Que lo de figuras está tan devaluado precisamente por esas figuras y por estos aspirantes a serlo. Es lo que tiene el querer hacerlo tomando atajos, el atajo del destoreo, el atajo del ventajismo, el de no implicarse ni en la lidia, ni en conocer los secretos de esta, o el atajo de apoyarse en los paisanos para empujados por el entusiasmo que provoca la cercanía, la familiaridad o la vecindad, salir a cuestas por esa puerta que han puesto en lugar de la Puerta de Madrid. Esta, ya digo, debe proceder de uno de esos grandes almacenes del bricolage. No creo que merezca la pena entrar en el detalle de las respectivas lidias de David garzón, Miguelito o Diego García. Los dos primeros incapaces de presenta ante sus oponentes un mínimo de torería, de querer llevar la lidia con eficacia y corrección y mucho menos de toreo con algo de verdad. Mal con el capote, lanzando trallazos y esperando pasar el trámite capoteril, sin cuidar la colocación en el primer tercio, la propia y la del novillo ante el caballo, para seguir con la muleta siempre fuera, abusando del pico, sin mandar jamás, sin conducir las embestidas y si acaso acompañando, permitiendo que el toro les tocara constantemente los engaños y sin ser capaces de pararse quietos mínimamente. Que pensarán que ahora toca glosar el quehacer del tercero, Diego García, que ha salido a cuestas de la masa, que por otro lado tampoco es que fuera muy numerosa. Masa que en el primer novillo de su torero ya se delataron al pedir el primer despojo por haberse pasado todo el tiempo aperreado con el de Cascón, persiguiéndole por todo el ruedo, contándosele dos vueltas completas. Que aquí le largo un trapazo, allí otro, otro más allá y el de pecho un trecho más para allá. Y en su segundo, el que cerraba plaza, pues más de lo mismo; bueno, hubo una tanda de naturales aseadita, pero con eso ya nos vale para perder en norte, el sur, el este, el oeste y toda la rosa de los vientos. Medios muletazos saliéndose de la suerte a mitad de muletazo, pico y más pico con la zurda, un cuarto de pase dando muñecazos en lugar de correr la mano y rematar atrás y más trapazos hasta que se fue a por la espada. Quizá la mayor virtud fue no hacerse pesado. Y eso tan feo de antes de tomar el acero dedicarse a alisarse el pelo, secarse el sudor, el buchito de agua, el chorrito por el cogote y al fin, ya era hora, a tomar la espada y el toro, allí, esperando. Que a ver quién le cuenta a estos que hay que aprovechar cuando el toro pide la muerte para volcarse sobre el morrillo. No, antes hay que acicalarse e ir bien compuesto a terminar con una entera en mitad el lomo. ¡Viva Cartagena! Y sin pensarlo, el paisanaje sacaba los pañuelos a dos manos entre un griterío propio de… Un griterío y punto, que prosiguió mientras las mulillas y los mulilleros se convertían en estatuas de sal, volviendo a la vida solo cuando el señor del palco regaló el segundo despojo. Que el ocupante de tan honorable lugar, el señor de Villa Parro, una tarde más ha seguido engrosando su currículum de barbaridades, ofensas y falta de afición en la plaza de Madrid. El barullo por los despojos cambió por el ya demasiado habitual “Fuera del palco”; las peticiones de destitución de este usía se extendieron a toda velocidad por las redes, pero, ¿ustedes creen que esto ha sido simplemente un error? Que los hay que piensan que esto obedece a una consigna prefijada a la que tienen que responder todos los presidentes. Y como aquel que dice, estamos empezando. Pues si esto es lo que nos espera, apriétense los machos.

Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

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